Filmin estrena el próximo 26 de enero, en exclusiva en plataformas digitales, "Los delincuentes", sexto largometraje del director argentino Rodrigo Moreno. La película fue una de las grandes sensaciones de la última edición del Festival de Cannes, donde concursó en la sección Un Certain Regard. Posteriormente, ha pasado por festivales como el de Chicago (donde ganó el Premio del Jurado) o el de San Sebastián, donde participó en la sección Zabaltegi-Tabakalera. La película fue elegida como la candidata de Argentina en la carrera por el Oscar a la Mejor Película Internacional, tomando el relevo de "Argentina 1985", que el año pasado logró la nominación. Además, se estrenó en cines españoles el pasado mes de diciembre, distribuida por Filmin.
La película narra la historia de dos trabajadores de una entidad bancaria, Morán y Román, cuyos destinos quedan estrechamente ligados cuando el primero decide perpetrar un robo en el banco con el objetivo de cumplir condena y poder vivir sin volver a trabajar nunca más una vez fuera de la cárcel. Más a su pesar que convencido del golpe, Román se ve involucrado en el robo, pues él será el encargado de esconder el botín hasta que Morán salga de la cárcel. Los dos personajes protagonistas está interpretados por Daniel Elías ("El motoarrebatador") y Esteban Bigliardi ("La sociedad de la nieve"), respectivamente.
Para Rodrigo Moreno, el sueño de Morán, poder vivir sin volver a trabajar, tiene todo el sentido del mundo en una sociedad capitalista en la que el trabajo lo es todo porque es el único modo de producir capital. "Morán y Román encarnan una fantasía colectiva, independizarse del rigor y las obligaciones de la vida laboral para obtener una vida superior, plena de libertad. Elegir una vida mejor consiste en abandonar la ciudad, el trabajo, incluso la familia, e irse al campo, al mar, a la montaña, brindarse al ocio y al acto de no depender de nada ni de nadie". La cuestión moral sobre el robo al banco no se discute en la película: "Me atengo al viejo axioma, atribuido siempre a Brecht, de que es más delito fundar un banco que robarlo.", bromea Moreno.
La película, de más de tres horas de duración, está dividida en dos partes, la segunda de las cuales adopta derivas narrativas que pueden llegar a resultar desconcertantes. Tal y como explica el director: "La forma de esta película no se reduce a una consecución causal y lineal de hechos sino más bien está pensada como un mapa que se va desplegando a cada paso sin saber muy bien adónde nos llevará." Moreno considera que "para filmar la libertad es necesario filmar libremente".
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