Los niños con rinitis alérgica (RA) están infradiagnosticados y sin el tratamiento adecuado, lo que impacta negativamente en su calidad de vida, con problemas que afectan desde el ámbito del sueño al odontológico o los procesos de aprendizaje. Así, lo denuncian los especialistas reunidos en el 74 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), que se celebró del 5 al 8 de octubre en el Hotel Meliá Castilla de Madrid. “La prevalencia de la rinitis alérgica está en aumento. Afecta a uno de cada cuatro niños, un tercio de ellos no tienen diagnóstico y el 80% de los pacientes pediátricos no reciben el tratamiento adecuado. Lo consideramos una pandemia silenciosa”, explica el doctor Christian Calvo, vocal de la comisión de ORL pediátrica de la sociedad y coautor del Libro Blanco presentado en esta edición del congreso.
La RA se define clínicamente como el conjunto de síntomas nasales que aparecen tras la exposición a un alérgeno por una respuesta inflamatoria mediada por inmunoglobulina E (IgE). Estos síntomas incluyen rinorrea, obstrucción/congestión nasal, prurito y estornudos. En los últimos años la incidencia y prevalencia de la RA han aumentado de manera progresiva. “Pese al mayor número de pacientes pediátricos es una enfermedad minusvalorada tanto por la población como por parte de los profesionales sanitarios que los atienden. Indicar el tratamiento adecuado es capital, ya que esta enfermedad se asocia con trastornos del sueño, peor aprendizaje, mal desarrollo facial, caries, apiñamiento dentario, entre otros”, añade el doctor Calvo.
La RA condiciona obstrucción nasal, la cual está asociada a un aumento de patología en la vía aérea superior. “Provoca un aumento en el número de adenoiditis, rinosinusitis crónica, otitis, trastornos respiratorios del sueño e infección de la vía aérea superior”, precisa este experto.
Por otra parte, esta patología también afecta al olfato, un sentido muy importante para la seguridad del niño; así como para una correcta alimentación y nutrición. El estudio OLFAPEDRIAL demostró que el 44 % de los niños con RA tenía algún grado de alteración del olfato, que al igual que ocurre en el caso de los adultos puede considerarse un marcador clínico de la gravedad de la enfermedad.
Impacto en el rendimiento escolar
El rendimiento escolar también se ve afectado por la rinitis alérgica. Según un estudio en el que participaron 1.834 estudiantes, los adolescentes con RA tuvieron un 86 % más de probabilidad de suspender sus exámenes que sus compañeros sin RA.
“La rinitis alérgica afecta a todos los ámbitos de la calidad de vida del niño y adolescente”, insiste el doctor Calvo. También afecta a la calidad del descanso nocturno. “Los niños con RA tienen un riesgo mayor de padecer apnea obstructiva del sueño, probablemente debido al paso a respiración oral, lo que está asociado con una posición posterior e inferior de la lengua y una mayor colapsabilidad de la vía aérea superior”, añade. Además, la RA se relaciona con un mayor riesgo de maloclusión y mal desarrollo facial.
Tratamientos de la RA
La guía clínica más relevante es el documento de posición sobre rinitis pediátrica de la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (EAACI). “Propone como primer tratamiento, los antihistamínicos orales o intranasales; en segundo lugar, corticoide intranasal, y, por último, combinar terapias o añadir antagonista de receptores de leucotrienos. Desde el primer momento se plantea la opción de asociar lavados nasales, inmunoterapia y evitar alérgenos”, enumera el doctor Calvo.
Mientras que el documento de posición sobre obstrucción nasal de la SEAIC y SEORL-CCC incluye, en primer lugar, tratamiento médico con corticoide intranasal, antihistamínico oral e intranasal, entre otros. Recomiendan cirugía tras fracaso terapéutico tras tres meses de tratamiento.
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