Entre 1932 y 1935, Paraguay y Bolivia se enfrentaron en una guerra por el subsuelo de una región rica en petróleo, y en la cual la sed se cobró tantas vidas como las armas. El 8 de diciembre, los paraguayos se apoderaron de los hontanares de Yrendague, obligando a huir a tropas bolivianas que perecieron por falta de agua en caminos que fueron conocidos como "de la desesperación".
Parte de aquella historia fue narrada por Augusto Roa Bastos en "Hijo de hombre", y llevada al cine en 1961 en una película dirigida por Lucas Demare y en la que actuó el español Paco Rabal. El escenario de aquellos trágicos episodios hoy constituye un Parque Nacional, conocido como "Médanos del Chaco".
Un proyecto de ley presentado por el diputado Edwin Reimer, fue un intento de extraer hidrocarburos en ese territorio, generando un debate que ayer concluyó en el Senado. De haber prosperado el proyecto de explotación de los médanos, se hubiera puesto en riesgo de contaminacion el acuífero Yrenda, que se disputaron bolivianos y paraguayos en la guerra del Chaco, y cuyas aguas hoy comparten con los argentinos.
El territorio alberga una fauna en riesgo de extinción y rica biodiversidad. El parque es además hábitat de familias del Pueblo Ayoreo, que viven en aislamiento voluntario, y corresponde a la naciente del río Timane, vital para la vida del Alto Chaco y los diferentes sistemas productivos.
El proyecto también causó alarma en las altas esferas, incluso el presidente de Paraguay Mario Abdo realizó una visita el miércoles y se reunió con ambientalistas y fuerzas militares presentes en el Parque Nacional de más de 514.000 hectáreas.
Finalmente esta semana la Cámara de Senadores resolvió rechazar el proyecto de Ley “Que modifica los artículos 4° y 6° de la Ley N° 5.723/2016 ‘Que declara como Área Silvestre Protegida bajo dominio público al Parque Nacional Médanos del Chaco”.
La explotación hubiera afectado especialmente a las áreas donde se encuentran las aguas subterráneas que en 1934 fueron causa de violentas disputas entre los ejércitos de Paraguay y Bolivia.
Otras disputas en nuevos tiempos, hoy sirven para recordarnos una vez más, que solo los muertos ven el final de la guerra. LAW
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