Hola Señor. Estamos cerrando el año 2023, que si quisiera resumirlo podría emplear simplemente una palabra: ACIAGO.
En lo personal cada cual deberá describir el significado de dicha palabra. Ciertamente, algunos habrá que renieguen de ese término, por motivos muy diversos, pero concretos: “Ni fu ni fa”, no pienso, ni doy vueltas a las cosas; No leo la prensa porque me basta con enterarme de las ayudas y subvenciones para yo vivir mejor, los demás no me interesan; he tenido suerte, aprendí que para ser “rico” debía hacer un compromiso de obediencia ciega; tuve la suerte de conocer y ser amigo de Pedro Sánchez, de Yolanda, de Aragonés, de Puigdemont y además asistir, haciendo de “CLA”, a todo tipo de mítines políticos del grupo gobernante... HE IDO A LO PRÁCTICO.
Compromiso con tus Principios, con tu Palabra, con aquellos, cercanos o lejanos, que llamamos prójimo... POCO o NADA. Lo importante para ese sector de personas siempre ha sido su propia supervivencia, con el agravante de trasladar a los suyos, hijos, amigos y conocidos ese sentimiento egoísta de “AUTOPROTECCIÓN”
Siento, y así quiero decírtelo, que mucha culpa la tenemos todos nosotros, los que nos llamamos CRISTIANOS. Hemos olvidado leer o escuchar tu Palabra; hemos olvidado las plegarias más sencillas de nuestra infancia o juventud; hemos olvidado que TÚ estabas cerca, vigilante con amor, pero también con firmeza; hemos olvidado las Bienaventuranzas; hemos olvidado tus Tentaciones; hemos olvidado tu VALOR rodeado de MIEDO.
¡Qué poco hablamos Contigo de todo lo que sucede a nuestro alrededor!
Eres JESÚS, pero olvidamos tu cercanía, la misión que nos encargaste... María, tu Madre, mi Madre, nuestra Madre, sonríe apenada, nos tiende la mano pero ¡cuántas veces la hemos rechazado!
De verdad Señor, que año 2023 ha sido MUY ACIAGO porque olvidamos nuestro compromiso, porque no contestamos al que fustigó tu Justicia, porque despreciamos tu Mensaje como si estuviera pasado de modo, porque no luchamos por la convivencia, por la justicia social, por la justicia democrática... Porque nos estamos convirtiendo en una BABEL MODERNA... ¡Miedo da!
Aunque siguen las Iglesias cerradas, por un motivo que la mayoría desconoce, desde fuera, desde la calle quiero decirte que este rato, sentado en un banco cercano, me ha llenado de satisfacción... Se me había olvidado cómo hablar contigo, pero TÚ me has ido conduciendo, consiguiendo, al final, una “comprensión lectora” notable, GRACIAS.
Ahora hace falta que la sociedad entera respete la LIBERTAD DE TODOS y que las NORMAS NATURALES engendradas en TU CREACIÓN seamos capaces de defenderlas... Espero que nos ayudes.
Por mi parte te recuerdo que el “HERMANO RAFAEL”, San Rafael Arnaiz, monje trapense, está a tu lado. Dile que nos eche una mano... Dile, también, que ya mucha gente lleva su famosa goma en el bolsillo, para borrar de su mente todo lo que hace daño.
Gracias, Señor. Ayuda a esta España desmembrada, enloquecida y poco reflexiva. Vigila a nuestros gobernantes, creo que su actitud no está muy cerca de TU MENSAJE.
Bueno, volveré mañana o pasado..., pero espero volver porque seguramente seguiré equivocándome y necesitaré un buen rapapolvo tuyo. Un abrazo.
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