| ||||||||||||||||||||||
El 26 de abril retornó la poesía a la Quinta de la Fuente del Berro, un hermoso palacete remozado en centro cultural municipal que habitúa a ejercer como incomparable marco para actos como el que tuvo lugar de la mano del Grupo Retablo, engrosado en la actualidad por los siempre animosos Mayte Domínguez y Pablo Bethencourt, quienes dan cobijo y aúpan a las más diversas e incluso divergentes propuestas líricas, atesorando en su henchido morral las principales voces poéticas que por nuestro día a día transitan.
En la sesión que aquí glosamos participaron los poetas Isabel Hernández, Pablo Jiménez García y Francisca Navarrete, tres improntas muy diferentes las cuales quedaron afinadamente empastadas de la mano de Domínguez y Bethencourt, quienes añadieron poder sugeridor y melodía a los versos de los tres antedichos.
Principió a recitar Isabel Hernández, una dulce declamadora cuyos versos emergían en armonía con la encandiladora suavidad de su voz, que articulaba poemas de gran delicadeza, cuyo evanescente andamiaje los dirigía hacia las almas de los allí presentes.
El tul de vaporosa y embelesadora atmósfera conformado por Hernández quedó abrogado con la entrada en recitadora liza de Pablo Jiménez, quien se caracteriza por el nervio poético que no solo transfiere a sus por lo general desolados versos, sino a su lírica puesta en escena. Es el suyo un recitado trepidante, de dientes apretados en pos de atraer estremecimientos compartidos.
La tercera interviniente fue Francisca Navarrete, una, además de emotiva poeta, afinadísima orfebre papirofléxica. Esta andaluza desembarcada en Madrid y cultivadora de flores de toda índole, nos compartió las brotadas de su emotividad a flor de piel la cual restallaba en una ternura que a todos conmovió al unísono merced al eco interior de sus tiernamente declamados versos.
Al fin, todos los asistentes, conmovidos y encantados, partimos tras de haber presenciado un nuevo y encantador espectáculo de los que con tanta periodicidad, para gloria de la cultura, propicia el grupo Retablo.
Humanzee pertenece al ciclo de novelas pro derechos de los animales y pro respeto humano con las que su autor ha ganado el Premio Ignotus 2008 a la Mejor Novela Corta de Fantasía y Terror, otorgado por la AEFCFT Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror, y la Nominación al Premio Ignotus 2019. Así como el creciente interés del mundo del cine por llevar la obra a las pantallas”.
En una casona antigua y desolada, en el centro de la sala se encontraba un espejo de un metro de alto y cincuenta centímetros de ancho, montado y sostenido por una linda mesita antigua. En él convergían las articulaciones de todos los espacios.
Cuenta Irene Vallejo que San Agustín se quedó absolutamente perplejo al ver al obispo de Milán leyendo para sí mismo, al ver cómo “sus ojos transitaban por las páginas, pero su lengua callaba”. La anécdota la usa la escritora —siempre elegante, delicada y tensa— para argumentar que, hasta bien entrada la Edad Media, la lectura se hacía solo en voz alta, de ahí la extrañeza del filósofo, que veía, por primera vez, un lector tal como nosotros lo imaginamos.
|