El lunes 5 de agosto muchos israelíes se congregaron para celebrar el quinto cumpleaños de Ariel Bibas, quien junto con su hermanito Kfir (con 19 meses de vida, ha pasado la mayoría de ellos bajo cautiverio), son los menores rehenes hebreos en Gaza. Su abuela paterna Pnina estuvo en dicho homenaje, pero no su abuela materna, la limeña Margit Schneider, quien estudió conmigo en el mismo colegio, quien falleció con su esposo argentino José Luis (Yossi) Silberman tras ser raptada por Hamás el 7/10/2023.
Pese a que estos chicos y su madre Shiri tienen derecho a la ciudadanía peruana o argentina, ni el Congreso ni el Gobierno de ambas naciones han hecho mucho por ellos. En cambio, Rusia, Tailandia y otras naciones usaron su diplomacia para liberar a sus rehenes.
Yarden, padre de dichos pelirrojitos, apareció en un video difundido por Hamás donde, desde el lugar donde estaba cautivo, acusaba a Netanyahu de haber asesinado a sus hijos y esposa con un bombardeo y le demandaba un alto al fuego para que le permitan sepultar los restos de su familia. El ejército israelí afirma no tener evidencias de dichas muertes, aunque sí reconoce que eso ha pasado con 39 de los 117 secuestrados que no han sido liberados.
La mayoría de las naciones y también de judíos del mundo, así como de los israelíes, piden cesar los combates para darse un intercambio entre rehenes hebreos y presos palestinos. Joe Biden y Kamala Harris presionan a Benjamin Netanyahu para lograr eso, pues una tregua ayudaría a la reelección demócrata.
Empero, el premier israelí nunca ha priorizado a sus propios rehenes. Siempre ha dicho que su objetivo es aniquilar al Hamás y liberar militarmente a los secuestrados. Nada de eso vienen logrando. Esto, pese a que Gaza es una franja playera plana más chica que Ventanilla más Ancón.
En la semana donde se recuerda 79 años de las bombas atómicas contra Japón, la suma de todo el poder explosivo en Gaza es 5 veces mayor que las de Hiroshima o Nagasaki. Esta franja metropolitana es la más hiperbombardeada del mundo en las últimas ocho décadas. Todos los 2,300,000 gazatíes están muertos, desplazados, heridos, desaparecidos, traumados o hambrientos.
Bezalel Smotrich, ministro de finanzas, se lamenta que "nadie les dejará matar de hambre a 2 millones de civiles, aunque eso es moral y justificable". También llama a expulsar a la mayoría de los 3 millones de árabes de Cisjordania, a la cual quiere repoblar con un millón más de colonos hebreos.
Itamar Gvir, ministro de seguridad, se jacta de que él ha desmejorado mucho a la alimentación y situación carcelaria de los presos palestinos, mientras que se reporta que él pide ver por video torturas contra estos. Khalil Abayat dijo que estando preso fue acuchillado y el mismo Ben-Gvir danzó sobre su cuerpo. Varios medios israelíes, incluyendo Canal 12, destapan torturas y violaciones (la revista israelí "+972" dice que las de la prisión Sde Teiman superan en barbarie a las de EEUU en Irak o Guantánamo). Hanoch Milwidsky, parlamentario del Likud de Netanyahu, promueve violar presos insertándoles varas en sus anos. Ben-Gvir pide que todos los 10,000 prisioneros palestinos sean ejecutados.
Mientras el presidente Isaac Herzog demanda un acuerdo para intercambiar cautivos, Netanyahu bombardeó en una misma noche (30 al 31 de julio) dos capitales de la región (Beirut y Teherán). Allí fueron asesinados Fuad Shukr, alto comandante del Hizbollah e Ismail Haniye, jefe del buró político del Hamás (quien antes fue electo por voto popular como primer ministro palestino).
Israel justifica la ejecución de "terroristas" en cualquier parte del mundo, pero más países consideran que eso es un "ataque terrorista contra la soberanía de otras naciones". Al asesinar al negociador del Hamás, Netanyahu asesinaba un posible acuerdo con este y condenaba a la muerte a más rehenes hebreos. El hecho de que esto se haya dado en la capital persa apenas Masoud Pezeshkian juró como nuevo presidente, fue una provocación. Esta le quita márgenes de maniobra a un nuevo gobernante que ganó las elecciones propiciando reformas y moderación.
Con sus asesinatos Netanyahu quiso lograr un respaldo popular interno, aunque este ha de ser corto, pues los hebreos saben que se viene una gran represalia. Estas ejecuciones no conducen a la derrota de sus enemigos sino a que se expanda o regionalice la guerra. Empero, para Netanyahu ese escenario es ideal para mantenerse en el poder. La militarización impide que Israel vaya a una nueva elección. Todas las encuestas indican que él perdería ante su exministro, el general Benny Gantz. Ello podría conducirle a que termine bajo rejas.
Los ultraderechistas quieren provocar una guerra entre EEUU e Irán para hacer que los norteamericanos manden tropas. En dicho escenario sus soldados pudieran expulsar masivamente árabes de Gaza, Cisjordania, Golán y Líbano, para repoblarles y crear un "gran Israel" más étnicamente depurado.
EEUU no quiere pisar el palito. En todas las guerras que antes Netanyahu les pidió que libren (Afganistán, Irak, Libia, Siria o Yemen) Washington quedó mal ayudando a que sus enemigos se potencien o capturen dichas repúblicas. Biden quiere parar esta guerra y no quiere otra conflagración donde entre la OTAN, la cual no puede vencer en Ucrania.
Israel es el Estado que, en proporción a su población, más asesinatos selectivos de enemigos ha hecho fuera de su nación. Estos, en vez de detener al radicalismo palestino, les masifica.
Hamás, lejos de haber sido destruido, se consolida y expande a los palestinos que viven en la diáspora o bajo administración israelí. Haniya se convierte en un ícono (como el "Che" Guevara) cuya muerte genera automáticamente una huelga total en Cisjordania. Él fue reemplazado como cabeza del buró político del Hamás por Yahya Sinwar, quien pasa de dirigir el brazo militar en Gaza a ser la única cabeza de dicho movimiento, adquiriendo plenos poderes.
Según CNN casi todos los batallones del Hamás en Gaza se han renovado y siguen operativos, pese a que más del 70% de las viviendas de esta franja han sido destruidas. Hamás se creó y masificó en respuesta a las primeras incursiones bélicas israelíes en Gaza. Hizbollah se fundó organizando la resistencia contra la ocupación sionista en Líbano. Los hutís movilizan millones en Yemen tras haberse forjador resistiendo a los bombardeos sauditas, emiratíes, israelíes y anglo-americanos.
Las matanzas de Netanyahu han hecho que hoy las bandas filo-nazis que promueven disturbios contra los inmigrantes y musulmanes en Inglaterra levanten la bandera israelí, la cual está ausente en Stamford Hill (Londres), el mayor barrio yiddish de Europa. Varios de quienes promueven la ola de islamofobia son sionistas, como Ariéh King, teniente alcalde de Jerusalén, quien quiere despoblar a varios barrios árabes cristianos y musulmanes.
Yair Lapid, líder de la oposición sionista, acusa al gobierno de haber paralizado al país dejándolo varios días en la incertidumbre de cuándo será castigado. Esto le quita iniciativa a un Estado que, por primera vez en su historia, libra una guerra prolongada en 7 frentes (Yemen, Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria, Irak e Irán). Esta guerra ha hecho entrar en bancarrota al puerto de Eilat, a miles de empresas y al turismo.
El 13-14 de abril Irán respondió al bombardeo a su embajada en Damasco lanzando más de 300 cohetes y drones contra Israel, los cuales tendieron a causar daños materiales y no humanos. Se trató de una respuesta moderada a fin de no caer en el juego de Netanyahu de provocar una guerra EEUU-Irán.
Pezeshkian, quien fue electo prometiendo una política más conciliatoria hacia Occidente, debe dar una respuesta dura, peor no lo suficiente fuerte capaz de dar paso a que Washington mande tropas. En estos días una serie de negociaciones se vienen dando entre Teherán y otros países (incluso EEUU) para calcular una respuesta. El ideal persa sea que esta golpee a Israel, pero que no genere una ola de retaliaciones masivas en su contra, sino a que produzca un alto al fuego de en Gaza.
Mientras tanto las potencias occidentales prefieren evitar que la guerra se regionalice y que se dé una tregua.
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