El vicesecretario y responsable de economía del Partido Popular, Juan Bravo Laguna, acaba de publicar un video (aquí) en el que demuestra que no tiene ni idea de economía. No se pueden decir más barbaridades en menos tiempo. Dice Juan Bravo: «Debemos aplicar esa sabiduría popular, eso que todos hacemos en nuestras casas, a las cuentas públicas… no gastar lo que no se tiene».
Es una barbaridad porque la naturaleza y la función económica de los hogares y las del Estado de ninguna manera se pueden comparar. Las diferencias principales son muy fáciles de entender y las sabe cualquiera que haya estudiado primero de economía: el Estado se puede endeudar a eternidad, algo que nunca podrá hacer una familia; un Estado puede disponer de su propia moneda, de modo que se podría endeudar consigo mismo, lo cual no supone el mismo problema que hacerlo con un tercero; cuando el Estado gasta, crea sus propios ingresos; el gasto que realiza el Estado se convierte automáticamente en una cantidad mayor de renta para el resto de la economía… En contra de lo que dice Juan Bravo, aplicar el criterio del gasto familiar al Estado llevaría a la ruina de cualquier economía.
Es también una barbaridad promover la reducción de todo tipo de gasto del Estado. El que realiza en inversión es imprescindible, literalmente imprescindible, para que haya inversión y beneficio privados. Prácticamente ni una sola empresa privada obtendría ganancias sin inversión pública y sin el gasto del Estado en bienes y servicios públicos. La barbaridad no es que el Estado se endeude, como dice Bravo, sino que deje de hacerlo y que, por esa causa, no se cree el capital necesario para que la economía funcione. La barbaridad sería no endeudarse y financiar gastos o inversiones que van a crear riqueza durante un largo plazo con dinero actual.
Por todo ello, son las políticas de recortes que el PP defiende las que más deuda han generado siempre y siguen generando.
Por otro lado, el responsable de economía del PP demuestra ser muy ignorante o muy cínico cuando achaca la deuda pública española a la izquierda. Su peso en el PIB aumentó una media anual de 2,4 puntos porcentuales con los gobiernos de Felipe González, 3 con Zapatero y 4,4 con los de Rajoy. Es verdad que bajó casi 14 puntos con Aznar, pero no por gastar menos, sino por computar en esos años los ingresos por la venta de las grandes empresas públicas españolas. ¿Y acaso le parece mal que el de Pedro Sánchez se endeudara en mayor medida para hacer frente a la pandemia, como hicieron todos los gobiernos del planeta? ¿Qué hubiera hecho el PP, dejar que se hundieran miles de empresas españolas?
Olvida Bravo otra realidad: han sido municipios de derechas los que más han aumentado la deuda en España, mientras que los de izquierdas han tenido que reducirla. Deja también a un lado algo fundamental: la deuda no es un gusto de quien pide prestado, sino un negocio de la banca que aumenta por la influencia que esta última tiene y que se convierte en una esclavitud para los endeudados.
También se equivoca o miente Bravo con otra cuestión: achaca a Pedro Sánchez el mayor crecimiento de la deuda de la Seguridad Social cuando lo cierto es que en los dos últimos años de Rajoy se multiplicó por 2 y por 1,4 en los dos primeros del socialista, hasta que la pandemia provocó la crisis. Y engaña Bravo de una manera vergonzosa cuando, hablando de esto último, dice «no nos han dado nada. Todo está en deuda». ¿Las pensiones y las demás prestaciones que proporciona la Seguridad Social a los españoles son «nada»? Es cierto que el conjunto de los españoles se ha endeudado para financiar todo ello, pero eso no es despilfarro, se llama solidaridad. Lo que hay que hacer es encontrar más ingresos, no acabar con las pensiones o la sanidad pública y las prestaciones sociales, como hace el Partido Popular, por cierto, sin decírselo claramente a la gente.
A la ignorancia de Bravo se une la demagogia y critica que Pedro Sánchez viaje acompañado de asesores a las cumbres internacionales. ¿Dejaría el PP que Feijóo, que ni siquiera sabe expresarse en inglés, fuese solo a esas reuniones? ¿Viajan solos otros líderes internacionales, o van acompañados de más gente cuanto más poderosos o influyentes son?
Ignorancia, demagogia y engaño a los españoles. El cóctel explosivo de quienes alardean de honestos y patriotas.
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