La prevalencia de enfermedad renal crónica (ERC) en la población con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) que ha sido atendida en servicios de Endocrinología es del 41%, mientras que, en el caso de la población con obesidad, la prevalencia de la ERC en este grupo poblacional sería de un 13%. Así se desprende del estudio observacional retrospectivo ENDO-CKD1,2, impulsado por la compañía AstraZeneca, que ha analizado la epidemiología, la carga clínica y el manejo de la ERC en personas con diabetes o con obesidad atendidas en los servicios de Endocrinología españoles, utilizando para ello la base de datos de historias electrónicas Telotron® (Telomera SLU, España), la cual incluye datos longitudinales anónimos de pacientes de atención primaria, atención especializada y hospitales de 7 comunidades autónomas españolas (población total aproximada de 2,2 millones de pacientes).
El estudio ENDO-CKD ofrece una descripción detallada y actual del perfil clínico de las poblaciones con DM2 u obesidad (sin DM2) que es asistida en los servicios de Endocrinología en España, incluyendo el perfil renal, y una comparación de ese perfil cuando el paciente presenta, o no, ERC. Asimismo, en el estudio se ha realizado una estimación de los eventos clínicos adversos que presentan ambas poblaciones de pacientes durante un periodo de observación de 5 años, comparando aquellos pacientes con ERC al inicio, con los pacientes sin ERC basal. Por último, incluye también un análisis de cómo se realiza el cribado y el diagnóstico de ERC en estos grupos poblacionales.
Respecto a la descripción del perfil clínico, tanto de la población con DM2 como de la población con obesidad, y tal y como destaca el Dr. José Carlos Fernández-García, miembro del departamento de Endocrinología y Nutrición del Hospital Regional Universitario de Málaga, y uno de los autores del estudio ENDO-CKD, “la descripción del perfil clínico nos demuestra que la presencia de ERC en estos pacientes se asocia con peores valores analíticos, una mayor presencia de otras enfermedades que empeoran el pronóstico (como hipertensión o hiperlipidemia) así como con un mayor uso de fármacos”.
Por otro lado, a la hora de cuantificar la incidencia de eventos clínicos adversos que sufren ambas poblaciones (personas con DM2 y personas con obesidad) durante un período de observación de 5 años, el estudio ENDO-CKD muestra que un 37% de las personas con DM2 sin ERC de inicio la desarrollan en dicho período. Además, la presencia de ERC en estas personas con DM2 se asocia a una probabilidad mayor de desarrollar complicaciones cardiovasculares (como la insuficiencia cardiaca o el ictus), así como una mayor tasa de hospitalizaciones y menor supervivencia. Los resultados en obesidad de este análisis se presentarán en un futuro congreso.
La importancia de optimizar el cribado para una detección precoz de la ERC
Otro de los hallazgos significativos de este estudio es que solamente un 66% de las personas con DM2 tienen realizadas las dos pruebas rutinarias para evaluar la presencia de ERC: la tasa de filtrado glomerular estimada (TFGe) y el cociente albúmina/creatinina en orina (CACo) y, en el caso de la población con obesidad, esta cifra baja al 37%. Además, del total de pacientes con valores de laboratorio indicativos de padecer ERC, solamente tienen dicho diagnóstico recogido y codificado en la historia clínica un 46% en la población con DM2 y un 32% en la población con obesidad.
Estos resultados, por lo tanto, permiten describir áreas de mejora para realizar un adecuado diagnóstico precoz y codificar de forma apropiada la ERC, con el objetivo de poder establecer en cada paciente la estrategia terapéutica óptima para el manejo de su enfermedad.
“Dado que las personas con DM2 u obesidad que son seguidas por los servicios de Endocrinología tienen un perfil complejo, y sabiendo que la diabetes y la obesidad son factores de riesgo conocidos para desarrollar ERC, este estudio nos demuestra la importancia de realizar un cribado y diagnóstico precoz de la ERC con el objetivo de mejorar los resultados en salud en las personas con diabetes u obesidad”, recalca el especialista en Endocrinología del Hospital Regional Universitario de Málaga.
Por su parte Ana Pérez, directora Médica y de Asuntos Regulatorios de AstraZeneca, afirma que la enfermedad renal crónica (ERC) afecta a más del 10% de la población mundial y su carga va en aumento. “Sin un diagnóstico y tratamiento adecuado, la ERC puede derivar en estadios graves y, por este motivo, desde AstraZeneca apostamos por invertir en estrategias que mejoren los resultados en salud de los pacientes. Los pacientes son, para nosotros, nuestra razón de ser y apoyar investigaciones como el estudio ENDO-CKD que abogan por un diagnóstico a tiempo de la ERC es una forma más de demostrarles que estamos con ellos”.
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