En España, los “nuevos pobres” son un grupo cada vez más creciente de personas que, a pesar de tener empleo, no pueden acceder a una vivienda digna, debido a los bajos salarios y los altos precios de las viviendas, tanto para alquilar como para comprar.
Una gran mayoría de trabajadores, reciben salarios que están muy por debajo de la media nacional, esto les impide ahorrar lo suficiente para la entrada de una vivienda o para cubrir los gastos mensuales de un alquiler.
La inestabilidad en el empleo, con contratos temporales y a tiempo parcial, además de convenios muy bajos, agrava la situación , sumado a la falta de seguridad laboral, hace que sea muy difícil planificar a largo plazo y asumir compromisos financieros importantes, como una hipoteca.
Los precios de alquiler han aumentado drásticamente en las principales ciudades y áreas metropolitanas, esto hace que una gran parte del salario se destine solo para cubrir el alquiler, quedando muy poco margen para los gastos esenciales del día a día.
El mercado inmobiliario también ha tenido un aumento desproporcionado en los precios de venta, al mismo tiempo que bajan las calidades de dichas viviendas, lo que se hace casi imposible para la mayoría de estas personas, comprar sin una ayuda financiera mucho más significativa, también teniendo en cuenta, que los bancos ya no proporcionan hipotecas como hace algunos años, se curan mucho en salud y por tanto suelen denegarlas al más mínimo detalle que consideren, según su política.
Con todo esto, un alto porcentaje de personas no pueden independizarse y tienen que seguir viviendo con sus padres, debido a la imposibilidad de poder pagar un alquiler o una hipoteca, teniendo en cuenta también, que prefieren alquilarlos como pisos turísticos, ya que les dejan mejores ganancias.
Según los últimos datos, más de 5 millones de españoles están en riesgo de pobreza, que, seguro que serán muchos más y aumentando, porque la brecha entre quienes pueden permitirse una vivienda y quienes no, también va en aumento, lo que lleva a una mayor desigualdad social y económica, la clase media que hasta ahora existía se está extinguiendo, cuando hace años, con un solo sueldo en casa, se compraba una vivienda, un coche y se podían ir todos sus miembros de familia de vacaciones.
Esta situación refleja una crisis estructural en el mercado laboral y de vivienda en España, que requiere soluciones integrales y políticas públicas efectivas, con el fin de mejorar las condiciones de vida de estos “nuevos pobres”.
Los precios de las viviendas, se espera que sigan creciendo y ya vamos en este 2024 por encima del 5% de subidas, todo esto en conjunto está provocando una crisis de vivienda sin precedentes en España, que la única solución es crear viviendas sociales, que si hay suelo para construirlas, pero el mercado inmobiliario privado a menudo compite por el mismo suelo, elevando los precios y dificultando que los proyectos de vivienda social sean inviables económicamente, porque las viviendas sociales suelen ser mucho menos rentables para los inversores privados, en comparación con el resto de construcciones, esto reduce mucho el interés del sector privado en invertir en este tipo de proyectos.
Sería necesario fomentar la colaboración entre el sector público y el privado, también implementar políticas públicas que prioricen la vivienda social, con una financiación adecuada y procesos administrativos mucho más agiles y menos farragosos.
En conclusión, que la sanidad pública no funciona bien, la enseñanza va a peor y las viviendas sociales, que tanto se necesitan, no se construyen, entonces, ¿en qué se está convirtiendo España?
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