El BCE subió los tipos 25 puntos básicos al dar más importancia a la inflación que al crecimiento. La declaración parecía sugerir el deseo de mantener los tipos en los niveles actuales y hacía hincapié en su creencia de que esto "contribuiría sustancialmente" a que la inflación volviera al objetivo.
No hubo cambios en el PEPP ni en los requisitos de reservas, lo que probablemente provocó el fuerte rendimiento de los diferenciales periféricos. Está claro que el BCE quiere acabar ya con las subidas, y los datos de crecimiento probablemente lo corroboren; sin embargo, aún quedan algunos obstáculos que superar de cara a finales de año, sobre todo en lo que se refiere a los precios de la energía.
Comentario económico de Orla Garvey, Senior Fixed Income Portfolio Manager, Federated Hermes Limited
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