He tenido, por los pelos, la ocasión de disfrutar en la Casa de Vacas del Retiro de Madrid de la quincuagésimo octava muestra de pintura y escultura “Premio Reina Sofía”, certamen que se celebra bajo el auspicio de la Asociación Española de Pintores y Escultores. En esta colectiva siempre se pueden degustar los más variados estilos, por lo que siempre el visitante hallará alguno con el que conectar más íntimamente.
“La luz que me guía”, de Luis Bascuñana
Al fin, las dos disciplinas plásticas por excelencia son la pintura y la escultura, y al tener opción de pasear circundado por tantas afinadas obras, el paseo por la muestra se hizo deleitoso por demás.
“Burger Afternoon”, de Francisco Carmena
Cabe destacar en esta colectiva la calidad de las propuestas más realistas, como “Esteban en un rincón de Madrid”, de Pilar Navamuel, “La belleza de lo cotidiano”, de Juanjo Lozano, “Rer a París”, de Sandra Valls Traver, “Caja de cartón”, de Ricardo Renedo, “Preparando la comida en el albergue”, de Juan Manuel Paisano Tena, “Mi pequeño paraíso”, de María Ángeles Bret, “Oficios”, de Federico García Zamarbide, “En busca de la luz”, de David Pasamontes Díaz, “Reflejo de un matrimonio”, de Diego Peribáñez, “Etéreo”, de Catalina Orat, “Olvidados y abandonados”, de Cristóbal Olmedo Aranda; también algunas más emparentadas con lo surreal, dadaísta o mágico-realista, como “La luz que me guía”, de Luis Bascuñana, “Y a ti qué te importa”, de Alfonso de la Calle, “Burger Afternoon”, de Francisco Carmena, “El sueño de un bodegón”, de Dabrowska, “End”, de Mario Mankey, “Surrealismo”, de Paloma Casado, “El cuento”, de Merche Gaspar…
“El violento”, de Cristina Jobs
También me llamaron la atención una serie de propuestas escultóricas entre el naturalismo y la audacia, como “Timandra”, de José Morales, “El violento”, de Cristina Jobs, “León”, de Guillem Salas, “Nura”, de Joel Llopis García, “Noche”, de César Orrico, “Prometeo”, de Juan Francisco Pérez-Rosas, “Castellanas”, de Sergio García…
En fin, pude disfrutar de un prodigioso agregado de individualísimas y encandiladoras obras plásticas que insuflaron en mi ánimo de casual paseante mucha de la magia con que fueron concebidas.
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