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La Dana valenciana ha producido cuantiosos daños materiales y numerosas muertes. Los familiares y amigos de los desaparecidos sufren al ignorar qué ha sido de ellos. Jesús se refiere a dos hechos catastróficos que sobrepasan a los que la Dana ha producido en tierras valencianas. Uno es el Diluvio Universal que, como bien dice el titulo, abrazó a toda la Tierra, El otro se refiere a la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Si Dios ha hecho al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, ¿te imaginas a Dios el día de su creación diciendo “a este ser humano lo crearé mejor que a otros”, o “a este ser humano lo crearé tan superior que podrá juzgar a los demás”? Definitivamente, no parece la imagen compasiva y amorosa de un Dios redentor.
Cada 8 de diciembre los católicos de tradición hispánica armamos el pesebre. Quienes provenimos de los barcos que trajeron a nuestros padres o abuelos, solemos agregar el árbol y nos ocupamos de adornar la casa con el resto de los dispositivos navideños, sobre todo pensando en los chicos, los tengamos lejos o cerca, en fuga.
Los españoles gozamos de una gran devoción por la Inmaculada Concepción, reconocida como tal por el dogma de 1854, que fue proclamado por el papa Pío IX. Asimismo fue declarada patrona de España desde el siglo XVII. En mi familia se trata de un día muy especial.
El Adviento es un tiempo litúrgico profundamente marcado por la esperanza, la espera activa y la renovación espiritual. Como María y José en su camino hacia Belén, el Adviento nos invita a vivir con coraje y confianza, sabiendo que la llegada del Salvador transforma nuestras vidas.
La conciencia de uno mismo, definida como la capacidad de reconocer y gestionar nuestros propios estados emocionales, pensamientos y acciones, es esencial tanto para el desarrollo personal como para el crecimiento espiritual.
“Acostumbramos a relacionar a la juventud con la alegría y el deseo de vivir” (Lola García, periodista). La realidad desmiente este aforismo. El contexto social es tan oscuro y retorcido que no facilita que los niños y adolescentes sean felices. Tampoco lo proporciona el entorno familiar tan tóxico en muchos casos.
La Medalla Milagrosa no es un simple trocito de metal con carga religiosa que alguien decidió acuñar por capricho. Se trata de un objeto que surge de las apariciones marianas de 1830 en la Rue du Bac, en París, a una joven religiosa, Santa Catalina Labouré.
El profeta Jeremías hace sonar la alarma cuando escribe: “No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían, yo no les hablé, pero ellos profetizaban. Pero si ellos hubiesen entrado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y les habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras” (23: 21, 22).
En uno de sus apuntes al natural, JL Martin se refiere a la guerra. En la parte alta de la viñeta y a su izquierda un breve texto: “Oriente Medio”. Debajo del texto múltiples estallidos de bombas. A la derecha y en la parte alta del dibujo una nube oscura acompañada de un corto texto: “Dios habla”. Dentro de la nube oscura otro texto: “Muchos elevan oraciones para la paz pero no las oye por las explosiones”.
No, no fue un político, ni un eminente sabio, ni un legislador como Solón, u otros sabios legisladores, fue solamente un humilde carpintero de Nazaret que, al cumplir los treinta años, esa es la creencia general, abandonó el taller en que trabajaba, heredado de su padre José, y se dedicó a recorrer los caminos de Israel, predicando una doctrina desconocida hasta entonces y actuando como si fuese un profeta.
El deporte tal como lo presentan los medios de comunicación básicamente es un gran negocio que genera muchas ganancias. El efecto mimetismo tiene la facultad de incitar a la infancia a dedicarse al deporte profesional con la esperanza de los padres que sus hijos se conviertan en cracs que amasan fortunas. En el camino del éxito muchos son quienes caen en la cuneta.
Mañana celebramos la Solemnidad de Todos los Santos, una fiesta que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia vocación a la santidad y a unirnos a ese "canto de alabanza" que proclama la antífona de entrada de la Misa: “Alegrémonos todos en el Señor, al celebrar este día de fiesta en honor de todos los santos: de esta solemnidad se alegran los ángeles y alaban al Hijo de Dios”.
El clima espiritual de noviembre, con la comunión de los santos y el recuerdo a nuestros predecesores, nos insta a digerir y nos invita a dirigir la mirada al cielo, meta de nuestra peregrinación por aquí abajo. En estos días, las gentes suelen adentrarse en la soledad de los cementerios, donde descansan los restos mortales de sus familiares, para enraizarse de aromas y repensar sobre sus propios vínculos.
Llevamos demasiado tiempo bombardeados por la presencia de guerras, desencuentros y una constante lucha a muerte política, animada por los medios de difusión que se manifiestan excesivamente sectarios. De vez en cuando, es necesario desengrasarse asistiendo a actos que te animan a pertenecer a ese grupo de personas que disfrutan de un espíritu libre y de una forma de actuar, que les permite ser felices y hacer felices a los demás.
La periodista Ima Sanchís le pregunta a John Gray filosofo experto en “filosofía felina”: “¿Los gatos están más bien dotados para la felicidad que los humanos?” La respuesta que le da el filósofo es: “Sí. Los gatos tienen una tendencia natural a la felicidad y a estar plácidos. El ser humano tiene como base la ansiedad por el miedo a la muerte y porque su proyecto es la felicidad”.
Gracias, Señor, por esta vida que, sin merecerla, me regalaste. Gracias por entregármela de manos de unos padres buenos, sencillos y ejemplares. Gracias por rodearme de siete hermanos. Gracias por tu bautismo sencillo, por darme una infancia feliz, por mi escuela a orillas del Pisuerga, por tu Semana Santa en Valladolid, por mi rincón de oración en el aquel oratorio sencillo con nombre de San Juan Bosco.
El 22 de octubre se celebra la festividad de San Juan Pablo II, una figura icónica de la Iglesia y de la historia moderna. Su vida, marcada por una fe profunda y una oración inquebrantable, fue transparente para todos. Tras su caída, fue llamado “Magno”, un título que refleja el impacto global de este “atleta de Dios”.
El arzobispo de Tarragona Juan Planelles nos dice cómo podemos afrontar la barbarie humana, cuando escribe: “Tiene que haber lugar para la reflexión que viene del substrato espiritual de la sociedad que recoge siglos y siglos de sabiduría y de experiencia. Por esto, como afirma nuestro Papa, es la fe cristiana junto con las otras religiones, las que son llamadas, incluso a liderar –por muy extraña que sea la propuesta- esta renovación social".
La humildad es la virtud que abre nuestro corazón a los demás, a salir de nosotros mismos, y abrirnos a algo más alto, a la confianza en Dios. Mientras que el orgullo nos distancia de Él, “Dios resiste a los soberbios, pero enseña su camino a los humildes” (Salmo 25,9).
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