La prolongada crisis de inseguridad y hambre que sufre Haití se está desarrollando en la sombra: setenta personas, entre ellas 10 mujeres y tres bebés, fueron asesinadas el pasado fin de semana, mientras que 45 viviendas fueron incendiadas. El repunte de la violencia se produce tras el anuncio de sanciones contra el líder de la banda Grand Gif, que tiene sitiado al país, y el anuncio de deportaciones masivas por parte de las autoridades de la República Dominicana.
“Los niños y niñas haitianos y sus familias se enfrentan a riesgos extremos de abusos, extorsión, violencia de género y muerte como nunca antes. A la inseguridad crítica propiciada por el control territorial de las bandas se suman los mayores riesgos de hambre y malnutrición para la infancia debido a la interrupción de las cadenas de suministro y de los medios de subsistencia”, ha declarado Lesly Michaud, director del Programa País de World Vision en Haití.
Desde febrero de 2024, Haití está experimentando un aumento de la violencia orquestada por las bandas. Según la Oficina Integrada de la ONU en Haití, al menos 1.379 personas han sido víctimas de bandas armadas, aumentando a casi 3.900 el número de víctimas durante el primer semestre de 2024. En 2023, la violencia de las bandas dañó o se cobró la vida de 8.000 personas.
El aumento de la violencia de las bandas coincide con el reciente anuncio de la vecina República Dominicana de ordenar deportaciones masivas, alegando el insuficiente apoyo de la comunidad internacional para estabilizar la seguridad en Haití. World Vision está profundamente preocupada por este anuncio que anticipa el retorno de migrantes irregulares, a un ritmo de 10.000 personas por semana.
Como organización de ayuda humanitaria, World Vision cree en la necesidad de apoyar a quienes se enfrentan a la vulnerabilidad. Sin embargo, hacer frente a las necesidades de miles de familias, niñas y niños haitianos desplazados por la violencia de las bandas y el hambre es una situación que no puede ser afrontada individualmente por un solo Estado. World Vision pide apoyo financiero y técnico de la comunidad internacional para abordar las causas profundas del conflicto, la pobreza y la desigualdad en Haití, que exacerban los riesgos de las migraciones irregulares y los desplazamientos internos. Asimismo, World Vision pide un espacio humanitario seguro para prestar ayuda vital.
La inseguridad y el hambre han obligado a más de 600.000 personas a desplazarse internamente, y más de 200.000 de ellas son niños y niñas. Esta tendencia va en aumento, ya que miles de personas tratan de reubicarse con familiares y amigos en comunidades rurales haitianas ya frágiles y en comunidades fronterizas muy vulnerables de la República Dominicana.
“Ante el retorno masivo de haitianos a su país, la comunidad internacional, los donantes y las agencias de cooperación deben garantizar el acceso a la ayuda humanitaria vital, como el acceso a la alimentación, la salud, el agua potable, la educación y la protección de la infancia y adolescentes y la seguridad efectiva. Por otro lado, las autoridades migratorias de la República Dominicana deben garantizar el respeto de los derechos humanos de los migrantes y las poblaciones desplazadas, y especialmente la protección de los niños y niñas no acompañados”, añade Joao Diniz, director Regional de World Vision.
World Vision ya está respondiendo en Haití y en las comunidades fronterizas de la República Dominicana proporcionando alimentos, agua, saneamiento y protección infantil, como parte de su respuesta Esperanza sin Fronteras. En los últimos 6 meses, se estima que 150.000 personas han regresado a Haití. La ONG está apoyando a los retornados proporcionándoles kits de salud y nutrición.
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