Los comicios del 28-M llevaron hasta el País Valencià tenebrosos vientos preñados de odio y ansias de venganza. Recién vaciadas las urnas y con la fuerza que les daban los votos, la derecha extrema y la extrema derecha comenzaron a ocupar los puestos de poder a los que desde hace ocho años estaban aspirando. Partido Popular y sus amigos y socios del partido fascista llegaron a la Generalitat valenciana, a los Ayuntamientos de las tres capitales del País y a muchos en otras ciudades con un punto firme y prioritario en su programa: tapar con el odio el País Valencià, atacar las libertades que tantos años ha costado conseguir, destruir todo atisbo de la lengua y cultura del País y arrasar con la enseñanza del valenciano en la escuela pública.
Pronto vimos por donde iban a ir los tiros, de momento metafóricos, de la derecha extrema y la extrema derecha, el primer gol por toda la escuadra que VOX consiguió meterle al PP fue conseguir una Vicepresidencia y la Conselleria de Cultura para un personaje tan preparado para lidiar con los negociados culturales como un torero retirado, un personajillo que para nada esconde sus ínfulas franquistas y fascistas, valga la redundancia, que tuvo dudas entre los nombres de Caudillo y Duce para bautizar a uno de sus caballos. Al frente de las Corts, otro gol de VOX, han puesto una Presidenta que presume de su ultracatolicismo mientras niega el desastre climático que ya está tocando a la puerta. Y Mazón contento, estaba dispuesto a todo por llegar a President de la Generalitat valenciana, ya lo dijo en una conversación, de la que existe prueba grabada, “se la tendremos que “chupar” a alguno de esos de VOX que vienen a tocar los cojones”. Fino lenguaje de un fino alicantino como Mazón.
Después llegaron las prohibiciones de revistas, incluso infantiles, en la biblioteca pública de Borriana, las censuras de conciertos, el último en Elx, y al pasó que van estos nuevos “torquemadas de pacotilla” puede que algún que otro día les dé la ventolera fascistoide de quemar libros, todo se puede esperar de gente con un nivel intelectual bastante bajo. Vicent Torrent, uno de los fundadores del mítico grupo Al Tall, lleva más de medio siglo luchando por un País Valencià más libre, más culto y más conocedor de sus tradiciones. Es un importante musicólogo que hace algunos años recorrió todo el País recogiendo en la voz de los ancianos viejas canciones populares para evitar su desaparición. Durante más de cuarenta años con Al Tall ha estado por diversos escenarios llevando más allá de las fronteras valencianas nuestra lengua y nuestras canciones populares. Nos conocimos a finales de los sesenta cuando con el grupo València Folk comenzaron a cantar semanalmente primero en el desaparecido Studio de l’eixample de la ciudad de València y después en el teatro de la Societat Coral El Micalet, donde cada martes, entre “barralets” de vino y “cacaus i tramussos” cantaban y presentaban nuevas gentes que comenzaban en lo que antes llamábamos “nova cançó”. Vicent Torrent reúne los méritos suficientes para que con su nombre fuera bautizado l’Auditori de la ciudad de Torrent.
Ahora, los censores y sembradores de odio recién llegados al poder han decidido quitar el nombre de Vicent Torrent del frontispicio de l’Auditori de su ciudad natal. La excusa oficial es que en Torrent, ciudad, existen otros nombres apropiados para l’Auditori, en realidad han descabalgado el nombre de Vicent Torrent del edificio musical de su ciudad simplemente por ser quien és, por ser, como dice la canción “Tio Canya” un “home que ve del poble a qui ningú fa baixar la cara”, por ser un valenciano amante de su tierra y su lengua, una tierra y una lengua despreciada por los que ahora ocupan los puestos de poder, haciendo de este poder un arma para destruir las raíces, las tradiciones y la cultura del País Valencià.
Este miércoles, en señal de protesta, a las 20 horas se ha convocado una manifestación a las 20 horas delante de la explanada de l’Auditori Vicent Torrent. La distancia, que para mí nunca será un olvido, me impedirá ser allá junto a Vicent y tantos amigos, por eso con este escrito quiero llevarles mis ánimos, y mi protesta ante todos los ataques que está sufriendo la cultura, en general, desde que las hordas fascistas han entrado en las instituciones. Y señalar que no sólo es culpable VOX, este partido, que presume de franquista, está haciendo el trabajo sucio que a muchos en el Partido Popular les hubiera gustado hacer hace años.
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