Después de las olimpiadas se vienen los paralímpicos. Como el Perú solo sacó una sola medalla (y de bronce) en los primeros, el gobierno y el congreso parece que quisieran sugerir que se creen otros juegos internacionales en los cuales nuestra patria sí pueda quedar entre los punteros.
En estas competirían solamente mandatarios y parlamentarios. Se llamaría "olimpiadinas" en honor a su gestora, la cual no es la diosa Diana la cazadora sino la odiosa Dina la baleadora.
Nuestra presidenta cree que ella podría sacar medallas en varias disciplinas como natación en 3 modalidades (nada, nada y nada de ideas; nada, nada y nada de popularidad y nada, nada y nada de vergüenza) y, sobre todo, en lanzamiento de bala.
Ella cree que en vóley nadie la gana, pues es capaz de dar un pase de pelota que derrumbe a uno de sus ministros; pero en lo que ella es toda una crack es en ser una gran matadora.
Además, Dina quiere triunfar en otras disciplinas especialmente creadas para ella: maratón oratoria (ser la única presidenta de la historia universal que discursea 5 horas dejando vacío a su congreso y bien dormido a su primer número dos, su expremier Otárola, y el actual número dos de su gabinete, su canciller González Olaechea), así como en esgrima revertida (en vez de querer tocar de frente el pecho del adversario se debe poder clavar el cuchillo en la espalda de la mayor cantidad posible de amistades).
Otra modalidad sería especialmente diseñada para nuestros legisladores, los cuales, en vez de ser maestros en el salto triple lo son en el del asalto triple. Si hay lanzamiento de jabalina, debiera darse una competencia para ver quien lanza los "palos" más descomunales, pues nuestra elite política no le gana en "palear".
Mientras hay atletas estrellas en las carreras de 100, 200 ó 400 metros con o sin obstáculos, nadie gana a los congresistas o ministros peruanos en salir corriendo más velozmente de los lugares de donde les botan.
En París brilló la gimnasta Simone Biles, pero aquí también tenemos nuestros giles. En acrobacia política nadie gana a nuestros politiqueros. Dina es la única presidente del planeta que fue electa proclamándose marxista-leninista y empezó gobernando como violentista-ultraderechista. Hay congresistas que se cambian de bancada más veces que de balneario. Héctor Acuña ha sido capaz de estar en 5 grupos parlamentarios en menos de dos años, tras juntarse con los socialistas acabó con los extremistas que dejaron de ser porkistas.
La pesada de Patty Chirinos cree que no solo se debe premiar a quien levante más pesas sino quien mejor y más fuerte levante el dedo medio. Igualmente, ella quisiera que se den medallas a quienes sean capaces de gritar e insultar más duro. Patty, a su vez, quisiera un premio a la jugadora que más citas o romances tenga con diversos patas, no importa que sean ancianos moribundos o casados vagabundos.
Nuestro canciller podría querer crear una nueva disciplina acuática, además de canotaje, vela o tabla. Esta sería la de cruzar de un extremo a otro del océano en totoritas, como las que en una cita de la APEC sostuvo que empleó Atahualpa para llegar al Asia junto con 15,000 hombres unos 250 años antes de haber llegado a ser inca.
La boxeadora argelina Imane Khelif, quien fue calumniada de haberse operado para cambiar de sexo, se podría proponer para dar un galardón a las Chirnos, Amuruz, Boluarte o cualquier otra "madre de la patria" que más fortunas haya empleado en haberse alterado su propio físico con tantas cirugías.
Para cronometrar el tiempo solo se usarían relojes Rolexs y Dina cobraría un sustancial royalty por ella, pues ninguna otra jefatura de Estado del mundo ha hecho tan popular a dicha marca.
Para garantizar una total imparcialidad, todos los jueces van a ser nombrados por nuestro honorable y moral Tribunal Constitucional.
Finalmente, nuestras autoridades esperan que se permita una carrera libre hacia el podio donde estén los galardones para que gane el que más medallas de oro pueda sustraer.
Como Dina anda molesta porque no le han invitado a México a la juramentación de la única mujer presidenta electa directamente en Iberoamérica, ella va a dar un ultimátum a todas las naciones. Las que no se presenten serán descalificadas con algo peor que un walk over: un wayki over. Los ausentes serán penalizados siendo obligados a escuchar los mensajes presidenciales más aburridos y soporíferos del mundo, aquellos que solo puede hacer la Dinazepán.
De concretarse esas brillantes innovaciones, Dina estaría dispuesta a festejar ello regalándonos otro canto a capela. Esta sería su nueva canción: "Perú campeón, es el grito que repite la afición, ron, ron".
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