Este fin de semana regresó a España el equipo de la VIII edición de la expedición “Desafío Ártico: Operación Iceberg”. Una exploración polar que se ha llevado a cabo durante del 12 al 28 de julio en Groenlandia y que ha liderado, como cada edición, el explorador malagueño Manuel Calvo en la que ha recorrido 592 kilómetros con un grupo de adolescentes que han superado el cáncer como reconocimiento a su lucha y espíritu de superación.
El equipo de ‘Desafío Ártico: Operación Iceberg’ a su llegada al aeropuerto de Málaga
Además, y como gran reto que el equipo se marcó y ha logrado, desde Groenlandia han puesto rumbo a España un auténtico iceberg para concienciar de los efectos del cambio climático.
Comparativa del mismo glaciar en 2018 y en 2023 en la que se aprecia la pérdida de hielo
La expedición, patrocinada por la Diputación de Málaga junto a la Fundación Dingonatura, ha conseguido un año más hacer realidad una aventura por la costa oeste de Groenlandia para documentar pormenorizadamente los efectos del cambio climático que tanto afecta a esta zona de la Tierra y concienciar así sobre los problemas que crean en el ecosistema, sus habitantes y la flora y fauna que allí se encuentran. Además de documentar la zona y recoger muestras biológicas que se enviarán a distintas instituciones que llevarán a cabo su análisis científico para seguir investigando cómo las alteraciones climatológicas afectan la zona, toda la aventura y la exploración del equipo en el Ártico se mostrará en la película-documental "Desafío Ártico - Operación Iceberg".
Un iceberg que ahora está rumbo a Málaga
“Desafío Ártico: Operación Iceberg”, con el objetivo de crear concienciación con el mayor impacto posible, ha conseguido en su octava edición trasladar un auténtico iceberg de más de 15.000 kilos desde Groenlandia hasta la mismísima costa de Málaga que llegará a principios de septiembre. El propósito es que todos puedan contemplar con sus propios ojos lo imponente, lo puro y lo extraordinario que esta pieza de la naturaleza nos ofrece: un tesoro que ahora se ve amenazado por el calentamiento global. Después de que la expedición haya obtenido la licencia de exportación por el Gobierno de Groenlandia del iceberg para su estudio científico, está recorriendo su camino por el mar en un contenedor a 22ºC bajo cero hasta su desembarque en España.
De esta manera, Desafío Ártico emulará acciones como la de la organización científica Artic Basecamp —que situó en el río Clyde de Glasgow un iceberg durante la Cumbre del Clima 2026— o las del artista danés Olafur Eliason junto al geólogo Minik Rosing, —que hicieron lo mismo en las ciudades de Copenhague, Londres y París—: todas ellas con el objetivo de concienciar a la población mundial sobre las terribles consecuencias del cambio climático, consiguiendo en cada caso el reconocimiento por parte de las organizaciones ecologistas más prestigiosas del mundo.
592 kilómetros recorridos para comprobar cómo el Ártico desaparece a causa del cambio climático
El equipo explorador ha recorrido en esta edición un total de 320 millas náuticas (592 kilómetros) en una embarcación neumática superando cada día condiciones climatológicas adversas de frío, niebla y lluvia a través de los fiordos del sur de Groenlandia. En algunas ocasiones, se vieron colapsados por la cantidad de hielo flotante, obligando a la expedición a recalcular la ruta prevista con las consecuentes horas de retraso. En total, se han explorado en profundidad los glaciares Qoroq, Tasermiut y Caleraliq.
Como en cada edición, han contado con el apoyo y simpatía del pueblo inuit en todos los lugares que han visitado y han recibido su apoyo para sacar adelante la Operación Iceberg. Los testimonios que el equipo ha recogido de los habitantes de esta zona de Groenlandia ratifican la necesidad y la urgencia de este tipo de acciones de concienciación para el resto del mundo: el Ártico se derrite. Las consecuencias del cambio climático ya están aquí.
Desde Fundación Dingonatura y la Diputación de Málaga se va a compensar la huella de carbono del viaje con una reforestación de árboles. A partir del mismo aterrizaje, el equipo está ya trabajando en la novena edición de Desafío Ártico: "Operación Inuit".
Una gran aventura con un objetivo solidario
“Desafío Ártico” también es un proyecto educativo enmarcado dentro del programa “Dingonatura Impacta” para promover la educación de niños y jóvenes sobre la tenencia responsable de animales de compañía y la concienciación sobre la protección del medio ambiente. En marcha desde 2015, ya cuenta con más 300 colegios visitados en toda España organizando talleres educativos donde los estudiantes asisten a ponencias sobre tenencia responsable y respeto por los animales, proyección de vídeos sobre exploraciones con el trasfondo de la cultura del perro y ejercicios de concienciación acerca de las consecuencias del cambio climático.
Para Manuel Calvo Villena, presidente de MaratónDog y líder de la exploración “Desafío Ártico”: “comprobar in situ la desaparición de un frente glaciar milenario en menos de cinco años ha sido demoledor. Las pruebas gráficas están ahí y cualquiera puede comprobar la realidad del cambio climático y lo que está sufriendo este planeta. El objetivo de Desafío Ártico de concienciar sobre las consecuencias del cambio climático con las evidencias de este año no puede ser más contundente: todas las pruebas de cómo estaba el Ártico antes y después, trayendo un iceberg a España para que desde aquí puedan ver lo que pronto será algo difícil de encontrar incluso en el Polo Norte”.
Además, Manuel ha añadido: “promover el espíritu aventurero entre los jóvenes y aprender de la capacidad de superación de este grupo de chavales que ha aprendido la cultura y arte Inuit, que ha dormido en una tienda de campaña sobre un glaciar, cambiando día a día de campamento trasladando cada uno 20 kilos de equipaje y todo sin teléfono móvil… A pesar de todas las adversidades, hemos tenido la energía e ilusión suficientes para superar este reto, poniendo en rumbo el iceberg a España y dispuestos a preparar desde ya la edición del año que viene”.
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