En este siglo de grandes cambios tecnológicos nos encontramos ante retos en los diferentes niveles de la educación que modifican las formas de aprendizaje, por eso los docentes tienen la responsabilidad de constantemente actualizarse, ampliar los planes de estudio y modernizar la experiencia en las aulas. El impacto entre los más jóvenes es significativo, hay un efecto en cadena que aporta grandes ventajas al desarrollo profesional: eficacia e inmediatez, enseñanza personalizada y flexible, acceso ilimitado de contenidos educativos y educación a distancia.
El objetivo que se persigue es seguir mejorando en la adaptación de los recursos digitales, para que los estudiantes obtengan resultados óptimos en su proceso de aprendizaje y así evitar en gran medida la deserción escolar. No se trata de solo usar la tecnología en forma tradicional o monótona, sino reinventar la manera en que se presenta el conocimiento, hacer de las clases una verdadera experiencia de inmersión interactiva, dinámica, audiovisual y vanguardista.
Sin embargo, hacer posible la inclusión de estas nuevas tecnologías no siempre es posible, debido a salarios mal pagados, poco tiempo de preparación de las actividades y la falta de destrezas tecnológicas de los docentes. La actualización de los saberes y la accesibilidad para enseñar en otro nivel de más calidad depende mucho de las instituciones académicas, la única forma de hacerle frente a esta nueva era es trabajar en conjunto como sociedad para tener un presente con generaciones más informadas, educadas y competentes.
El futuro de la educación digital está en nuestras manos, queda que sigamos produciendo contenidos, aplicaciones y programas educativos que nos ayuden a enfrentar la realidad en todos sus ángulos. Para lograr esta unificación de esfuerzos y conocimiento podemos mencionar los siguientes objetivos:
1) Desarrollar nuevas estrategias tecnológicas en la enseñanza e implementar competencias de acuerdo a las TIC, respetando los diferentes procesos de aprendizaje. 2) Lograr un vínculo sólido entre alumno-padre-maestro, el apoyo en familia favorece el acceso al conocimiento y el entendimiento de nuevas habilidades tecnológicas. 3) La tecnología debe ser mediadora en la interacción, para expandir los horizontes y estudiar otras realidades. 4) Los objetivos educativos deben estar relacionados con las competencias digitales. 5) Mantener la motivación de los estudiantes con diversos métodos de aprendizaje.
Según un estudio realizado por Gfk para Samsung Business, el 90% de los profesores consideran que el uso de la tecnología en el aula es un detonante importante para conseguir el éxito y así como también obtener más experiencia práctica, pero el 37% de los docentes no sabe cómo hacerlo. El uso de los Chromebooks, tabletas y pizarras interactivas va en aumento, aunque no en todos los sectores escolares, para llegar a una completa transición digital de la educación es necesario reivindicar el papel de los maestros en la sociedad. No solo basta con reconocer toda la dedicación y esfuerzo de los docentes, sino mejorar sus condiciones de trabajo y hacer posible el acceso a la tecnología en todas direcciones.
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