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¿El abuso del poder y de los poderes…?

Aquí tenemos una fuente del mal en el mundo, ¿y, cómo ir matando la cabeza de la serpiente de este mal?
Jesús Millán Muñoz
lunes, 2 de septiembre de 2024, 13:00 h (CET)

¿No estamos hablando de los abusos del poder y de los Poderes del Estado, sino del abuso del poder, en minúscula de las personas que ostentan cargos y cargas, públicos o privados?


No estamos afirmándolo, no estamos negándolo, sino planteándonos si las personas en sus relaciones, se crean interrelaciones de influencia y de poder abusivo, y, nos estamos planteando si, a veces, no saben utilizar de forma correcta ese poder o esa influencia. Pero no estamos hablando o dialogando o preguntándonos sobre el Gran Poder y el Poder o Poderes de los Estados, sino el poder entre las personas, en los trabajos, en las familias, en los grupos sociales…


Quizás, sean preguntas difíciles, y, ese poder, de existir, ese poder, que puede estar dentro del ámbito de la ley y la legalidad, y, dentro la moralidad y la ética, y, dentro de las buenas costumbres, diríamos, es la diferencia de responsabilidades, en una empresa de cierto tamaño, existen cientos de personas trabajando, y, no todas tienen las mismas responsabilidades, ni las mismas cargas, ni los mismos cargos, ni los mismos emolumentos. No hablamos de estas relaciones, que son lógicas en una interrelación de organismo social, siempre bajo la legalidad y la moralidad…


Hablamos del abuso del poder, que puede tener diversidad de concreciones, y, aquí, evidentemente estriba en mucho, según la personalidad de las personas y de las personalidades que ostentan ese poder. No me gusta tratar este tema, porque es complejo y doloroso y cruel e injusto e inmoral e ilegal, al mismo tiempo, pero digamos, estaba dentro infectando la conciencia, porque como articulista, tenemos que tratar una diversidad de cuestiones, diríamos es la razón de ser de un columnista, todo el mundo sabe, el lector/a que no somos expertos en todo, pero nuestro estatuto es rozar temas diversos, por si alguien se acerca a nosotros, a nuestras palabra, se le amplifique el punto de vista, y, los temas de la realidad.


Podría no citar a otros articulistas, como tantos hacen, podría hacer combinaciones y cócteles de artículos con la IA, como tantos y tantas plumas, ya se les nota van haciendo, recogiendo ideas que les ofrecen, y, ellos/ellas añadiendo otras. Pero pienso, que de momento, seguiré con el cerebro que la Naturaleza y el Buen Dios y los progenitores me ha otorgado. Y, me he encontrado con un artículo titulado: Fui asistente de Harvey Weinstein. El desequilibrio del poder es muy real, un artículo de Rowesa Chiu, publicado en el The New York Times, del 22 de agosto del 2024, artículo como todos los que cito invito a leerlo.


Hasta dónde entiendo, es un artículo profundo y serio y triste. Triste porque refleja mucho de la naturaleza humana, no podemos negar que el ser humano está lleno de luz y sol, pero también de noche y negrura, y, entre ambos mundos existen muchos estados e sombras y penumbras. En definitiva, ese abuso del poder, que se puede producir en cualquier entidad humana. Incluso el famoso mobbing en las escuelas, es un abuso de poder hacia una persona o hacia varias, que algunos compañeros le hacen, y, el resto calla. Se puede producir en las empresas, entre las familias en sentido amplio, en todo los órdenes de la sociedad. No solo está entre los altos contra los bajos, sino entre los del mismo medio y categoría y orden. Incluso, a veces, los de abajo con los más altos en las responsabilidades de las entidades de que tratemos, creándoles bulos, calumnias…


¿Qué origen puede tener? Posiblemente muchos, pero no tiene sentido, como dirían los griegos, maestros antiguos, tratar una enfermedad y no expresar algo para curarla. Primero, debemos no olvidar, que los humanos sufren todo tipos de pasiones y pulsiones e instintos, que en muchos casos no controlamos de forma correcta, no autocontrolamos de forma adecuada. No todas las pasiones, sino algunas.


En segundo lugar, la ética y la moral, que junto a los sistemas jurídicos, y, a las buenas costumbres sociales, son los que permiten que el mecanismo de la sociedad funcione de forma correcta y adecuada y equilibrada. Pero la moral y la ética de siglos, que era un mecanismo de normativización individual y colectiva, que ha sido engrasado durante siglos, hoy, en muchos ambientes y grupos y personas, han llegado a la conclusión, que una parte de esa moral, no la quieren cumplir. Con lo cual, el abuso del poder entre iguales o entre desiguales en una entidad se ve más potenciado. Se puede producir más mal. Incluso en un grupo humano de amistades, todos hablan de grupos de mujeres viudas o separadas o solteras, ya de cierta edad, que se reúnen a tomar café, y, se producen, envidias y críticas y manipulaciones sin sentido –tema que algún día debería tratar yo y estudiar la sociedad, los investigadores, los periodistas…-.


Tercero, que en un ente social, sea el que sea, no solo como en un grupo de primates, que no todos tienen la misma escala social, sino que no todos tienen el mismo poder, y, unos pueden estar en un estado de vulnerabilidad más grande que otros. Y, de eso se aprovechan algunas personas…


Creíamos, concretando en un tipo de abuso de poder, que es un delito criminal, como aquello de los abusos en el mundo de Hollywood, creímos que de darse esa revuelta y revolución y denuncias se produciría en otras mecas del cine y, creíamos que de producirse se iba a producir y extender y denunciar, en decenas de oficios y profesiones y entidades sociales de todo tipo, y se extendería por el globo terráqueo. Pero aquello se terminó en Hollywood, y, esa protesta y ese contar esa injusticia y esa iniquidad se terminó en las costas de California.


Quizás, habría que buscar un mecanismo de que esos abusos que existen de todo tipo, en los diversos entes sociales, se pudiesen indicar, expresar, denunciar de otras maneras, más eficientes y más probadas, bajo la legalidad y la moralidad correctas, para intentar que esa epidemia de violencia y de abuso de poder, pueda ser combatido en el mundo, en cualquier ordenes de la realidad… Porque posiblemente, miles, cientos de miles, millones de personas hayan sufrido alguna forma de esta violencia, y, ni siquiera lo han denunciado, ni lo han dicho, ni lo han indicado. Y, sufren y hayan sufrido ese dolor y ese sufrimiento y esa angustia, de un tipo o de otro, por una causa o por otra, durante toda su existencia.


Aquí tenemos una fuente del mal en el mundo, ¿y, cómo ir matando la cabeza de la serpiente de este mal? Porque el mal y la maldad no solo está en las relaciones económicas y políticas entre las personas, sino en este conjunto de tipos de males, que este notable artículo del The New York Times cita. Paz y bien.

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