Refugiados sudaneses que huyen de la guerra se asientan en un campamento provisional en el vecino Chad. En todo el mundo aumenta sin cesar el número de personas refugiadas, desplazadas y solicitantes de asilo, y una de las principales causas está en los conflictos que sufren sus países de origen. Imagen: Colin Delfosse / Acnur
GINEBRA – El número de personas desplazadas por la guerra, la persecución, la violencia y las violaciones de los derechos humanos en todo el mundo ya superó los 114 millones, según se indica en un nuevo informe de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
“El mundo se centra ahora, con razón, en la catástrofe humanitaria de Gaza. Pero en todo el mundo hay demasiados conflictos que proliferan o se intensifican, destrozando vidas inocentes y desarraigando a la gente”, declaró el responsable de Acnur, Filippo Grandi.
El informe, con datos hasta septiembre, no incluye los desplazamientos de centenares de miles de personas dentro de la Franja de Gaza, bombardeada por Israel y con miles de muertos, después de que milicianos del movimientos islamista Hamás atacaron el sur israelí el 7 de octubre y mataron a unas 1300 personas.
Durante el primer semestre del año los principales impulsores del desplazamiento forzado fueron la guerra en Ucrania y los conflictos en Sudán, la República Democrática del Congo y Myanmar. Además, la combinación de sequía, inundaciones e inseguridad en Somalia, y una prolongada crisis humanitaria en Afganistán.
El conflicto en Ucrania que siguió a la invasión por fuerzas rusas en febrero de 2022 produjo la huida al exterior de unos ocho millones de personas y el desplazamiento interno de otros cinco millones. En Sudán estalló en abril una lucha por el poder entre dos formaciones armadas, el Ejército nacional y las rebeldes Fuerzas de Apoyo Rápido, que ha dejado al menos 9000 muertos y provocó el desplazamiento de más de cinco millones de personas, de ellas más de un millón a países vecinos.
En el este de la República Democrática del Congo actúan formaciones irregulares, algunas remanentes de conflictos sufridos por África oriental a finales del siglo pasado, y los combates y matanzas han desplazado a 5,8 millones de personas, de las cuales al menos un millón a países vecinos.
En Myanmar, también conocida por su antiguo nombre de Birmania, ataques de los militares que gobiernan desde 2021, contra rebeldes en provincias fronterizas, han agregado cientos de miles de desplazados al millón de integrantes de la perseguida etnia minoritaria rohinyá, que ya antes habían huido a la vecina Bangladesh.
En síntesis, a finales de junio había 110 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo, 1,6 millones más que a finales de 2022. Más de la mitad de las personas que se ven obligadas a huir nunca cruzan una frontera internacional.
En los tres meses que van de junio a finales de septiembre, Acnur calcula que el número de desplazados forzosos aumentó en otros cuatro millones. Los últimos acontecimientos en el Medio Oriente agregarán probablemente a cientos de miles antes de finalice el año.
“La incapacidad de la comunidad internacional para resolver conflictos o prevenir otros nuevos está provocando desplazamientos y miseria. Debemos trabajar juntos para poner fin a los conflictos y permitir que los refugiados y otras personas desplazadas regresen a sus hogares o reinicien sus vidas”, dijo Grandi.
Agregó que “mientras vemos cómo se desarrollan los acontecimientos en Gaza, Sudán y más allá, la perspectiva de paz y soluciones para los refugiados y otras poblaciones desplazadas puede parecer lejana, pero no podemos rendirnos”.
Acnur destacó que son países de renta baja y media los que acogen a 75 % de los refugiados y otras personas necesitadas de protección internacional, y que a nivel mundial en los seis primeros meses se presentaron 1,6 millones de nuevas solicitudes individuales de asilo, la mayor cifra jamás registrada.
El informe señala que los nacionales de países de América Latina y el Caribe registraron alrededor de un tercio de todas las nuevas solicitudes individuales de asilo en el mundo. La mayoría fueron hechas por venezolanos, cubanos, colombianos, nicaragüenses y haitianos en Estados Unidos y México.
La mayoría de esos solicitantes de asilo se arriesgaron a atravesar el Darién, el peligroso tramo de selva que separa Colombia de Panamá, para llegar a su destino.
El documento destaca, además, que ya hay 5,6 millones de venezolanos refugiados o necesitados de protección internacional. También que Colombia sigue siendo uno de los principales países de acogida, alcanzando los 2,5 millones de refugiados.
En distintos lugares del mundo los desplazados internos que regresaron a sus hogares durante el período considerado fueron 2,7 millones, y los refugiados que volvieron a sus países 404 000, aunque muchos no regresaron en condiciones seguras.
A-E/HM - Fuente: IPS
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