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La cita previa no es un bulo

Sea la que sea su experiencia y tenga el currículum que tenga, lo cierto es que el ministro Escrivá desconoce en profundidad su trabajo y cuanto de él depende
Jesús  Salamanca
viernes, 12 de mayo de 2023, 11:41 h (CET)

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José Luis Escrivá Belmonte es todavía ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El 13 de enero ha cumplido tres años en el cargo y, a decir verdad, su labor deja mucho que desear hasta el momento. Ahora, tras el varapalo sobre pensiones que le ha dado el Banco de España en su informe anual y el ridículo que acaba de hacer en el Congreso, su figura empieza a caer como la lluvia fina y a acumularse en el vertedero de ministros falsos y mentirosos. Su crédito ya estaba agotado y de ello lleva ocupándose mucho tiempo la «Varufakis» española, a la vieja usanza comunista, Yolanda Díaz, ministra de la mentira, el subterfugio, la falsedad de datos…y acabará siéndolo de los “okupas”, a quienes ella califica como «propietarios fijos discontinuos», casi igual que a los «parados fijos discontinuos», que no trabajadores.


Su currículum hace tiempo que dejó de impresionar; máxime desde que el presidente del Gobierno llegó a Moncloa falsificando su título y la propia Yolanda añadió tres másteres y postgrados que jamás cursó. Eso sin contar a otros insignes ministros cuyas titulaciones peligran a poco que se indague. De poco le ha servido a Escrivá la experiencia acumulada como economista y experto en análisis económico. Mucho presidir la AIReF para acabar chillando como un conejo herido en pleno Congreso de los Diputados, y además sin razón.


Sea la que sea su experiencia y tenga el currículum que tenga, lo cierto es que el ministro Escrivá Belmonte desconoce en profundidad su trabajo y cuanto de él depende. Hace falta ser ignorante y cateto, después de tres años al frente de la Seguridad Social, para decir que «son bulos las citas previas en la Seguridad Social». ¿Y vamos a tener que soportar que nos tome el pelo un ignorante de ese calibre y de su propio trabajo? Lo que él niega lo vivimos a diario los ciudadanos. Y no es de ahora, ya existía antes de la pandemia, lo que sucede es que, aprovechando que el Pisuerga sigue pasando por Valladolid, las citas se han extendido hasta para hacer fila en los WC de las dependencias de la Seguridad Social. Y no es broma. ¡Escrivá, Escrivá, cuánta ignorancia has acumulado en tan poco tiempo!


El ministro de Inclusión y cosas varias, por eso no domina ninguna,  se ha calado hasta los tuétanos y los trabajadores que dependen de él se la han metido atravesada. Se dice que uno es más burro que un arado cuando insiste en mantenerla y no enmendarla. Las citas previas de la Seguridad Social son una realidad con la que la ciudadanía se ve obligada a convivir a diario, genera infinidad de retrasos, no se atienden la mayoría de ellas y son obligatorias hasta para obtener el certificado digital. Por eso el ministro es culpable e irresponsable «in eligendo» e «in vigilando».


Y no me lo desmientas, José Luis, porque acabo de vivirlo: en ninguna de las sedes de Valladolid-capital hay posibilidad de citas previas hasta dentro de unos meses. Y si cursas la cita previa a través de la Sede Electrónica te derivan a centros de la zona rural. Para cuestiones de jubilación te ofrecen Tordesillas, Peñafiel y Medina de Rioseco; es decir, la ciudadanía paga impuestos, pero la Administración no cubre vacantes y da un servicio penoso. Menos mal que, si tienes la suerte de elegir la sede de la Seguridad Social de Tordesillas, las funcionarias que atienden son una joya de conocimientos, saber estar y acentuada responsabilidad. No dejan pregunta sin respuesta; no les falta la sonrisa en la boca; te guían en cada cuestión y la conclusión final es que, si todos los funcionarios fueran así, otro gallo nos cantaría y otra fama tendrían. Una vez más, las malas artes y las tretas de un ministro ignorante y mentiroso las arreglan sus subordinados. Y lo mejor de todo es que lo hacen con sencillez, mucho conocimiento, atención y seriedad. Pillado Escrivá en la mentira reiterada, se fue por la pernera abajo con el paraguas del ridículo ante sus compañeros de bancada.


Visto lo visto, al ministro lo correría a gorrazos por el ministerio, pero a las funcionarias de Tordesillas las sacaría en procesión como ejemplo de cómo se trabaja y cómo se sirve al ciudadano. Y ya que dice el ministro, José Luis, que no existe CITA PREVIA en la Seguridad Social, ahí va una prueba más de las muchas que existen: entren ustedes en la Sede Electrónica del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Acudan al apartado «Ciudadanos» y, a continuación, al apartado «CITA PREVIA para prestaciones y otras gestiones».


CitaPrevia


Llegados a ese punto, nos encontramos con la siguiente información: «con este servicio se pueden obtener y gestionar una CITA PREVIA para realizar trámites en las oficinas abiertas para atención al público del INSS o del ISM (Instituto Social de la Marina)». Ni que decir tiene que la relación de posibilidades de CITA PREVIA es enorme y cada cuál ha de elegirla cita para el tema para el que se le requiere.


A la vista del cuadro inmenso de citas, es un hecho que al ministro lo tienen engañado, además de demostrar que las citas no son bulos y que los cabestros son de muchos tipos. ¿A que sí, ministro Escrivá? Y lo peor de todo es que lo es cada lunes y cada martes.


En fin, tenemos otro ministro comiendo la sopa boba y recibiendo el sueldo inmerecido. No era preciso chillar como conejo maltratado, ratón aprisionado o mamerta enfurecida. «Han estado ustedes mintiendo y diciendo que a la Seguridad Social había que ir con cita previa. No es verdad». «Es un bulo. Es mentira», afirmaba reiteradamente el torpe y engañado ministro, Escrivá Belmonte.

Ha demostrado que sabe cantar sin tino, como dicen en Tierra de Campos; es decir habla mucho y sin fundamento, con lo que se convierte en un bocazas al uso. ¿Me equivoco, ministro?

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