El joven Daniel (Samy Nacery), repartidor en una pizzería de la ciudad francesa. decide sacar partido a su predisposición innata para la conducción deportiva abandonando su antiguo empleo para convertirse en taxista. El vehículo elegido es un Peugeot 406 aparentemente normal, pero que ha sido sometido a profundas modificaciones.
Las excelentes dotes de pilotaje de Daniel, unidas a las prestaciones excepcionales de su taxi, le hace extremadamente popular entre los clientes, gracias a la rapidez con la que llega a destino, logrando una y otra vez eludir a los radares y las fuerzas del orden.
Todo va sobre ruedas hasta que Émilien Coutant Kerbalec, un torpe inspector de policía interpretado por Frédéric Diefenthal, se cruza casualmente con el temerario taxista: ambos se encuentran cuando Émilien, que tiene problemas para sacarse el permiso de conducir, toma el taxi de Daniel para ir al trabajo.
Daniel, que ignora que su pasajero es un policía, hace alarde de su conducción temeraria durante la carrera, cometiendo una larga serie de infracciones de tráfico. En este punto, Kerbalec, perdidamente enamorado de su compañera Petra y perennemente frustrado por sus pifias y fracasos profesionales, decidió terminar con las correrías de Daniel. La historia toma un giro nuevo e inesperado cuando ambos se ponen de acuerdo para aprovechar el talento del taxista, y las prestaciones de su increíble Peugeot 406, para capturar a una escurridiza banda de ladrones. Para Daniel es la solución perfecta: ayudar a Émilien a lograr finalmente un gran éxito profesional, tener la posibilidad de no perder su licencia y, sobre todo, su trabajo.
No desvelaremos el final de la historia, pero la película merece una mención aparte por el increíble equipo de profesionales que se alternó al volante durante el rodaje. Es una oportunidad de ver en acción al célebre especialista Remy Julienne y muchos expilotos como Jean-Pierre Jabouille, Henri Pescarolo o Jean Ragnotti.
Esta comedia trepidante fue todo un éxito y se convirtió en una de las franquicias más taquilleras del cine francés, recaudando más de 200 millones de dólares en todo el mundo, y atrayendo a las salas a 23 millones de espectadores sólo en Francia. Peugeot lanzó, en el mercado galo, una serie de coches de colección en escala 1/43 del taxi de Daniel, mientras que Ottomobile produce una versión a escala 1/18.
Pero esto no acaba aquí: "Taxi" genera una saga de cinco películas. A la primera cinta se añaden las sucesivas "Taxi 2", de 2000, "Taxi 3", de 2003, en la que el 406 equipa unas orugas para circular sobre nieve y hielo, seguidas de "Taxi 4" en 2007 y "Taxi". 5", de 2008, en las que el automóvil se pone al día con el Peugeot 407. En 2004, llega un remake hollywoodense con el título "Taxi de Nueva York".
La frase de película “Si pone a este chico frente al volante, no hay nada que no pueda hacer”- Del film Drive.
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