Javier de Miguel es un profesional con una amplia trayectoria en el mundo del deporte y los negocios. Ha sido nadador profesional, entrenador de waterpolo y psicólogo deportivo del Málaga C.F, y galardonado con el Premio Isabel Blanco al mejor Psicólogo Deportivo del año 2005.
A nivel académico, es Licenciado en psicología por la Universidad de Málaga, cuenta con un máster en Psicología Deportiva por la UNED, un máster en RRHH y es creador del I Máster Universitario de Entrenamiento en RRHH a través del Deporte.
Siempre ha tenido presente que la clave del éxito radica en el entrenamiento constante y de calidad. Esta filosofía también le acompaña en su incursión emprendedora a través de su empresa MindCompanySport (MCS), cuya misión consiste en introducir la psicología deportiva en equipos empresariales, con el ambicioso objetivo de convertirse en la primera firma en aplicar de manera medible el talento deportivo para potenciar el rendimiento en el ámbito empresarial. Gracias a su trabajo en MCS, ha mejorado la productividad de casi 300 empresas.
En su faceta divulgativa, es coautor de Entrenar para vender (Almuzara, 2015), Entrenar para dirigir (Alienta, 2018) y, autor de Talento deportivo aplicado a la empresa (Instituto Andaluz del Deporte,2022).
-En MindCompanySport, cuentan con un gran valor estratégico de referencia, el Método VET, diseñado especialmente para potenciar la productividad y el rendimiento de los equipos. ¿En qué consiste dicha metodología y cómo se adapta a las necesidades y objetivos de la plantilla de una empresa? Al final, esta metodología es como un resumen de lo que hace un entrenador deportivo en un vestuario cuando llega por primera vez. Su principal objetivo, alinear lo que quieren hacer esos deportistas con la idea que trae, intentando encajarla bien porque normalmente el principal escollo del rendimiento a nivel deportivo es ajustar esa idea que trae el entrenador, con que el equipo te la compre, como decimos nosotros.
En la empresa, la principal diferencia es que los equipos no compran nada y que los entrenadores, normalmente suelen ser líderes.
Creo que ese es el gran error. Toda esta bibliografía que hay sobre el liderazgo ha hecho que los equipos de la empresa piensen que tienen que depender de una persona con una capacidad especial para tomar decisiones, para decidir, para hacer algo diferente que los haga triunfar, cuando realmente no es cierto.
El auténtico rendimiento está en el equipo y con el equipo, y yo siempre digo que es de todos y para todos y, éste se consigue desde la unión y la creación de un propósito común. Cuando vamos a una empresa, lo primero, es ver si están en disposición de hacer ese propósito común y si no, los preparamos, los entrenamos. Después pasamos a diseñar ese propósito común. Ese es el valor añadido que le damos a la empresa, diciéndoles: “No trabajéis como siempre, dependiendo de un líder, trabajad como en el deporte, uníos para hacer algo juntos, preparaos y diseñad ese propósito común”.
- Bajo el concepto de que las conductas no se forman, se entrenan ¿En qué medida el enfoque que proponen, cambiando la formación on the job tradicional por el entrenamiento, asumiendo el formador un papel del entrenador y los empleados, el rol de deportistas puede lograr niveles excepcionales de concentración e interacción, y, en última instancia, mejorar los resultados empresariales? La clave de todo esto es saber cuáles serán los roles, las tareas y el flujo de trabajo entre los miembros del equipo, así como el indicador que les dirá si están llevando a cabo "esa jugada" de manera efectiva. Trabajamos para fomentar una interacción continua y el aprendizaje. Solo dedicamos 45 minutos a la parte teórica, ya que es necesario tener una comprensión concreta. Cuando interactuamos con un equipo en particular, a menudo observamos deficiencias en áreas como la planificación, las habilidades empresariales de comunicación, la toma de decisiones y la evaluación del rendimiento.
Hemos desarrollado una metodología inspirada en el deporte, que involucra "sacar al equipo a la pista". Esta metodología enseña los comportamientos necesarios para abordar cada una de las fases de la evaluación del rendimiento. En una pista deportiva, los participantes llevan a cabo una serie de ejercicios específicos, un total de 56 ejercicios. Por ejemplo, si deseas mejorar la evaluación del rendimiento, realizamos cinco series de 10 minutos cada una, con un descanso de 2 minutos entre series. Luego, medimos los comportamientos al principio de la primera serie y comparamos los cambios con respecto a la última serie. Proporcionamos los resultados, y los participantes aplican estos comportamientos en su entorno de trabajo.
Lo que notamos es que la aplicación de estos comportamientos en la pista es más desafiante que en el entorno de trabajo, que suele ser más cómodo para ellos. Nuestro método se basa en la interacción para crear un entrenamiento que prepare a las personas para alcanzar un propósito específico, y luego colaborar en la creación de "la jugada".
Existen diferencias significativas entre la actividad deportiva y la empresarial. Mientras en el deporte se entrena semanalmente para competir los fines de semana, en el trabajo se compite diariamente. Por lo tanto, es fundamental invertir tiempo en la formación empresarial. Si no se dedica tiempo al entrenamiento a nivel individual, las personas dependerán de un líder que, aunque pueda tener una excelente forma de hacer las cosas, tal vez no sea replicable en su entorno y en un momento determinado.
Hoy en día, las empresas deben comprender que el rendimiento afecta a todos los aspectos y que el talento no debe ser retenido, sino desafiado y motivado. Los empleados se quedan en una empresa no solo por el salario, sino también por los desafíos que se les presentan. Si no encuentran un reto atractivo, buscarán oportunidades en otros lugares. - ¿Puede proporcionar algún ejemplo de cómo el Método VET ha tenido un impacto positivo en una empresa después de su aplicación en los equipos de trabajo? Si bien inicialmente implementamos nuestro método en farmacias y restaurantes, actualmente hemos ampliado nuestro enfoque a grandes cuentas.
En el sector de la hostelería, hemos observado que la interacción y la colaboración del equipo pueden tener un impacto significativo. En muchos casos, simplemente reuniendo al equipo y desarrollando estrategias efectivas, se logra un aumento en el ticket promedio de al menos un 20%. Además, cuando hemos realizado auditorías de experiencia del cliente en hoteles que ya obtienen una calificación en torno al 85%, a través de nuestra metodología, logramos elevar esta puntuación a casi un 98%.
En el caso de las farmacias y en empresas de servicios profesionales como abogados, notarías y gestorías, hemos observado mejoras significativas. El número de incidencias entre departamentos y con los clientes ha disminuido en un 15%. Además, ahora estas empresas son capaces de recuperar un 35% del tiempo que antes se dedicaba a tareas operativas y burocráticas, lo que les permite proporcionar respuestas más rápidas a los clientes y mejorar su capacidad de respuesta en un 40%.
Gracias a la mejora en la forma de realizar las tareas, hemos observado un mayor compromiso por parte de los equipos y una mayor capacidad para atender a los clientes. Estos resultados positivos se deben a nuestra capacidad para optimizar la forma en que se realizan las tareas y fomentar una cultura de colaboración.
- Dentro del ámbito empresarial, ¿cuáles son las diferencias sustanciales, si las hubiera, entre el entrenamiento y el learnability, en términos de preparación de los trabajadores para adaptarse a los cambios y alcanzar los objetivos corporativos? La principal diferencia es que, si ningún deportista entrena durante la competición, por qué los equipos empresariales sí lo hacen. Es algo que no llego a entender. No se trata de que los empleados acaben sufriendo el síndrome de Burnout y, que, al mes de comenzar a trabajar en algún sitio, mentalmente estén muertos, porque les están dando “una caña” que no veas. Con nuestro entrenamiento van a tener un rendimiento mucho más saludable y sostenible en el tiempo. La clave es que los equipos se mantengan rindiendo de manera sana y a lo largo del tiempo.
Pero claro, la solución tampoco es recibir de una formación técnica poco experiencial, para que después tengan que ejercer esas funciones o esas tareas, de las que han recibido la formación previa.
De lo que se trata es de aunar unos conocimientos técnicos, con la destreza o habilidad que se obtienen a través de comportamientos o hábitos, qué sin duda hay que entrenar, del mismo modo que en el deporte, para tener un óptimo rendimiento y conseguir resultados en la competición.
- ¿Hasta qué punto la gestión de un líder/entrenador influye en el éxito de una organización/equipo deportivo, considerando que algunos equipos pueden experimentar un rendimiento deficiente bajo un líder/entrenador específico y mejorar sustancialmente con su sustituto?, ¿cuáles son los principales obstáculos que las empresas enfrentan al aplicar enfoques deportivos en su gestión? No conozco a ningún entrenador deportivo que pueda obtener resultados si no está conectado con su equipo. En la actualidad, en el mundo del deporte, los entrenadores autoritarios ya no son efectivos. El estilo de ordeno y mando, dejó de ser eficaz hace mucho tiempo. Paradójicamente, cuando un equipo de deportistas quiere despedir a su entrenador, simplemente siguen a “pies juntillas” lo que se les dice, sin cuestionar las decisiones, ni aportar soluciones.
En el entorno empresarial, el líder continúa siendo el protagonista, mientras que el equipo es una herramienta más, independientemente de cómo lo veamos. Esto es una crítica basada en mi propia experiencia. Aunque parece que la idea de un enfoque más bottom-up, similar al que se encuentra en la cultura empresarial estadounidense, está empezando a ganar fuerza, aquí aún somos un tanto reacios a adoptarlo. Sin embargo, en la práctica, sabemos desde hace tiempo que el modelo en el que el líder gobierna al equipo no funciona cuando se busca un alto rendimiento.
- ¿De qué modo debe acometer un líder los cambios en una organización, teniendo en cuenta el poco interés y la resistencia que solemos mostrar los individuos a cambiar, para continuar haciendo las tareas como de costumbre? El rendimiento es esencial para todos, por lo tanto, el líder debe formar parte integral del equipo; ser un miembro más. La única diferencia es que no desempeña funciones operativas, sino que asume un papel de guía, proporcionando los recursos necesarios, resolviendo situaciones en las que una estrategia no ha funcionado y comprendiendo por qué el equipo no está interactuando eficazmente. Su tarea es buscar herramientas para mejorar esa interacción, identificar por qué el equipo no cumple con las expectativas y encontrar soluciones, pero siempre desde adentro.
Estando dentro, el líder puede absorber rápidamente cualquier cambio y aplicarlo de manera efectiva. Sin embargo, en un entorno VUCA, mencionado por las empresas, la capacidad de una sola persona tiene sus límites. Es similar a un equipo deportivo en el que el entrenador intenta absorber todos los cambios en la competición, lo cual resulta prácticamente inviable.
Es necesario establecer un proceso de trabajo, un organigrama y una base, pero luego los miembros del equipo deben tomar sus propias decisiones, ya que están en la acción y son testigos de lo que está ocurriendo. Los cambios se resuelven en la operativa. Entonces, si el líder está dentro del equipo, actúa como el entrenador que observa el partido y dice: “Esto se ha complicado, pero podemos estar tranquilos porque un jugador ha tomado una decisión motu proprio junto a un compañero”. Desde mi perspectiva, esto representa un cambio de paradigma total, y es a lo que las empresas deberían aspirar.
- A menudo, nos encontramos con que algún miembro de un equipo adopta un comportamiento acomodativo, evitando cometer errores a toda costa. ¿Cómo puede un líder abordar eficazmente esta mentalidad debilitadora en su equipo, fomentando un ambiente donde cometer errores no suponga un inconveniente para alcanzar la excelencia? Al final, si un líder está construyendo un entorno de seguridad psicológica que permite a los equipos cometer errores sin consecuencias, creo que la gente puede volverse aún más insegura. Continúan mirando hacia arriba y pensando: “Me están permitiendo cometer errores, ¡qué persona más comprensiva!”, pero en realidad, ese permiso a menudo revela un temor subyacente a fallar. Esto es particularmente común en los equipos deportivos de cantera.
Esta filosofía se asemeja a la cultura de empresas como Netflix, que incluye la gestión de errores en sus valores empresariales. Sin embargo, esta mentalidad ya está bastante arraigada y desarrollada en los equipos deportivos profesionales. El verdadero objetivo es admitir los errores, aprender de ellos y trabajar juntos para evitar que se repitan.
No se trata de acomodarse dentro del equipo, ni de que los errores no tengan consecuencias porque alguien nos permita equivocarnos o porque nuestros compañeros nos apoyen. En mi opinión, el error está en la concepción misma de fomentar la idea de que podemos cometer fallos. Lo que realmente necesitamos es construir equipos flexibles en las empresas que fomenten el ensayo y error de manera natural, con el líder como facilitador de herramientas para asumir esos errores y buscar mejoras, todo el equipo junto, en lugar de depender del permiso de un líder.
- Una de las claves en las organizaciones tiene que ver con realizar actividades que no sean incompatibles con divertirse, que nos ayuden a seguir trabajando a gusto y por tanto contribuya a mejorar el clima laboral. ¿En qué medida, en el entorno empresarial, es posible entrenar a los empleados en el desarrollo del sentido del humor? En la empresa, no podemos dulcificar el rendimiento en función del sentido del humor, ya que, si no se logran los resultados necesarios para generar ingresos, las consecuencias pueden ser severas. En cambio, una mejor opción es trabajar con un equipo cuyo talento conocemos y retarlos a lograr metas específicas. Estas personas, de forma natural, se sentirán motivadas al ver que obtienen resultados positivos. El cerebro funciona de esta manera: si una acción produce el resultado deseado, la repetimos; si no, la archivamos en nuestra memoria y la consideramos una opción menos efectiva.
Nunca he visto a un equipo de alta competición entrenar de manera relajada y risueña, ya que en ese caso no estarían dando lo mejor de sí mismos para alcanzar un desafío que ellos mismos han establecido. Cuando un equipo no alcanza los resultados esperados, sus miembros suelen sentirse ansiosos y nerviosos, buscando desesperadamente una solución.
Recuerdo mi época como deportista, cuando me decían: "Piensa de forma positiva" antes de enfrentarme a un competidor formidable, como Martín López-Zubero. Mi respuesta solía ser: "Puedo pensar positivamente, pero en última instancia, solo puedo seguir nadando con todas mis fuerzas y dar lo mejor de mí". No me cansaré de repetir, por muy positivo que uno quiera ver las cosas, no se puede dulcificar el rendimiento. - De unos años a esta parte, Málaga se ha convertido en el "El Dorado", asentándose numerosas empresas internacionales y siendo el destino de profesionales con alta cualificación, ¿a qué cree que se debe el interés que despierta la capital de la Costa del Sol y cómo influye en desarrollo económico y social de la ciudad? Málaga ha experimentado un cambio significativo en los últimos años, en gran parte gracias al equipo liderado por nuestro alcalde. Contamos con la fortuna de tener un alcalde versátil y decidido, que ha sabido aprovechar al máximo los recursos que nuestra ciudad ofrece. Más que explotar, ha sabido poner en valor aspectos que otros pasaron por alto en su momento.
Aquí, en Málaga, disfrutamos de unas condiciones medioambientales, climáticas y de calidad de vida excepcionales, que son verdaderamente privilegiadas. Combinado con la revolución tecnológica, Málaga se convierte en un lugar sin límites, ni fronteras.
Desde el punto de vista empresarial, considero que Málaga es como un coche de Fórmula 1 empezando a recorrer la pista. Ofrece las condiciones, la infraestructura y la calidad de vida que son fundamentales para el desarrollo. Lo que más destaco es que contamos con un equipo de trabajo que persiste y sigue adelante, a pesar de los obstáculos. La clave de todo reside en la unión de ese equipo, la infraestructura y la calidad de vida que Málaga ofrece a sus habitantes.
DE CERCA
-Una de sus frases talismán es: “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”. ¿Puede compartir cómo dicha frase influye positivamente en su mente a la hora de alcanzar sus objetivos? Esta frase siempre me ha gustado muchísimo y, en su momento la tomé prestada de la saga Star Wars, concretamente de Yoda, porque fue una frase que me llamó mucho la atención por su aplicabilidad en el mundo del deporte. Cuando yo nadaba o jugaba al waterpolo, no había medias tintas, o me tiraba o no te tiraba a nadar un 200 metros espalda, nunca iba con la mentalidad de intentarlo.
Esto ha marcado mucho la línea de MindCompanySport , que, a pesar de atravesar miles de dificultades, siempre he estado centrado en hacer las cosas.
Creo que, hay que hacer de forma decidida y no intentarlo, porque cada vez que intentas conseguir algo, el fallo está asegurado. En mi vida personal, lo hago o no lo hago, pero no intento nada porque entonces ya conozco el resultado. Es similar a cuando en el deporte, un entrenador sale a empatar, normalmente su equipo pierde.
Vuelvo a repetir, no se trata de intentarlo, se trata de hacer cosas, obtener un resultado y cambiarlo, si no estás satisfecho. En mi caso particular, influenciado por mi parte deportiva, nunca me he tirado a la piscina a intentarlo, porque suponía tener el 50% la prueba perdida porque al lado tuyo había uno diciendo “Tú inténtalo, que mientras tú lo intentas, yo voy a muerte”. Esa es la gran diferencia.
- Los libros suelen ser un medio ideal para acelerar nuestro aprendizaje ¿cuál es su género favorito y cuándo encuentra el momento adecuado para sumergirte en la lectura? Normalmente, ahora, con las tecnologías, casi todo lo tengo en el iPad. Antes, tenía cajas y cajas de libros. Es cierto que, normalmente dedico tiempo a la lectura los fines de semana, en una pequeña casita que tenemos en el campo. Ahí, en el remanso de tranquilidad que me aporta el campo, es donde me gusta coger el iPad, subrayar y leer.
Antes he leído mucha ciencia ficción, normalmente tipo Star Wars o El Señor de los Anillos, pero también los he alternado con libros de psicología deportiva y de management. Esta mezcla entre ese género más de ciencia ficción y este otro más técnico, son el caldo de cultivo en el que un poco se basa toda mi filosofía.
Como digo, los fines de semana, por las mañanas, muy temprano, - algo que es muy de deportistas – a eso de las siete de la mañana, acompañado de mi perro, echo un rato conmigo mismo y con lo que tengo delante para leer.
- Cada vez más, impera la falacia de que quién no está en las Redes Sociales, no existe. ¿Cómo describiría su relación con estas plataformas digitales y de qué modo han impactado en su vida? Suelo dedicar los 35 minutos del desayuno a echar un vistazo a la prensa y a LinkedIn. El único perfil personal que tengo activo en estos momentos es el de LinkedIn, con publicaciones regulares, pero es cierto que cada vez me cuesta más mantener un ritmo de publicaciones constante. De hecho, anteriormente he publicado mucho y ahora lo suelo hacer cada quince días, porque al final, me da la sensación de que todos los que estamos ahí metidos en esa vorágine, soltando una cantidad de información y de cosas, supone una pérdida de tiempo precioso, que estaría bien emplear de forma más productiva.
En mi caso, no me duelen prendas decir que últimamente me cuesta mucho redactar algún post y, cuando lo hago, me pongo por las mañanas, desde casa, después de ver algo que me ha llamado la atención y, tiro del ChatGPT. El pensamiento es mío, le indico lo que quiero decir y cómo, pero no le dedico tiempo a escribirlo, prefiero que lo haga por mí.
-Dicen que, quien tuvo, retuvo. En su caso, ¿continúa practicando deporte con regularidad? Sí, continuo con la natación y sigo entrenando cuatro días a la semana. Es verdad que, de manera muy cuidadosa, tratando de no desgastarme mucho. Es el deporte con el que más rindo, porque suelo nadar unos 2000 metros y me siento súper bien.
Anteriormente, era más exigencia que otra cosa, pero ahora mantengo unos niveles muy de divertirme. Este año que entra, cumplo los 49 y, creo que, hasta el año pasado, entrenaba como decimos nosotros, “a bomba llena”.
Ahora he cambiado el chip y me lo tomo de otra manera, un poco más relajado. Eso no quita que siga mirando el cronómetro cuando acabo, no lo puedo evitar porque al final es por deformación profesional, ver un poco lo que has hecho y cómo lo has hecho, pero ya no le pongo un límite al crono donde sepa que me estoy pasando de rosca.
- La canción Somos, que da título a uno de los álbumes de Jarabe de Palo, nos habla de la condición humana y nuestra relación con el mundo que nos rodea. Una de sus estrofas dice así: "A pesar de nuestros defectos, algunas virtudes tenemos", ¿tendría inconveniente en compartir alguna de sus virtudes? Creo que la mejor virtud que tengo es que soy muy persistente. De donde otros se hubiesen bajado hace mucho tiempo, como dice mi mujer, siempre encuentro un hueco para seguir el camino. Soy muy persistente y muy inconformista con el resultado, sin obsesionarme demasiado, pero no me suelo rendir tan fácilmente. Sigo empujando y resistiendo hasta que el resultado me acompañe. Eso es lo que me mueve, poner el foco en un objetivo, y no cejar en el empeño hasta conseguirlo.
- Erik Larson, reconocido escritor y periodista estadounidense, afirma que: " Todo libro es una expedición a reinos poco familiares, con una componente tanto intelectual como física". En su caso particular, con su libro más reciente, Talento deportivo aplicado a la empresa ¿cómo ha sido, cuánto ha durado y qué desafíos enfrentó durante ese viaje, desde la concepción de la idea hasta ver su obra materializada? En realidad, este viaje en particular ha sido sorprendentemente rápido, ya que tenía todo en mi cabeza y en apenas seis meses logré acabarlo, gracias a la experiencia de diez años intentando relacionar el talento deportivo con el mundo empresarial. Fue como si despegara como un cohete, ansioso por plasmarlo en papel.
A menudo, cuando te enfrentas a la escritura de un libro, se requiere una investigación previa; sin embargo, en este caso, todo fluyó sin esfuerzo. Contaba con una base sólida, habiendo acumulado, leído e investigado mucho desde que finalicé mi Máster en psicología deportiva en Madrid en 2012. Esta abundancia de material, organizado y listo, facilitó enormemente el proceso de escritura. Solamente tuve que encajar lo que ya estaba en mi cabeza en el formato del libro. Considero que ha sido un viaje sin complicaciones, y que solo se trataba de dejarse llevar con la escritura.
- ¿Qué proyectos o iniciativas futuras podría compartir con nosotros, ya sean estos vinculados o no, con su parcela más personal? Para mí, lo más importante ahora mismo es digitalizar el método. Ese es mi reto principal. Es verdad que tengo otro reto paralelo, que es utilizar el método para que sirva a los deportistas de alto rendimiento como salida profesional directa al mercado, otro pilar que tenemos ahí, pero, aunque ya está preparado, creo todavía se requiere más tiempo.
Como digo, lo más prioritario es que el método se pueda digitalizar, para que no sea necesario un entrenamiento presencial en la forma de interactuar los equipos, sino que se pueda hacer online. De esta manera, aquellos equipos que tengan su programa podrán interactuar remotamente, y nosotros ver cómo se produce esta interacción y modularla, que al final es lo que nos interesa.
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