El humo se eleva tras un bombardeo en el barrio Al-Tayif de Jartum, la capital de Sudán, al cabo de tres días de combates en la lucha por el poder que ha estallado entre una milicia regional y el ejército regular. Mueren decenas de civiles y la ONU exige un alto al fuego y que las partes solventen el conflicto mediante el diálogo. Foto: ONU
NACIONES UNIDAS – El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, reclamó de nuevo el cese inmediato de los combates en Sudán, que han causado la muerte de más de 100 civiles y se intensificaron este lunes por tercer día consecutivo.
“Condeno enérgicamente el estallido de los combates que se están produciendo en Sudán y hago un llamamiento a los líderes de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS) para que cesen de inmediato las hostilidades, restablezcan la calma y comiencen un diálogo”, dijo Guterres.
La situación “ya ha provocado una horrenda pérdida de vidas, incluidos muchos civiles, y cualquier escalada adicional podría ser devastadora para el país y la región”, observó Guterres antes de dirigirse a la apertura de un foro de la ONU sobre financiación para el desarrollo.
Según los reportes recibidos en su despacho, los combates se libran en Jartum, la capital, sus alrededores y otras cinco provincias de ese país africano de 1,8 millones de kilómetros cuadrados y 48 millones de habitantes.
FAS es una milicia que se desarrolló desde 2013 en la occidental provincia de Darfur, y la lidera el general Mohamed Dagalo, quien ha roto con el gobierno de facto del general Abdel Fatah al-Burhan, quien se invistió como presidente en 2021, en un clima de protestas entre la población civil. Los combates estallaron por choques acerca de la integración entre ambas fuerzas y el reparto de poder y áreas de control, según los reportes de prensa que dan cuenta de que los ataques incluyen empleo de bombardeos con artillería y aviación.
Las agencias humanitarias de la ONU reportaron la muerte de 83 civiles en los primeros dos días de combates, pero los fallecidos ya pasan de 100 según otras fuentes, y hay además unas 1200 personas heridas.
En medio del fuego cruzado perecieron, en la región de Darfur, tres empleados del Programa Mundial de Alimentos (PMA), agencia que trabaja en comunidades de Sudán afectadas por prolongadas sequías y situaciones de inseguridad alimentaria, padecida por hasta 15 millones de personas en todo el país.
“Estoy horrorizada y desconsolada por la trágica muerte de tres empleados del PMA el sábado 15 de abril en Kabkabiya, Darfur del Norte, mientras cumplían con sus deberes de salvar vidas en la primera línea de la crisis mundial del hambre”, dijo su directora ejecutiva, Cindy McCain, en un comunicado.
El Consejo de Seguridad de la ONU, la Unión Africana, la Liga Árabe, varios gobiernos occidentales, e incluso el movimiento talibán que gobierna Afganistán, han pedido que cesen los enfrentamientos y se dialogue para superarlos.
En Jartum y otras ciudades la población civil se ha recluido en los hogares, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió del “serio riesgo para quienes necesitan atención médica urgente”, por las dificultades para médicos, enfermeros, pacientes y ambulancias para llegar a los centros de salud. La OMS dijo que los suministros que distribuyó a los establecimientos de salud antes de la reciente escalada del conflicto “ahora están agotados”.
Muchos de los nueve hospitales de Jartum que reciben a civiles heridos informan escasez de sangre, equipos de transfusión, fluidos intravenosos, suministros médicos y otros productos básicos para salvar vidas, así como escasez de personal médico especializado, a lo que se suman cortes de agua y electricidad.
El representante especial del secretario general para Sudán, Volker Perthes, dijo en un comunicado este lunes que sigue comprometido con los socios sudaneses, regionales e internacionales para trabajar para poner fin a los combates.
Guterres afirmó estar en contacto con otros mandatarios regionales y reiteró el compromiso de las Naciones Unidas de apoyar al pueblo de Sudán “en sus esfuerzos por restablecer una transición democrática y hacer realidad sus aspiraciones de construir un futuro pacífico y seguro”.
A-E/HM - Fuente: IPS
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