¿Cuántas veces te has quedado parado con miedo a tomar una decisión?, ¿En qué medida vives bloqueado sin el coraje que necesitas? En ocasiones, creo que tenemos que d0blar la apuesta, atrevernos a ser más valientes…
¿De dónde nos viene la valentía?
¿Dónde está el germen de la audacia?
La vida nos pone a prueba, cada día. Tienes la opción de jugar o de quedarte fuera del terreno de juego.
Si juegas, mi invitación es que entres a muerte, considerando la victoria la única opción, quemar la naves para no poder volver.
Aquel que juega para ganar, gana.
Aquel que juega para no perder, generalmente pierde.
Son dos mundos diferentes, dos formas de entender el juego totalmente opuestas.
Cuando juegas para ganar toda tu energía está puesta en un único objetivo, lograrlo.
Cuando juegas para no perder toda tu energía está puesta en un objetivo innecesario, protegerte.
Creo que nuestro subconsciente nos juega malas pasadas. Nos hace creer que tenemos que protegernos, que aislarnos más de lo que estamos, que poner muros y barreras.
En realidad, es nuestro miedo a brillar lo que hace que nos quedemos en una décima parte de lo que podríamos ser. El problema no es si quieres tener éxito o no. A todas las personas nos gustaría tener algún tipo de éxito: familiar, profesional, personal. Conseguir nuestros objetivos.
La pregunta es si estás dispuesto a destacar, a tener éxito en lo que haces, si podrás sostener la incomodidad que a veces supone ser feliz.
Por eso creo que tenemos que doblar la apuesta, atrevenos, ir a más.
Besar sin tiempo, abrazar sin límites, hacer el amor de forma desmedida, saltar, reir, correr, brillar tanto que tu luz invite a brillar a los demás.
El otro camino ya te lo sabes, más de lo mismo. ¿Cómo será tu vida de aquí a 10 años? en principio nada va a cambiar, sino que irá a menos, a no ser que hagas algo. Los budistas dicen que vivimos en un mundo decreciente (es decir, que vamos a peor), de ahí la importancia de contrarrestar esa fuerza decreciente con ilusión, optimismo, proactividad y coraje. Jugar para ganar, y doblar la apuesta.
Que tengas un gran día.
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