Ámsterdam es la ciudad de las bicicletas y los canales. Hay más bicis que habitantes, estimándose que existen unas 900.000 para una población de 880.000 residentes, y más canales que en la propia Venecia, un total de 165 con más de 2500 casas flotantes en su superficie, cuya agua se renueva en su totalidad cada tres días a través de esclusas.
La capital neerlandesa, emplazada por debajo del nivel del mar y a la que se la conoce como la “Venecia del Norte”, se ha sustentado gracias al intrincado sistema de canales semicirculares, aunque en algunos edificios que los bordean se observan grietas y una ligera inclinación de los mismos.
Ámsterdam y sus pintorescos barrios
El corazón de la ciudad es la Plaza Dam, adoquinada, cosmopolita y punto de encuentro para locales y turistas. Varios e importantes monumentos la circundan: el Palacio Real (antiguo ayuntamiento hasta el siglo XIX), la Iglesia Nueva (escenario de las principales bodas reales) y el obelisco de 22 metros de altura en homenaje a los soldados holandeses caídos en la Segunda Guerra Mundial. Y desde esta rotonda se articulan las grandes arterias que dan vida y colorido a esta urbe, cómoda y plana, lo que permite transitarla plácidamente en bicicleta por sus 400 kilómetros de carril-bici, o bien, en tranvía, con más de 200 kilómetros de vía férrea y 15 lineas.
Una ciudad relativamente moderna de pintorescos barrios como el Barrio de los Museos, el Barrio Rojo, el Barrio NSDM, el Barrio de De Pijp, el Barrio de Jordaan o el inmenso parque de Vondelpark, el pulmón verde de la ciudad, repoblado el medio millón de metros cuadrados de su extensión por cientos de especies vegetales diferentes.
El Barrio de los Museos, próximo al parque, alberga el espectacular Rijksmuseum, que cuenta con una completa colección del gran pintor neerlandés Rembrandt entre otros, y el Museo Van Gogh, que expone más de 200 obras de este genio del impresionismo. Y muy cerca se halla el Barrio de De Pijp, bohemio y animado, con una visita imperdible, la de la antigua fábrica de Heineken. Mientras que el Barrio Rojo es el más antiguo de la ciudad y el más conocido, por los escaparates transparentes con luces de color rojo donde las prostitutas se exhiben, por la gran cantidad de sexshops y por los abundantes coffee shops, en los que se puede consumir libremente marihuana y hachís, a gusto del consumidor.
El barrio underground por excelencia, más conocido como NDSM, se ubica en los viejos astilleros de la ciudad, que una vez abandonada esta actividad sus edificios se han reconvertido en espacios en los que se prodigan actividades culturales, exposiciones, locales de música en directo, restaurantes, terrazas o mercadillos. Y el Barrio de Joordan, con un ambiente alternativo, se ha transformado en uno de los mas elegantes de la ciudad con sus peculiares casas ligeramente inclinadas y la Casa Museo de Ana Frank, lugar de visita obligada, en la que ella misma y su familia vivieron escondidas durante la invasión nazi.
El resto de atractivos turísticos
Pero no sólo son dignos de mención y admiración los barrios. Otros atractivos turísticos en Ámsterdam son los numerosos mercadillos que se diseminan por la ciudad, destacando por encima de todos el famoso Mercado flotante de las Flores, declarado Patrimonio de la Unesco; la Oude Kerk o Iglesia Vieja, el edificio mas antiguo de Amsterdam que data de principios del siglo XIV, con unas excelentes vistas desde su torre e impresionantes ventanales renacentistas en su fachada; la imponente Estación Central, conectada con la Plaza Dam por la avenida Damrak, un espectacular edificio del siglo XIX construida sobre miles de pilares de madera y tres islas artificiales; el impresionante Museo de las Ciencias “Nemo”, que se asemeja a un casco de buque emergiendo del agua y que acoge numerosas e interesantes exposiciones interactivas o el Amsterdam Arena, rebautizado actualmente como Johan Cruyff Arena, el mayor recinto deportivo de los Países Bajos, catalogado como estadio de élite por el máximo organismo rector del futbol europeo.
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