Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Relato | relato breve | relato corto | Reflexión

El hombre del sombrero

Posiblemente algún día me acerque a él y le daré la enhorabuena
Gabriel Muñoz Cascos
viernes, 18 de agosto de 2023, 09:28 h (CET)

Podría parecer una extravagancia escribir en estos tiempos algo relacionado con el sombrero, cuando el empleo de esta prenda ha caído en desuso considerablemente- Sin duda sería mucho más familiar -y quizás atractivo- escribir sobre el hombre y el perro o el hombre y el móvil que tienen más visos de relación con los tiempos que corren. Pero, no va a ser del sombrero de lo que voy a escribir porque acudiendo a la buena información que se puede encontrar en internet quedaremos completamente satisfechos de la antigua y apasionante historia de esta prenda de vestir, cuya palabra procede de la voz latina umbra que significa sombra.


Hoy quiero contar un caso verídico que contemplo con mucha frecuencia desde la terracita/balcón de mi casa en la plaza de Colón, de Córdoba y, a veces, desde la calle cuando doy el preceptivo y saludable paseo matutino. Se trata, como ya habrán adivinado, de mi “hombre del sombrero”. Y voy a relatarles lo que sucede con él.


Es un señor, de mediana estatura y también aparenta ser de mediana edad, despierta mi atención por muchas cosas y todas positivas. Primeramente camina muy derecho y con mucha seguridad, a un paso -diríamos ligero- pero no acelerado. Viste habitualmente con un atuendo que denota su interés por ir bien presentado y siempre tocado con sombrero (no sé si tiene varios). La peculiaridad de este hombre es que su caminar (casi siempre pegado a los aparcamientos) lo acompaña de un interés muy definido: observar el suelo. Supongo que alguna vez (o más de alguna, si cabe) habrá encontrado en su caminar alguna moneda extraviada por alguien al subir o bajar de su vehículo. Lo que le anima a convertir su paseo en una fuente de ingresos de poco calado pero de mucha satisfacción. Y, también, escudriña en las máquinas que emiten los tickets por si algún despistado no recogió el cambio.


Para ir terminando, confieso que cuando encuentra su preciado tesoro lo hace de una forma especial: mira a su alrededor y como con disimulo no exento de elegancia recoge su peculiar cosecha y sigue caminando entre altanero y contento sin perder su compostura. Posiblemente algún día me acerque a él y le daré la enhorabuena.

Noticias relacionadas

Parece ayer, pero el 13 de marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio, jesuita argentino, fue elegido como el primer Papa hispanoamericano, el primer jesuita y el primero en adoptar el nombre de Francisco. Desde aquel momento, el mundo católico supo que algo estaba cambiando. Su papado no fue uno de ruptura doctrinal, sino de un profundo viraje pastoral y teológico.

Apenas falleció en Lima el único premio Nobel de literatura que haya nacido en el antiguo Tahuantinsuyo, en la ciudad natal del último inca (Quito), uno de quienes admiran su derechismo era reelecto presidente. Daniel Noboa se ha impuesto con unas matemáticas tan extrañas que no serian compatibles con la de cualquier científico que haya ganado un Nobel en dicha disciplina.

En la selva espesa y a menudo enredada de la historia americana, las plumas religiosas dejaron testimonio abundante y a veces glorioso de su misión en el Nuevo Mundo. Lo hicieron con la convicción de quien se sabe elegido y con la tinta del que narra su parte del relato como si fuera la única.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto