Como en años anteriores, en 2024 la Junta de Andalucía ha mantenido su colaboración con GREFA con el fin de impulsar la recuperación del águila de Bonelli o perdicera en diferentes zonas españolas y en la isla italiana de Cerdeña. La colaboración se ha concretado en la reciente extracción o desnide de quince pollos de esta especie amenazada de otros tantos nidos, distribuidos por las provincias de Almería (ocho pollos extraídos), Granada (cuatro pollos extraídos), Jaén (dos pollos extraídos) y Málaga (un pollo extraído).
Estas cuatro provincias agrupan la mejor población reproductora en Europa occidental de águila de Bonelli, una rapaz considerada como “Vulnerable” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas debido al declive de sus poblaciones en buena parte de su área de distribución original en nuestro país.
El trabajo conjunto entre la Junta de Andalucía y GREFA en favor del águila de Bonelli se realiza desde hace más de diez años en el contexto de diversos proyectos de reintroducción y reforzamiento de las poblaciones de esta especie, como LIFE Bonelli, que se llevó a cabo entre 2013 y 2017, y AQUILA a-LIFE, que tras cinco años en vigor finalizó el año 2022. Más concretamente, tres han sido los destinos que han recibido los pollos extraídos este año de los nidos naturales andaluces, todos ellos con poblaciones de águila de Bonelli muy precarias o incluso desaparecidas: Comunidad de Madrid, Aragón y Cerdeña.
Nidos ocupados por dos pollos
En los tres operativos efectuados en 2024 para la extracción de los pollos andaluces de águila de Bonelli han participado especialistas y veterinarios de GREFA, expertos en el seguimiento de grandes águilas en Andalucía y Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y su Unidad Vertical de Conservación Ambiental (UVCA), así como un equipo técnico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico especializado en marcaje de fauna con GPS. También se ha contado con la colaboración de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía y de la asociación Wilder South.
Uno de los criterios adoptados para seleccionar los nidos andaluces en los que se ha intervenido es que estuviesen siempre ocupados por dos pollos de águila de Bonelli. Esto permite extraer uno de los pollos para su envío a las zonas donde se trabaja para recuperar a la especie, mientras que el otro se deja en el nido para que los progenitores continúen con su crianza.
Los pollos extraídos en 2024 fueron primero llevados al Hospital de Fauna Salvaje de GREFA, en Majadahonda (Madrid), donde se sometieron a las revisiones y tratamientos necesarios para su traslado definitivo en las mejores condiciones a las zonas de destino. Los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de Andalucía también han participado en esta fase del proyecto.
Luchando contra la tricomonosis
En el momento de la extracción de las águilas de Bonelli de sus territorios de cría andaluces, se lleva a cabo un completo chequeo veterinario de los dos pollos que ocupan cada nido intervenido. Esto se debe a que una de las patologías que más afecta al águila de Bonelli, y que puede llegar a causar la muerte en casos muy graves, es la infección por Trichomonas. Este parásito es frecuentemente transmitido a estas águilas por las palomas, por lo que se presta especial atención a la presencia de placas en la cavidad oral, características de la enfermedad.
Durante los operativos realizados en 2024, se encontraron dos pollos muertos por esta causa en sus nidos. Otros dos pollos de un mismo nido, ubicado en la provincia de Almería, tuvieron que ser trasladados al hospital de fauna de GREFA por la gravedad de su infección, lo que permitió salvarles la vida. Al mismo tiempo, para que la pareja reproductora que criaba a estos dos pollos enfermos no tuviera que interrumpir su ciclo reproductor, recibió en adopción un pollo sano procedente de otro nido andaluz, en una compleja y exitosa actuación conocida por los expertos como fostering.
Seguimiento por GPS
Por otra parte, a algunos de los pollos que se quedaron en los nidos intervenidos se les equipó con emisores GPS, que permitirán monitorizar los movimientos y comportamientos de las aves cuando echen a volar. Este seguimiento brindará valiosa información para conocer y conservar mejor al águila de Bonelli, en aspectos tales como su capacidad dispersiva hacia otros territorios y las posibilidades de instalarse en zonas donde la especie está en peligro o ha desaparecido. “Gracias a la colaboración solidaria de Andalucía, que ha podido conservar una importante población de águila de Bonelli, en pocas semanas los pollos que ha donado esta comunidad autónoma sobrevolarán otros territorios donde la acción del hombre hizo tambalear la presencia de la especie”, afirma Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.
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