Encontrar a nuestro monstruo personal y darle muerte es uno de los objetivos vitales fundamentales que tenemos, incluso si no éramos conscientes de ello. Ese es uno de los valores que tiene la obra de Raúl Nogales (Madrid, 1974): guiarnos, de la mano de Hermes, su protagonista, por un universo que siempre será distinto en función de quién se sumerja en él.
¿Cómo surgió la idea para escribir A orillas del Aqueronte? La idea original de la trilogía surge hace muchos años, posiblemente nace cuando aún no tenía todo el contenido para poder desarrollarla, de hecho, creo que aún no tengo todo el contenido como para terminarla.
Respecto de A orillas del Aqueronte concretamente, siempre tuve claro lo que quería contar y transmitir en este primer volumen de la trilogía, quizá haber tenido por diferentes motivos un retraso importante en el desarrollo del libro me ha ayudado a madurar e incorporar elementos que originalmente no tenía y que desde luego hacen del libro una obra mucho más completa. ¿Qué es la trilogía Némesis? Háblanos un poco sobre este proyecto. La trilogía de Némesis es un viaje que recorre una vida a través de los ojos de su protagonista, Hermes Reyes. Un monólogo repleto de reflexiones y cargado de misterio y aventuras que invitan al lector a trasladar las reflexiones de Hermes a un foro interno, a abrir los ojos, a ser inconformista, a ser políticamente incorrecto.
Todo lo anterior haciendo un homenaje a la Divina comedia y una carga histórica importante. En A orillas del Aqueronte, nos encontramos con un viaje por el infierno y aderezado por la mitología griega. Un cóctel del que estoy muy satisfecho.
Es cierto queA orillas del Aqueronte está lleno de referencias mitológicas, ¿cómo de enamorado eres de la mitología? Soy un enamoradizo, soy un romántico empedernido, estoy muy enamorado de la mitología griega, como lo estoy de la historia de México y la figura de Jesucristo. En este caso concreto, la mitología griega me permitía concatenar muchos elementos del libro, sobre todo presentar al personaje que nos va a acompañar durante la trilogía, y, si los dioses quieren, alguna historia más.
Trasladar al lector la reflexión de la competencia entre dioses y mortales y cómo los dioses siempre jugaron con los segundos a su antojo, me pareció un escenario perfecto para abrir el debate respecto de la diferencia que hoy puede tener el modelo acerca de determinadas políticas, sus políticos y los mortales que, irremediablemente, los acompañamos.
Tu libro tiene mucho de tu biografía, si bien afirmas categóricamente que no es tal cosa. ¿Qué cosas tiene de tu vida esta novela? Creo que uno de los atractivos del libro es entender que es una historia basada en hechos reales cargada de componentes de ficción. Sí, mucho del libro está basado en hechos reales, yo me atrevería a decir que casi todo, pero es que todos mis libros son así. Ahora bien, hay muchos elementos que no son reales, unos que son evidentes y otros que no lo son tanto y que creo que es bueno que queden así, que formen parte del misterio del libro. En primer lugar, porque determinar si algo ha sido o no real del libro no va a aportar nada, ni mejor ni peor, y lo más importante es entender y debatir respecto de que absolutamente todo lo que se narra en el libro ha podido y puede ser real. Esa es la clave, ese es el punto. No debatir si Hermes vivió o si yo me he basado en una experiencia traumática para escribir… No es lo más importante, lo más importante, como digo, es entender que todo lo que se cuenta ha podido pasar y pasa.
A orillas del Aqueronte nos habla de los peligros y las consecuencias de matar a nuestro monstruo. ¿Cuál dirías que es tu monstruo, Raúl? He tenido muchos monstruos en mi vida, unos más pequeños, otros más grandes. Gracias a Dios, los he superado todos. Alguno simplemente dejándolo atrás y, ayudado por el tiempo, depositándolo en el cajón del olvido, y otros a los que he tenido que matar. Ahora mismo, gracias a Dios, mis monstruos son menores y no hay ninguno que merezca el tiempo de planificar un asesinato… Ni en sueños.
¿Cómo podemos hacer todos los que leamos tu libro para encontrar a nuestro monstruo? Creo que es imposible, y lo digo con esta rotundidad, leer el libro y no ponerse en primera persona en los zapatos de Hermes. Creo que todos los lectores se van a identificar con Hermes, en mayor o menor medida, y cada lector irá interpretando cada una de las aventuras de Hermes y creando un paralelismo con su propia vida.
Creo que es uno de los valores que tiene el libro, que transporta a cada lector a un mundo diferente, a su mundo. Si tengo cinco lectores, el libro tiene la capacidad de crear cinco mundos diferentes de la mano de cada uno, y si llego a tener millones de lectores, se habrán creado millones de universos paralelos con historias muy personales de cada uno, con historias de sacrificio a las que cada uno ha tenido que enfrentarse en su vida y todo un albero lleno de monstruos donde cada lector se enfrenta a ellos.
De tu libro se ha dicho que es la Ilíada del siglo XXI, que es un libro que cada vez menos gente conoce. ¿Crees que corremos peligro de olvidarnos de los clásicos? ¿Te gustaría, a través de tus novelas, contribuir a acercarlos al público? A ver…, vamos por partes, que aquí hay mucha miga. Cada vez que escucho que A orillas del Aqueronte es la Ilíada del siglo XXI, se me ponen los pelos como escarpias y he de reconocer que al principio de escucharlo, cuando el editor decidió introducirlo en la sinopsis, pensé que era un elemento muy de marketing, pero la verdad es que, a medida que me lo dicen los lectores, y es un tema que sale de manera recurrente en las entrevistas, he de reconocer que me gusta, me gusta mucho, ja, ja, ja.
Creo que corren peligro los clásicos porque corren peligro los valores esenciales en la sociedad y, en consecuencia, en las personas que la formamos. Ese es el peligro real, los valores; si cuidamos los valores, eso genera un hilo conductor que obligatoriamente nos va a invitar a mantener vivos los clásicos en cualquier campo, no solo en la literatura.
Creo que A orillas del Aqueronte lo tiene todo para convertirse en un clásico y creo firmemente que solo el hecho de compararlo con la Ilíada ya me parece que es un éxito para el que no estaba preparado y que valoro mucho más que un millón de ventas. Lo valoro yo y lo valora Hermes, estoy seguro. ¿Qué es lo más esencial que necesitas ver en tu libro antes de que sientas que ya lo has terminado? Uff, ja, ja, ja, soy un maniático cargado de TOC, nunca estoy satisfecho y siempre tengo la sensación de que cualquier trabajo está incompleto. Soy la búsqueda incansable de un no sé qué imprescindible. Posiblemente siento que el libro está terminado cuando las fuerzas me abandonan y soy incapaz de revisarlo una vez más.
Ahora te pregunto como lector: ¿cuál es el libro que menos te ha durado entre las manos? Voy a pensar que tu pregunta es en positivo y que te refieres al libro que he leído más rápido y no el que he abandonado más temprano. También he de decirte que tanto para el cine como para literatura, soy incapaz de dejar una película o un libro a medias, aunque no me esté enamorando.
Hay muchos libros de los que estoy enamorado. Posiblemente uno de ellos, por citar alguno, podría ser Azteca de Gary Jennings. Ma parece simplemente maravilloso. ¿Qué te gustaría transmitir a los lectores con A Orillas del Aqueronte? Millones de cosas, pero, sobre todo y por citar la más importante o sobre la que gira la reflexión principal en la obra, el hecho del sacrificio, que siempre está ligado al éxito. Como he dicho en alguna otra entrevista, necesito que la gente se dé cuenta de que cada vez que critica o envidia o resta valor a un éxito, da igual que sea el éxito de un vecino, amigo, su jefe, compañero o famoso que sale en televisión, siempre, siempre, siempre hay una historia de sacrificio detrás y normalmente es una historia para la que no todo el mundo está preparado. Fijarse en el aire fresco que se siente en lo alto de la colina cuando has conquistado la cima del éxito es fácil, meterse en la piel de Hermes, vivir sus aventuras y enfrentarse a sus monstruos no es tan divertido, y estoy convencido de que A orillas del Aqueronte va a ayudar a muchos lectores a dar un paso al frente y sentirse Hermes Reyes y a otros a no hacerlo, pero valorar a quien lo hace.
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