En su último artículo, Julen Rekondo, ya desde su titular se pregunta: ¿Porqué no se reciclan más plásticos? Sin leer su diagnóstico, se me ocurre que no les interesa, porque anteponen el negocio a la economía circular y cuidado medioambiental. Así operan en el país colista quienes tienen la responsabilidad de implementar sistemas eficaces (por demostrados) de recogida separada, pero el totum revolotum del contenedor gris sigue siendo su gran negocio.
Según el periodista, España es el cuarto productor de plásticos de la UE con una ridícula tasa de reciclaje de envases del orden del 20%; el resto se añade como vertidos al medioambiente, de forma sólida en vertederos y humos, cenizas y escorias tóxicas por incineradora. Siendo minimizables al máximo, es totalmente insostenible y criminal, ya que conocen la manera de recoger por fracción separada, mucho mas eficientes que depositar en contenedores al gusto, como también conocen sistemas de valorización más racionales.
Hace un repaso del consumo de petróleo y huella ecológica que deja el fabricar diferentes plásticos y similares principalmente para envases. Del proceso de separación de materiales de diferente composición y dificultad de eliminación y-o aprovechamiento de los mismos en exclusiva por Ecoembes como empresa gestora del contenedor amarillo, sobre la que recae una histórica sombra de sospecha como mínimo de falsear los datos en lucro y reciclado……..pero sigue.
Lo último que leemos en la prensa nacional del 11 de junio de 2023 sobre esta empresa es el titular: “ El gran timo de reciclaje de plásticos de Ecoembes” El reciclaje de plásticos que lleva a cabo Ecoembes no funciona ni soluciona nada. Así lo manifiesta Greenpeace en las últimas investigaciones realizadas sobre esta empresa “sin ánimo de lucro” que gestiona el reciclaje de plásticos en España. Para Greenpeace “Ecoembes es una empresa que trata de hacerse pasar por organización medioambiental, pero que en realidad está formada por las mismas marcas que nos inundan de plástico y que no tiene ningún interés en reducir el plástico de un solo uso”.
Según Grenpeace, la perversión del reciclaje está en el método en que se lleva a cabo en España (excepto en 130 municipios sin contenedor) la recogida de basuras y gestión de reciclado: Ecoembes obtiene sus ingresos de los envases consumidos y desechados; cuantos más envases de usar y tirar se produzcan, más aumenta su negocio”. Pero aún hay más: “De todos esos envases que cobra por gestionar, solo se hace cargo de los que se depositan en los contenedores amarillo y azul. Todos los que terminan en el medio ambiente o en el contenedor gris los acabamos pagando nosotros a través de nuestros ayuntamientos: un total de 1.700 millones de euros al año que Ecoembes se ahorra”, aseguran desde la organización ecologista. En Ecoembes aseguran que su tasa de reciclaje es del 75 por ciento, pero para Greenpeace “la realidad es que solo se recicla el 25 por ciento de los envases de plástico y el resto acaba enterrado en vertederos, exportado a otros países con menos recursos, arrojado a nuestros campos y mares o incinerado, generando grandes cantidades de CO2”. “Han pasado más de 20 años con contenedor amarillo y la contaminación por plásticos sigue creciendo.
La razón es que Ecoembes cobra a empresas envasadoras una tasa para el reciclaje -que evidentemente las embotelladoras repercuten en los consumidores- y con ese dinero sufraga los costes de reciclaje, pero sólo el de los envases que se entregan en los contenedores amarillos. Así Ecoembes no paga realmente por reciclar todos los envases puestos en el mercado sino sólo por el ínfimo porcentaje que se deposita en el contenedor amarillo. ¿Y el resto del dinero? En primer lugar a pagar sueldos millonarios de su directiva y de toda su estructura empresarial, ya que no tener ánimo de lucro no le impide el pago de altos sueldos a sus directivos y a su plantilla….esto es común en la España de los servicios públicos privatizados.
Entendiendo que cobra por gestionar el 100% de envases producidos cuando solo recoge el 25%, ¿a qué dedica una empresa sin ánimo de lucro tanto dinero? se preguntan en Greenpeace: “Ingentes cantidades de dinero a campañas informativas y sensibilización en medios de comunicación y hasta para agasajar a periodistas con nombres y apellidos y a políticos de gobiernos autonómicos a viajes de lujo, como los realizados a París o Praga. A cambio, los periodistas no tenían que hacer nada, no se comprometían siquiera a reseñar el evento o a realizar reportajes del acto, solo disfrutar de viajes de lujo a gastos pagados. En resumen, paga -y al parecer bien- el ‘greenwashing’ de su negocio del reciclaje”. Remarca Grenpeace.
Julen Rekondo, pone el foco al final de la tubería que es donde se evalúan las afectaciones medioambientales, sin reparar tanto, en que ello depende de una buena gestión a la entrada de la misma, que es donde comienza el negocio político público/privado de las basuras desde una recogida poco separada.
Lo más triste es que quienes tienen pluma y púlpito, nos hacen ver que el único sistema de valorización energética a partir del plástico es la incineración, ya que siendo derivados del petróleo con gran poder calorífico, es la única fracción que admite valorizar con los materiales todos mezclados..y darle fuego.
Desde hace años operan a pequeña escala, sistemas de valorización material para uso energético por pirólisis, para la obtención de combustible para automoción a partir de envases de plástico que hoy mayormente se incineran Un proceso inverso al de la producción de plástico, con un rendimiento material y rentabilidad económica infinitamente superior al de la incineración.
Sistemas de valorización del plástico para generar hidrocarburos a residuo cero. Información que jamás nos llegará por fuentes oficiales ni institucionales, ni por periodistas “bienpagaos” que menciona Greenpeace.
La empresa mexicana Petgas se ha erigido en punta de lanza a nivel mundial, desafiando a todo el entramado de intereses del oligoplio del petróleo. A partir de convertir en gas combustibles, los diferentes envases triturados e introducidos en grandes reactores. En un segundo proceso de pirólisis, el gas se transforma en líquido, obteniendo diferentes productos: gasolina (48%), diesel (28%), queroseno (12%), parafina (5%) y un mínimo resto sólido y gaseoso, todos con un octanage muy elevado y residuo y emisiones cero.
Aún a pequeña escala. Con sigilo y casi de manera clandestina por razones políticas de estrategia económica, utiliza el plástico reciclado y triturado para obtener combustible, en competencia técnica aunque aún no económica, con las grandes refinadoras. Un sistema de producción demostradamente eficiente exitoso y de gran rentabilidad económica y medioambiental, que hoy de nuevo emerge, siendo Méjico, quien dejándose de miramientos y sin miedo a molestar a sus vecinos, apuesta abiertamente a favor del reciclado masivo de plástico para aprovechamiento energético, no por combustión (incineradoras) sino por transformación escalar en materia prima cercana a la original, al obtener combustibles fósiles de alto octanage, derivados del plástico-petróleo.
Si en la pequeña Euskadi de I+D+I empresarial bien promocionado por el Gobierno vasco, estamos a punto del campanazo mundial, al dar con la solución tecnológica de bajar a la mitad el consumo energético para desalinizar el agua oceánica y convertirla en dulce, esta patente mejicana para convertir los envases plásticos en combustibles, además de acicate empresarial no supondría ninguna revolución tecnológica. El problema de Euskadi es la falta de autonomía sectorial que en lo energético mantiene atado al Gobierno Vasco.
Doble problema en esta Gipuzkoa caciquil en lo político, servil en lo mediático y antidemocrática en ambas, ya que por más que desde Diputación traten de aleccionar en sentido contrario a partir de publireportajes de gran calado en los medios habituales, se ha tocado techo con índices muy bajos de recogida separada para valorizar, con tendencia a retroceder por falta de conciencia y de medios de recogida eficientes. Sufrimos esa condena, fruto de políticas vengativas hacia quienes aún resisten y alcanzan en sus feudos niveles de separación plástica elevadas y susceptibles para valorizar como combustible.
Recordando el mantra del Sr. Oiarbide “Solo se incinerará lo no reciclable”; si la mayor parte del plástico valorizable no se recoge separado, se convierte en “no recicable” dentro del contenedor de errefusa. Este es el negocio de Ecoembes y de los gestores de la incineradora. Impactado por sus sucesivos “accidentes” medioambientales, escasa valorización energética y reiterativos publireportajes en Diario Vasco y Noticias de Gipuzkoa destacando la excelente gestión de GHK (a pesar de sus negativos balances), tras un periodo de alejamiento del tema, observo que Gipuzkoa sigue oliendo a la misma “basura” que siempre tuvimos. Ay si Grenpeace soltara los nombres y apellidos de esos políticos autonómicos!
Pasan años, y la realidad enfrentada, da de si, lo mismo que cuando se inició la lucha contra el estado y lo propio contra la recogida sin contenedores..la locura que definió Einstein: “Hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes” .que nunca llegan. Para los ciudadanos mucho ruido mediático y mediocridad en la gestión técnico-política vista desde la huella ecológica y economía circular En general cada vez mayor exigencia fiscal y burocrática, manteniéndose los eternos déficits de servicios públicos., con causas en imparables privatizaciones.
Aún persisten en sus ataques a los “díscolos”. Razonados o no, estaría bien que el Sr Asensio o el diputado general, lo razonaran desde los datos objetivos y no desde presunciones subjetivas, contestando a: ¿cuantas toneladas de plástico manejan Garbitania y Ecoembes por cada 1000 euros de salario de directivos y empleados? Con parecido poder y hábitos de consumo, una persona de Tolosa y otra de Hernani generan en su casa la misma cantidad de residuos, ¿cual es la media semanal depositada en el contenedor abierto a diario 24 horas por un tolosarra, y la depositada en un cubo el sábado por un hernaniarra? fácil cuatro veces más. Lo mismo para la materia orgánica (sin reparar en la calidad del compost y huella ecológica por metano y lixiviados).
En el polo opuesto la recogida en el contenedor azul y la gestión de papel y cartón por parte de la empresa vasca Papresa, que ya sustituye al 100% la materia prima (madera) para su fabrica de papel, partiendo de papel reciclado.
Para terminar con la más comprometida por “enmascarada”: si Austria tiene un buen sistema de separación de plástico e incinera de media el 38% de todo lo generado, a pesar de ser de igual capacidad valorizadora ¿cual es el balance energético, medioambiental y costo económico para lo público de la moderna incineradora de Zubieta con ánimo de lucro privado, comparada con la de referencia en Spittelau (Austria) de la década de los 80 sin animo de lucro?
La clave de una buena gestión de residuos, gestión del agua y gestión de la energía está en que sean servicios públicos no deficitarios y sin ánimo de lucro. De las tres, en España aceleradamente y en Euskadi con más disimulo, queda por privatizar solo el agua, pero siendo que en Gipuzkoa Aguas de Añarbe es una sociedad anónima privada y no pública……¿porqué S.A.?……estamos cerca.
Por conciencia en Austria incineran solo lo necesario hasta alcanzar el valor calorífico para climatizar los hogares de sus ciudadanos, no más. Aquí, aún con gran excedente de electricidad, quemar a tope para hacer negocio vendiéndola.
Es la razón que les obliga a ocultar lo que con total transparencia hace público el ayuntamiento de Viena por internet y a tiempo real: mediciones en continuo de emisiones de dioxinas, furanos y vertidos a la atmósfera y cauces fluviales en el centro de la ciudad. Si comparamos ambas realidades, de cara a Europa (excepto España) ¿que diría el alcalde de Viena, si solo siete años después nos devolviesen la visita a la Diputación de Gipuzkoa pasando previamente por la Fiscalía de Medioambiente y revisando los informes de GuraSos y Seprona (Guardia Civil), más los resultados del análisis en un laboratorio holandés de huevos de gallinero a cuatro kilómetros de Zubieta? pues diría que desde lo institucional todo es muy borroso….y bastante bochornoso por tóxico.
Este tsunami generador de electricidad “renovable” con fines lucrativos y no de servicio según demanda para cubrir un consumo y mantener algún excedente, en esta alocada España, está cavando la tumba del sector primario del campo y llevando a miles de familias a la ruina y suicidio por desesperación. Lo cual demuestra que nos necesitan pero no quieren para nada ver que progresamos.
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