Con bombos y platillos durante el proceso de selección de candidatos para Fiscal General del Estado el Dr. Emiliano Rolón hacía muestras de una capacidad excepcional, así, entre otras cosas, expresaba: “la personalidad de quien lidera es determinante”, como advirtiendo que los otros candidatos carecían de tales atributos. Sin embargo, hoy podemos afirmar que el nombrado fue un fiasco.
Luego de su elección, Rolón, lejos de combatir la corrupción imperante del país, esta se reafirmó y lo que es peor se hizo visible la corrupción también existente en su propia casa, es decir el Ministerio Publico. Antes y durante el mandato de Sandra Quiñonez se percibía corrupción en el Ministerio Publico pero no se sabía si esa era prolífica por incapacidad de quien lideraba o por profesionalismo ordenado de los agentes que lograron disimularlo.
Hoy, todo ha salido a la luz y por un lado la retención de causas sin tramite (“cajoneo”) continua igual o tal vez se incrementó más de lo que era durante el mandato de Sandra Quiñonez o mejor dicho se incrementó y el Dr Emiliano Rolon en lugar de destituir a los fiscales y fiscales adjuntos, que realizan tal práctica, una vez comprobada, simplemente los traslado, cambiando uno por otros, es decir “caído un corrupto viva un corrupto”.
La prensa le señala casos detallados, hasta publicados por las redes sociales y el hombre de la personalidad o liderazgo no se percata ni actúa.
El pecado ahí ya no es no abrir una causa (como lo hizo tardíamente en el caso Pecci) sino no darse cuenta él del ilícito imperante hasta que la prensa lo señale.
Volviendo al caso Pecci que asquea a todos los paraguayos y a muchos colombianos, el “hombre de la personalidad” se encuentra resistente, no actúa hasta que Colombia le solicita o el senado actuando como niñero para decirle o reclamarle cuál es su función.
Si en ese caso que es atroz y emblemático y transnacional, no se mueve el Dr. Emiliano Rolon, que podemos esperar para los que son víctimas y no tienen prensa ni medios económicos para actuar. Hace un tiempo he publicado un artículo con nombre de “Judas”, en el que entonces me refería a Sandra Quiñonez, pero hoy no se cual apelativo le cabe a Rolon ante tanta desconsideración al tratar de minimizar y desviar la atención sobre la investigación.
No cabe duda que el crimen se cometió en otro país y no en Paraguay pero aún existe una casi certeza que se preparó, premedito y ordeno desde el Paraguay, como es entonces que aún no se han auditado las causas que llevaba Pecci y tratar de investigar el denominador común. El senado en lugar de instar al Fiscal General que haga su trabajo, debió iniciar juicio político y destituirlo por mal desempeño.
Esta más patente que el Fiscal General del Estado, no es capaz de contener la criminalidad, no es capaz de aplicar la ley ni auditar debidamente a sus dependientes.
Al parecer el Fiscal colombiano desconfía de la fiscalía paraguaya y por algo al pedido de informe de la ex Fiscala Sandra Quiñonez, el Fiscal colombiano nada informo sobre Correa, el testimonio de Correa era probable que debería ser oculto a Paraguay hasta tanto se perfeccione la prueba. Esto tampoco motivo al Dr. Emiliano Rolon a indagar sobre el caso de comprobarse algún día que efectivamente la autoría moral del crimen se gestó en Paraguay los fiscales Sandra Quiñonez y Emiliano Rolon quedaran atados como encubridores.
|