Es la última etapa. Todos a sus destinos personales. Cada uno con la conciencia del deber cumplido. Aclaremos...
El deber cumplido puede que unos lo lleven en monedas; esas que se cobran agachando la cabeza o, como vulgarmente se dice, “la testuz”. Otros volverán pensando lo que han hecho mal y enfadados por el posible perjuicio que vayan a tener sus equipos.
Lo peor de toda competición es terminar llamando FASCISTAS a todos los que no piensan como ellos; a todos los que salen a la calle simplemente a manifestarse libremente, a todos los que exigían RESPETAR LA CONSTITUCIÓN, a todos los que, simplemente, teniendo más votos no estaban dispuestos a negociar con los que no respetaban las reglas del juego democrático...
Esos, según los HABLADORES OFICIALES DEL PSOE, son FASCISTAS, NUEVOS NAZIS Y ENEMIGOS DE LA CONVIVENCIA. ¡Qué finos!
¿Por qué no dicen todo eso a los afiliados del Partido Socialista que se han dado de baja? ¿Por qué no dicen todo eso a los miles de simpatizantes y votantes del Partido Socialista que han acudido voluntariamente a las manifestaciones en contra de la Amnistía?
Señor Patxi López y adláteres ¿por qué no se entretienen en hacer una hoja de Excel e ir colocando columnas con nombres, otras con lo que afirmaron, otras con lo que después negaron y otras con la suma de declaraciones positivas y de declaraciones negativas?
Sería curioso observar no ya la MENTIRA sino la poca MORAL PERSONAL o, si lo quieren más suave, la GRAN HIPOCRESIA POLÍTICA...
El PUEBLO... ¡Pobre Pueblo!, ¡Inocente Pueblo!, ¡QUÉ ESPABILE!, ¡FASCISTA!
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