El presidente del Gobierno, ya no engaña a nadie; su maldad contratada, sus constantes e inequívocas mentiras y su inmoralidad a la hora de gobernar han causado unas huellas tan profundas, que no se borrarán jamás de nuestra memoria.
Por si faltaba algo, aparece la destructora DANA para darle la puntilla. Porque este monstruo gallináceo y pendenciero, mintiendo como siempre, ha actuado ante esta desgracia nacional de una manera tan vergonzosa y cobarde, que por muchos años que viva, siempre recordaremos su perversidad.
|