Flores Solidarias, la pionera iniciativa que busca cambiar la vida de personas sin hogar a través de un innovador modelo de integración socio-laboral, ha comenzado su andadura. Este proyecto, que combina la belleza de las flores con un fuerte compromiso social, tiene como propósito devolver la dignidad a las personas que se encuentran en situación de sin hogar ofreciéndoles trabajo y facilitándoles el acceso a una vivienda.
Para ello, arranca esta nueva floristería online donde las personas que están sin hogar trabajan confeccionando ramos que se distribuyen por mensajería a los hogares de toda España y cuyo servicio se contrata por suscripción. El proyecto a comenzando en Valencia con 4 trabajadores y ya tiene planes de expansión a nivel nacional.
Detrás de este proyecto se encuentran dos empresarios con una amplia trayectoria en el desarrollo de iniciativas de impacto social que han tomado como referencia un programa de éxito como es ‘Incorpora’ de la Fundación la Caixa. Los socios impulsores son Mateo Blay, ingeniero agrícola pionero en el marketing y la comunicación en el sector agroalimentario; y Arturo Grau, ingeniero de telecomunicaciones reconocido por su capacidad para ejecutar proyectos innovadores. Ambos comparten una visión común: mejorar la vida de las personas en situación de vulnerabilidad a través de soluciones creativas y sostenibles.
La colaboración público-privada es uno de los pilares fundamentales del éxito de Flores Solidarias. Trabajando codo a codo con Flores Solidarias se encuentran organizaciones como la Asociación Natania o el Centro de Atención a los Sin Techo (CAST) del Ayuntamiento de Valencia. Esta cooperación permite que el proyecto sea autosuficiente y escalable, generando un impacto positivo en la vida de quienes participan.
Para Mateo Blay, “Flores Solidarias es mucho más que una empresa de venta de flores. Su objetivo principal es integrar a personas sin hogar en el mundo laboral mediante la confección y distribución de ramos de flores por suscripción en toda España. Esta iniciativa no solo les ofrece empleo, sino que brinda una oportunidad real de rehacer sus vidas a aquellos que así lo deseen al proporcionarles una fuente de ingresos y que, gracias a ello, puedan independizarse para acceder a una vivienda digna”.
Arturo Grau explica que “el proyecto se enfoca en ofrecer un trabajo estable por un período limitado de hasta dos años, permitiéndoles ganar la experiencia necesaria para reintegrarse plenamente en el mercado laboral”. Para ello, Flores Solidarias cuenta con una red de apoyos de instituciones y empresas socialmente responsables que facilitarán una transición fluida hacia otros empleos al concluir su participación en el programa, dejando así espacio para que puedan entrar nuevas personas sin hogar.
El impacto de Flores Solidarias va más allá de la simple creación de empleo. Con cada ramo de flores entregado, los clientes no solo reciben productos de la más alta calidad, sino que también contribuyen directamente a mejorar la vida de personas en riesgo de exclusión social.
El modelo de negocio de Flores Solidarias ofrece suscripciones semanales, quincenales o mensuales, lo que garantiza un flujo constante de ingresos y la posibilidad de escalar la iniciativa a otras ciudades donde el sinhogarismo es un problema persistente. Este enfoque permite que el proyecto sea económicamente sostenible sin depender de ningún tipo de subvención.
Una respuesta al sinhogarimo
Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), se estima que en España hay más de 30,000 personas en situación de calle, de las cuales 754 residen en Valencia. Actuar para paliar esta situación se hace, por tanto, más urgente que nunca.
Flores Solidarias surge como respuesta a esta problemática, ofreciendo una solución temprana y temporal que busca evitar el deterioro físico y psicológico que enfrentan las personas que viven en la calle.
El proyecto se basa en estudios que revelan que los principales factores que empujan a las personas al sinhogarismo son la pérdida de empleo (26’8%), problemas psicológicos (24’5%) y la falta de redes de apoyo. Flores Solidarias aborda estos problemas ofreciendo una solución integral: empleo, vivienda y acompañamiento psicosocial, elementos clave para que estas personas puedan reinsertarse en la sociedad.
Una propuesta comercial sostenible y justa
El origen de las flores con las que se confeccionan los ramos es un elemento clave del proyecto. Al eliminar la intermediación en la compra de flores y trabajar directamente con agricultores locales situados en Mercaflor -el mercado de flor cortada y plantas de Mercavalencia-, se garantiza un precio justo para los productores, apoyando así a un sector agrícola que ha enfrentado dificultades en los últimos años “y poniendo en valor -señala Blay- que Valencia es realmente la tierra de las flores, la luz y del color”. Esto se alinea con la visión de Flores Solidarias de fomentar una economía social que beneficie a todos los actores involucrados: desde los trabajadores sin hogar hasta los agricultores locales.
Si bien Flores Solidarias se lanza inicialmente en Valencia, la visión a largo plazo del proyecto es ambiciosa. Si el modelo tiene éxito, podría replicarse en otras ciudades de España y del mundo, llevando esperanza a personas sin hogar en cualquier lugar donde se implemente.
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