Un periodista habla de actualidad, de sus características, del sujeto activo que tiene la noticia. No opina. No es protagonista de las noticias de otros. La discreción forma parte de su persona y buen hacer.
A nuestro periodista de hoy le cuesta saltar de los créditos de primeras páginas, de la letra pequeña donde se ve qué lugar ocupa en una publicación periodística. Durante años Diego Farto ocupa el primer puesto de redactores en su periódico, significa que es de los veteranos en experiencia, dentro de La Tribuna de Ciudad Real.
Desde los años 90 aparece en los créditos del Diario La Tribuna, o sea desde siempre, dando servicio a la población, a temas culturales de un territorio, haciendo reseñas, llevando noticias de aquí para allá, desde el lugar donde se exponen cuadros, nuevos libros, eventos y publicaciones de todo tipo.
Con su andar particular ha cubierto los mejores momentos de una ciudad y provincia que parecía estar dormida, y que despertaba a golpe de palabras lanzadas a la imprenta, a nuestros ojos, primero desde el papel y luego desde lo digital.
Con su habla particular, fruto de sus circunstancias, preguntaba con grabadora en ristre, buscaba información, hacía entrevistas, indagaba con todo el cariño que da el mundo de la cultura, sobre datos actuales y novedades de una provincia creativa, extensa.
Recuerdo que me abordó para entrevistarme en la Biblioteca del Estado, en 2002, con buenos calificativos, para encontrar respuestas a las diferencias literarias entre adultos y niños, entre niños y jóvenes. Y cómo le recibí con un principito de cartón colgado del techo de la biblioteca infantil, donde realizaba mi “Bibliopesca”. “Lo esencial es invisible a los ojos”.
La segunda entrevista suya fue en 2005, nuestro ya amigo Diego Farto continuó con sus buenos calificativos profundizando en mis respuestas, buscando nuevas ideas sobre literatura infantil y poesía. Luego llegarían más entrevistas, más preguntas. Perdí la cuenta porque libro que aparecía, motivo de entrevista. Descubrí no hace mucho que se relacionaba con esa literatura que preconizaba. Era también poeta y creador. Nieto de poeta y periodista de su mismo nombre.
Por ello, no puede evitar olvidar su Galicia natal. Siempre que puede, hace gala de su herencia cultural. Galicia no sólo está presente en su deje, en su acento, su comunidad de origen es mucho más, es su propia historia familiar, la que cuenta su abuelo en la obra “De cárcel en cárcel”, historias de Redondela.
Ahora está pasando por circunstancias difíciles, aunque él mismo no lo quiera reconocer. Pero ayer le vi animoso, entusiasmado por asistir hoy a la inauguración de una exposición de Rosa Yunta. Le acompañaba un familiar, él mismo era quien nos daba ánimos.
Nos alegramos de verte por las calles, a pesar de la situación, y aunque no nos entrevistes todavía, decirte que sigas así siendo tan valiente como estás demostrando. Y, ¡prepárate!, porque ahora te vamos a entrevistar nosotros y te haremos preguntas tan profundas y llenas de sabiduría como las tuyas.
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