El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es una dolencia poco conocida y de difícil diagnóstico. El SII es el trastorno gastrointestinal más frecuentemente diagnosticado y la segunda causa de absentismo laboral tras el resfriado común en España.
La Fundación Internacional para los Trastornos Gastrointestinales de Estados Unidos (IFFGD en sus siglas en inglés) designó el mes de abril como el mes del Síndrome del Intestino Irritable (SII). Esta es una organización sin ánimo de lucro cuya misión es informar, asistir y apoyar a las personas con trastornos gastrointestinales.
Qué es el Síndrome del Intestino Irritable (SII)
Hasta hace poco, cuando las personas experimentaban molestias como diarrea, dolor abdominal e hinchazón, se solía hablar erróneamente de colitis o colon irritable. Estos términos pueden resultar poco adecuados o inexactos, si bien siguen siendo habituales hoy en día. De hecho, cuando hablamos de colitis nos referimos a dolencias más molestas que una simple hinchazón, como trastornos inflamatorios; en el segundo caso, se trata de un problema que no solo afecta al colon, sino también a otras partes del intestino.
En los últimos años, también gracias a la evolución de la ciencia médica, se ha llegado a definir con mayor claridad el término síndrome del intestino irritable (SII). Se trata de una afección mucho más compleja que se manifiesta con intensidad variable mediante diversos síntomas que incluyen dolor y molestias abdominales asociados a hinchazón, diarrea y/o estreñimiento o ambos alternados. Este es un problema que padecen casi el doble de mujeres que de hombres: hasta el 64 % de las personas afectadas por el síndrome del intestino irritable son mujeres.
Se trata de una patología multifactorial, en la que intervienen varios órganos interconectados del organismo. De hecho, el Síndrome del Intestino Irritable es un malestar funcional caracterizado por varios factores interconectados como: irregularidad de la motilidad intestinal, hipersensibilidad visceral, inflamación de bajo grado, aumento de la permeabilidad intestinal, cambios en la microbiota intestinal. Hasta el punto de que influye en lo que se conoce como eje intestino-cerebro y tiene consecuencias psicopatológicas que afectan al sistema inmunitario. En el centro de todas estas actividades se encuentra la mucosa intestinal, verdadera «defensa» frente al mundo exterior, que asume un papel fundamental en la aparición de este síndrome.
Diagnóstico y tratamiento
Los criterios de Roma IV (a) han facilitado el diagnóstico del Síndrome del Intestino Irritable, han permitido definir esta dolencia y orientar el tratamiento de los trastornos gastrointestinales funcionales (TGIF).
Grupos internacionales de expertos en trastornos gastrointestinales funcionales han identificado con precisión sus síntomas habituales. El tratamiento tradicional del Síndrome del Intestino Irritable se ha centrado, fundamentalmente, en enfoques nutricionales y tratamientos sintomáticos, es decir, en el alivio de los síntomas individuales (diarrea, estreñimiento y dolores abdominales).
En la actualidad, la investigación científica en el campo de las sustancias naturales ha aportado importantes avances para el tratamiento de este síndrome, que buscan resolver los síntomas mediante una acción fisiológica y no farmacológica, dirigida a las causas que originan el síndrome del intestino irritable. Entre las últimas publicaciones sobre el tema se encuentra un estudio preclínico publicado en Nutrients,3 que describe cómo funciona y el resultado de un complejo de sustancias naturales para el tratamiento del dolor abdominal.
La investigación ha demostrado que una mezcla de sustancias naturales extraídas de plantas y combinadas de manera adecuada, son capaces de proteger la mucosa intestinal controlando indirectamente la inflamación y modulando al mismo tiempo la respuesta inmunitaria. Entre estas sustancias se encuentran las resinas, los polisacáridos y los polifenoles. En concreto, la combinación del sistema de moléculas de resinas de incienso, polisacáridos de aloe y polifenoles de manzanilla y melisa interactúa con la superficie de la mucosa intestinal para formar una película que protege la mucosa del contacto con sustancias irritantes y, por otra parte, contrarrestan el daño oxidativo inducido por los radicales libres en la mucosa. El resultado es una atenuación de molestias como el dolor y los espasmos (hipersensibilidad visceral), la regularización de la motilidad intestinal y el alivio de la hinchazón.
Más evidencias científicas
El valor que tienen las sustancias naturales también lo respaldan los resultados de un estudio observacional de pruebas del mundo real realizado entre marzo y octubre de 2021 por una cohorte de 77 gastroenterólogos, para investigar la eficacia y seguridad del complejo molecular vegetal ActiMucin, que caracteriza al producto sanitario a base de sustancias de Aboca Colilen IBS, en pacientes con síndrome del intestino irritable y que se presentó en el congreso IPSOR 2022.
Aboca apoya el mes dedicado al SII
Aboca, que desde hace años lleva a cabo proyectos de investigación preclínica, clínica y pruebas del mundo real sobre esta dolencia, realizará una campaña de sensibilización en las farmacias para dar a conocer mejor el trastorno y los posibles nuevos tratamientos con sustancias naturales complejas Evidence Based y estilos de vida adecuados. Es una acción que va más allá de su importante compromiso con la investigación y el desarrollo de tratamientos naturales y biodegradables para este síndrome.
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