A la mayoría de los españolitos de a pie no les dicen nada estas siglas. Paso a explicarlo. Se corresponden con la Instrucción Premilitar Superior. Aquella forma que los estudiantes de los sesenta teníamos para cumplir el servicio militar. Me he acordado en estos días porque se cumplen los 60 años de aquella mañana en que, junto con otros 3000 estudiantes, juré bandera en el Campamento de Montejaque. En aquellos tiempos el servicio militar era ineludible. Todos los jóvenes varones teníamos que pasar por la “mili”. A los estudiantes nos ofrecían la posibilidad de dividir esta etapa a lo largo de tres veranos, a fin de no interferir los estudios. La experiencia fue muy dura, pero me permitió superar los dieciocho años, madurando en todos los aspectos (hasta me cuajó la barba). Aprendí a sufrir, comer mal, obedecer sin rechistar, a hacer cosas sin sentido y a valorar el hogar paterno. También aprendí, táctica, instrucción, tiro y “espíritu militar”. Por otra parte, hice grandes amigos. Aprendí a compartir, montar a caballo, conducir carros de combate, jeeps y camiones ¾, manejar el mosquetón, las granadas y el sable, jugar al mus y perderme con un mapa en las manos. Una etapa inolvidable. Dos veranos en el infierno del campamento y cuatro meses de vacaciones pagadas durante las prácticas que realicé en Alcalá de Henares. Para colmo, mi trabajo durante esos cuatro meses consistía en enseñar a conducir a los soldados. A cientos de ellos les ayudé a conseguir el carnet de primera. Estuve a punto de quedarme allí. Parece ser que va a volverse a implantar el servicio militar obligatorio. Adaptado a estos tiempos. Creo que le vendría bien a los jóvenes con lo que ahora comparto estudios. Mis hijos vivieron las últimas fechas de la mili obligatoria. Dos se “escaquearon”, otro la hizo como “objetor”, de médico, y el cuarto se chupó su mili en Regulares y estuvo de maestro todo el periodo. No se que pasará en el futuro. Todo tiene sus pros y sus contras. Pero bien pensado y realizado, un periodo de servicio al país sería muy conveniente para todos. Yo, sin duda, volvería a compartir la experiencia.
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