¡¡Manolo, tú vas a ser Alcalde de Mojácar el próximo 28 de mayo!!, proféticas palabras del inefable Félix Bolaños que, reaparecido después de su mermada salud por los “sucesos” del 2 de Mayo, se ha convertido en un cooperador necesario para la más que previsible derrota electoral de su partido.
El escandaloso fraude del voto por correo ha sido el colofón de una lamentable campaña de la izquierda en estas elecciones. Las listas de Bildu, la preocupante confusión institucional en la que ha incurrido Pedro Sánchez, instrumentalizando los presupuestos del Estado para beneficio electoral de su partido y el masivo intento de compra de votos protagonizado por Coalición por Melilla, socio del PSOE en el gobierno de aquella ciudad, amén de los fraudes electorales en los que están implicados sus candidatos en Andalucía, Murcia o Canarias , hacen presagiar una noche de infarto para las huestes socialistas.
Es evidente que todos estos escándalos reflejan una cierta descomposición interna en el seno del partido socialista. La personalización que ha impuesto Pedro Sánchez en la campaña, le ha llevado a anular y oscurecer a sus candidatos, hasta hacer pasar desapercibidos los debates y propuestas de sus programas electorales. Una persona crispada, malhumorada y enfrentada a sus propias contradicciones como es el actual presidente, ha proyectado esa misma imagen allí donde ha comparecido, a la vez que ha intoxicado la propia campaña. Su silencio ante estos graves hechos, delata su manifiesta incapacidad para controlar su propio partido al igual que le ocurre con el gobierno.
Sin embargo la campaña de las municipales en Andalucía ha transcurrido en un ambiente de sosiego y de ausencia de crispación, salvo los dos últimos días en los que la corrupción ha vuelto a ser protagonista de la mano de quienes venían a regenerar la sociedad. El presidente de nuestra Comunidad Autónoma, Juanma Moreno, ha acertado en separar, a diferencia de Sánchez, la actividad de su gobierno con la de los comicios electorales que afectan a 785 municipios incardinados en las ocho provincias andaluzas. Lo que hoy necesita España son gobernantes que sepan transmitir afabilidad y confianza y eso es de lo que disfrutamos en este oasis que son Málaga y Andalucía.
El 28M es una oportunidad para recuperar la normalidad democrática. Ni que decir tiene que sobre el Gobierno y el Parlamento recaen la obligación inmediata de modificar la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General para que el ciudadano pueda ejercer su derecho al voto por correo con plena garantía de que no pueda ser manipulada ni alterada su voluntad y menos aún que personas u organizaciones corruptas, desestabilicen nuestra democracia y pongan en riesgo la legitimidad de un proceso electoral. que hoy está plena y afortunadamente garantizada por la actuación de la Justicia y la de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
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