Los análisis demográficos de España muestran que el país se encuentra ante un conjunto de desafíos de gran relevancia entre los que resaltan la pérdida de población en todo el territorio; el envejecimiento, la baja densidad y el saldo vegetativo anual (más fallecimientos que nacimientos al año) registrado en la mayoría de las comunidades suponen retos a los que hacer frente. La medicina reproductiva ha ayudado a un aumento significativo de los nacimientos en las últimas décadas.
¿De qué manera?
Son muchos los factores que influyen en la baja natalidad en el país, pero uno de los más relevantes es el retraso de la maternidad; sin lugar a duda, un desafío tanto a nivel nacional como para los propios especialistas en medicina reproductiva. Hace unas décadas la mayoría de los problemas de infertilidad tenían una causa patológica, hoy en día, sin embargo, un gran porcentaje de la infertilidad está ligada a una avanzada edad, sobre todo en el caso de las mujeres.
Si bien hay muchas mujeres que no quieren ser madres, un alto porcentaje de las que sí quieren serlo confiesan no emprender el camino en el momento en que lo desearían, hasta el punto de que alrededor de un 30% de las mujeres españolas llegan a los 45 años sin haber tenido hijos, no todo ellas queriéndolo; la cifra más alta de la historia. El retraso de la maternidad afecta de manera directa a la tasa de natalidad ya que, a partir de los 35 años, cuanto más pasa el tiempo mayor pueden ser los problemas de fertilidad debido a que la calidad de los óvulos empeora.
40 años de reproducción asistida
La medicina reproductiva, pues, ha ayudado en gran medida al abordaje de esta problemática permitiendo, gracias a técnicas de reproducción asistida cada vez más avanzadas, a muchas mujeres a cumplir su deseo de ser madres a diferentes edades. De hecho, la edad media a la que acuden a las clínicas para iniciar un proceso de esta especialidad ha aumentado hasta los 40 años prácticamente.
Por otro lado, la medicina reproductiva también ha ayudado a que diferentes modelos de familia, que forman parte del gran abanico de núcleos familiares existente en España, puedan tener hijos. “Si bien hace unos años eran en su mayoría parejas heterosexuales con problemas de fertilidad las que acudían a nuestras clínicas de reproducción asistida, hoy en día el espectro es más amplio; desde parejas de mujeres homosexuales hasta madres que eligen comenzar su maternidad solas, cualquier modelo de familia tiene cabida”, asegura la Dra. Isabella Castillo Cantero, ginecóloga especialista de Reproducción Asistida en VIDA Sevilla.
Este próximo 12 de julio se cumplen cuatro décadas del nacimiento de la primera niña nacida en España gracias a una ‘in vitro’, una técnica considerada como ‘la nueva normalidad’. Victoria Anna Perea fue el primer bebé de muchos concebidos gracias a la medicina reproductiva. Esta práctica se ha normalizado hasta el punto de que alrededor del 11% de los embarazos que salen adelante en este país lo hacen gracias a sus técnicas.
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