José Antonio Olmedo López-Amor (Valencia, 1977) es escritor, crítico literario, editor y vecino de Benisanó. Titulado en Audiovisuales, se graduó en Estudios Hispánicos en la Universidad de Valencia. Máster en Creación de Guiones Audiovisuales por la Universidad Internacional de La Rioja. Es miembro de la junta directiva de la Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios, codirector de la revista literaria ‘Crátera’ y autor de tres novelas inéditas, fue finalista del último Premio Azorín con una de ellas. Olmedo ha publicado trece libros, el último, de aforismos, titulado ‘El monstruo en el camerino’ (Trea), el cual presentó el pasado 6 de mayo en la Casa-Museo José Zorrilla de Valladolid.
¿Cómo definirías ‘El monstruo en el camerino’, tu primer libro de aforismos? Creo que la palabra más indicada sería ‘experimento’. Es un libro escrito a cuatro manos junto a David Acebes, un amigo vallisoletano con quien me unen muchas inquietudes literarias. La intención inicial fue llevar el aforismo al límite de sus convenciones. Nos movió una aspiración de búsqueda, un propósito de renovación que respeta en esencia la brevedad del aforismo clásico, así como también la idea del pensamiento encapsulado en pequeñas dosis, aunque en este caso, no sea siempre explícito. Siempre he pensado que al lector hay que proponerle desafíos. Por sintetizar, te diría que es una broma muy seria.
¿Cómo surgió la idea de escribir este libro? Tanto David como yo somos exploradores. Nos gusta cuestionar los límites de las cosas. Comenzamos proponiéndonos un tema y empezamos a escribir aforismos sobre ello. Pronto, nos dimos cuenta de que, al ser escritores multidisciplinares, las diferentes miradas y modos de hacer cohesionaban en textos difíciles de etiquetar. Nos dimos cuenta de que la aleación de técnicas enriquecía el resultado y nos pusimos a intentar dar un sentido global a todo aquello. Por eso es tan importante leer la introducción del libro.
Habéis tenido la suerte de publicar este volumen en Trea, que tiene una de las mejores colecciones de aforismos de España. Desde luego, sí. Estamos muy contentos por ello. Fuimos muy conscientes desde el primer momento de la importancia que tiene publicar esta obra con un sello de estas características detrás. Nos ha costado lo nuestro. Tuvimos que esperar cerca de cinco años para hacerlo realidad, pero ha valido la pena.
¿Por qué está de moda el aforismo? Me atrevería a decir que, tal y como está diseñada la sociedad, su presencia es más necesaria que nunca. Todo el mundo anda con prisa por la calle. La literatura breve es propicia para devolvernos al silencio e introspección de la lectura. Como toda arte, el aforismo no te sermonea, te pellizca, te impele a reflexionar, a relacionar ideas y conceptos y, en mi caso, como lector, siento que me ilustra, inspira y entretiene. Creo que no se le puede pedir más a un texto de apenas dos líneas.
Este no es un libro amable. Hay mucho humor, pero también mucha crítica. En efecto. El sentido del humor es una de nuestras principales fortalezas como personas. Nos ayuda a poner distancia con los problemas y a relativizar sobre lo que nos preocupa, estimula la creatividad y la flexibilidad cognitiva. No lo digo yo, hay estudios científicos que avalan esto. Por eso creímos que lo mejor era que nuestro monstruo abordase su pronunciación sobre la convulsa realidad desde un punto de vista inteligente. Las citas que habéis escogido son muy relevantes. Creo que el mejor aforismo del libro no lo hemos escrito nosotros, sino La Veneno: «¡Calla, canalla!» (cita incluida en el libro). No solo juega con la rima y la aliteración, es extremadamente breve, exhorta a los no canallas a actuar, y a los canallas los llama y señala por su nombre (maniqueísmo). Se puede interpretar también como una invitación al silencio y todo lo que conlleva su concepto filosófico y trascendente. Para alegría nuestra, estas dos palabras también componen un lipograma (texto cuyas palabras contienen una misma vocal), recurso al que hemos dedicado uno de los bloques del libro. Otra cita magistral, y que define muy bien el carácter de la obra, es la que hemos robado al cineasta Rodrigo Cortés: «Es mejor tener gracia que tener razón».
Tuviste el honor de realizar una presentación en la Casa Zorrilla de Valladolid. Dices bien. Me sentí un privilegiado. Todo el mérito es de David Acebes y de Pedro Ojeda, también escritor y profesor de la Universidad de Burgos, quien nos deslumbró con una magnífica disertación. Era la tercera vez que presentaba un libro en tierras vallisoletanas y me sentí como en casa.
Presentaste recientemente otro libro en Buñol y estuviste en la Feria del Libro de Valencia. ¿Qué puedes contarnos sobre lo próximo que vas a hacer? Puedo contarte —con alegría— que acabamos de presentar el monstruo en Madrid, en la sala Aleatorio (Malasaña) y tuvimos el honor de contar con el escritor y crítico literario José Luis Morante, que además es amigo, como presentador. La próxima parada será el 30 de junio en la Librería Berlín (Valencia). Allí tendremos ocasión de compartir por primera vez este libro con los lectores valencianos y tendremos, nada más y nada menos, que el lujo de contar con el poeta Blas Muñoz para disertar sobre el libro.
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