Laura Blanco Villalba es mi gran descubrimiento de este año. Siempre he creído que el género vampírico es un tipo de literatura que nunca pasa de moda, pero encontrar originalidad dentro del mismo ya es harina de otro costal. La Sirin y Los Averni, sin embargo, proponen algo diferente. De hecho, en La Sirin, ambientada en el siglo XIX, se nos presentan vampiros capaces de leer la sangre y un juicio muy peculiar: una mujer vampiro va a denunciar al vampiro que la creó. Laura Blanco Villalba va a revolucionar la novela gótica y el mito vampírico, y espero que estemos ahí para presenciarlo.
Laura, tengo clarísima la primera pregunta: ¿Siguen vigentes los vampiros?
Creo que esta figura siempre está al acecho desde la noche de los tiempos y más aún desde que Polidori publicara El vampiro en 1819. Hace mucho que trascendió el folclore e incluso lo literario: por todas partes veo ficciones con temática de vampiros en el cine, la televisión o los cómics.
Cuando parece que ha pasado la moda, regresa de nuevo con más fuerza para conquistarnos. Drácula, Lestat o Edward Cullen, como buenos inmortales, se han encargado de hincar los dientes a la siguiente generación para mantener vivo el vampirismo. Y mira que son distintos entre sí…
A mí me parece que viene de nuevo un boom de literatura vampírica, sin embargo, cuando tú publicaste La Sirin, la cosa no estaba tan en auge y aun así…
Es cierto que este año he visto novedades muy interesantes con temática de vampiros, sobre todo en el panorama nacional. Y muy diversas, desde la romántica al terror, pasando por el humor. En 2022, cuando salió La Sirin, quizá había menos títulos, aunque me enorgullece compartir año de publicación con El imperio del vampiro, de Jay Kristoff. Además, se da la coincidencia de que también él ha publicado la segunda parte de su novela este 2024. Aunque su obra y la mía no se parecen en casi nada, y eso es lo bonito. Quizá por eso no nos cansamos de los libros de vampiros: se reinventan con cada historia.
¿Quién es Laura Blanco y cuál es su intención en el mundo de la literatura?
Una apasionada de la lectura, en particular de la fantasía y los clásicos. Una combinación extraña, lo sé… mi vocación es que mis historias lleguen a mucha gente para que se diviertan con ellas. Me considero una soñadora y eso es lo que quiero, que soñemos juntos.
¿De qué tratan tus obras, Laura? ¿Crees que aportas algo nuevo al género vampírico?
En mis novelasse fusionan esos dos elementos literarios a los que aludía antes y a los que siempre regreso como lectora: la novela de época y la fantasía. Me divertía crear un mundo muy verosímil, pintado al detalle con toda la meticulosidad de una novela histórica y soltar ahí un vampiro. Es una figura que se desenvuelve muy bien entre aristócratas y en La Sirin juego mucho con eso, porque el monstruo explota a su favor todas las contradicciones del vecindario de la campiña inglesa al que se acaba de mudar.
Me gusta decir que la literatura no es muy distinta a la ciencia, en el sentido de que nos subimos a hombros de gigantes. Mis vampiros no podrían existir sin Bram Stoker o Anne Rice: son herederos directos de sus obras. Aunque he procurado introducir elementos nuevos, claro. Por ejemplo, en las dos novelas que forman Caso Blackbird seguimos la labor de los Escribas de Sangre. Son dos vampiros, Fanque y Marcos, que tienen el don de conectarse mentalmente con la persona a la que pertenecía la sangre que beben y poner por escrito su vida en el estilo literario más acorde a su manera de pensar. Lo están haciendo porque se va a celebrar un juicio muy importante en la logia masónica a la que pertenecen y ese testimonio se usará como prueba.
Me estoy dando cuenta de que, quizás, me estoy colando al hablar de literatura vampírica en vez de novela gótica. ¿Qué me dices?
Me parece muy interesante que lo menciones, porque la literatura gótica nos ha dado novelas de fantasía y también muchas otras que no lo son. De un lado tenemos Drácula, Frankenstein, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde… y de otro Jane Eyre, El fantasma de la ópera, Rebecca, Siempre hemos vivido en el castillo y un largo etcétera.
A lo mejor por eso mi imaginación ha enraizado ahí, en ese cruce de caminos entre la literatura del XIX y el componente maravilloso. La verdad es que yo no fui consciente de que había escrito una novela gótica hasta que mi correctora me lo señaló. Me sentía más cómoda con la denominación «fantasía costumbrista». Afortunadamente, un mismo libro puede tener muchas etiquetas y creo que ambas se ajustan a La Sirin.
¿Cómo es para ti el proceso de escritura? Sé que te ha llevado unos cuantos años escribir cada uno de tus libros y, hoy en día, en el mundo del consumismo rápido, esto puede chocar…
Escribir me hace muy feliz. Suelo dedicarle un par de tardes a la semana y, si las obligaciones diarias lo permiten, una hora al comienzo del día, nada más despertar, antes de que el resto de mi familia se levante. Aunque la escritura siempre está presente de alguna manera: una lectura que enriquece, una charla con una amiga escritora o una lluvia de ideas mientras paseo al perro. Las historias y los personajes siempre me acompañan; van madurando en mi interior hasta que saltan al papel.
Y en mi caso, efectivamente, ese salto es un proceso largo. Tuve la idea original de La Sirin en 2009, pero luego tardé unos años en adoptar una rutina de escritura y unos cuantos más en acabarla como yo quería. Es que este juego metaliterario de los Escribas de Sangre es divertidísimo, pero para hacerlo bien es necesario mimar cada palabra. Con Los Averni he tardado la mitad de tiempo, pero aun así han sido varios años. Y reconozco que me cuesta soltar los manuscritos, ¡siempre veo algo que mejorar al releerlos!
¿Tus proyectos van a girar en torno a este género y estas historias?
Me interesan la fantasía, el terror y la ciencia ficción, porque son los géneros que más disfruto como lectora. Además de Caso Blackbird, tengo varios proyectos, algunos terminados y otros no, que van por esos derroteros literarios.
Y luego tengo un proyecto personal a medias que no tiene nada que ver, sería más bien ficción literaria, pero ya le llegará su momento. Supongo que es el lado costumbrista, que también quiere aflorar a la superficie.
¿Cómo han recibido tus lectores estas novelas? Creo que las críticas son muy buenas…
¡Sí! ¡Es una pasada! Me siento muy agradecida por la acogida que ha tenido La Sirin, no pensé que llegaría a tener tantas reseñas en Goodreads, por ejemplo. De hecho, para empezar, al tener ingredientes tan aparentemente inconexos entre sí pensé que no mucha gente querría leerla, salvo que tuvieran los mismos gustos que yo.
Pero la comunidad de bookstagram y booktube me ha demostrado que sí que hay interés. Y las creadoras de contenido han sido muy generosas no solo con sus reseñas sino también hablando de la novela en sus canales de YouTube o sus recopilatorios de lecturas. Ellas son las responsables de que La Sirin se haya convertido en un longseller que sigue vivo dos años después.
Y en cuanto a Los Averni, estoy gratamente sorprendida por la cantidad de gente que lo ha reservado en preventa. Que todas esas personas quieran seguir leyéndome es la mejor reseña posible.
Laura, ¿cuál es el siguiente paso que te gustaría dar en el mundo literario?
Me gustaría mucho llevar Caso Blackbird al público anglosajón. Varias personas del sector me lo han aconsejado, y tiene todo el sentido del mundo, porque allí se entenderían todavía mejor los homenajes literarios que contienen mis obras. En el caso de La Sirin, con esa historia de Regencia que homenajea a Jane Austen, pero donde se hace referencia también a Byron y a otros autores de la época. Y en el de Los Averni, con una novela más gótica que explora cómo es estirar los límites morales de la ciencia en la lucha contra los vampiros, al estilo de Mary Shelley.
Laura Blanco está, también, presentando sus novelas en distintos puntos de España y el próximo martes 12 de noviembre (2024) estará en Pozuelo de Alarcón, en la biblioteca municipal Miguel de Cervantes, a las 18:30.
|