A Huguettita brillante bella hija.
Al homenajear a Rubén Darío, se debe estar claro que no se realiza recordando a un poeta más, sino rindiéndole tributo a un poeta genial, inmensamente luminoso, de luces brillantes y profundo como el mar, con ideas de gran valor. Además, fue un gran prosista con pensamientos muy sentidos al tener gran sensibilidad social. Como poeta, todo lo abarcó en cuanto a la poesía, sorprendiendo desde su niñez con una precocidad sin igual, que le hizo crear versificaciones elaborando poemas de manera improvisada, que llamó la atención, se le conociera como *El Poeta Niño*. “Fui algo niño prodigio. Siendo apenas un tierno, poseía el don del oído musical, para la melodía del verso natural, intuitivo, nacido en mi”.
Estudiando las primeras letras, un niño aplicado y buen alumno, era su costumbre sentarse adelante en la primera fila. Pero después de haber faltado un día, al regresar a clase, se sorprendió encontrar ocupado su asiento por una niña, lo que provocó que escribiera: “Ya no te quiero cosita / Ya no te quiero ya no; / me quitaste la sillita / en que me sentaba yo. / Ya no te quiero cosita / ya no te quiero ya no; / me robaste el rinconcito / donde me acostaba yo”. Y veamos este otro poemita del Poeta niño: “Mañanitas, mañanitas, / como que quiere llover, / así estaban las mañanas, / cuando te empecé a querer”.
Ya jovencito Rubén camino hacia sus 20 años, observando claramente que, en su país, no existía un ambiente cultural que le pudiera permitir desarrollarse, lo que le avizoraba el ímpetu de su saber literario, y la potencialidad de su imaginativa versificación. Deseaba un ambiente propicio, por lo que decidió emigrar. Un amigo diplomático y poeta lo exhorto irse a Chile, no importando ahogarse en el camino; allí se fue, dando inicio a la primogénita y deslumbrante obra *“Azul…”*, cuya feliz creación de gran originalidad dio lugar al inicio de su proyecto cultural modernista, que renovaría la liberación de la lengua hispanoamericana; obra fruto de su primavera, al iniciar mediante una sensibilidad estética y una armonía musical con lenguaje moderno rompió los moldes académicos anquilosados prevalecientes hasta entonces, que limitaban la liberación de la poemática y de la musicalidad versatica.
Proyecto, cuyo Movimiento Modernista impulso promoviéndolo, encabezándolo y abanderándolo con creaciones bellas, finas distinguidas con arte y musicales. Claro de sus pensamientos y de lo que decía en sus poemas escribió proféticamente: “Yo tengo tonos diversos / en las cuerdas de mi lira / hay en mis canciones ira / y son mis frases puñales / para ruines y desleales, / para el dolo y la mentira. / Mas también tengo un laud / de suave y tierna dulzura / la nobleza y la virtud; / me da alas mi juventud, / tengo fe en el porvenir. Finalizo este artículo, indicando que, ante un mundo convulso; ¡Oh, señor! El mundo anda muy mal. La sociedad se desquicia. Se daba la primera guerra mundial en Europa, y Darío anhelaba la paz, por lo que, con voz de Quijote en ideal de campaña, de manera visionaria canto para que haya paz y amor que erradique los misiles de ahora que solo llanto, dolor y muerte causan. Del cielo debe solo caer vida y agua, que fertilice los desiertos áridos de árboles frondosos de frutos. Vigente es la profética voz del Poeta, aún se escucha su canto:
“Únanse, secúndense. Tantos vigores dispersos”. // "¡Oh pueblos nuestros! ¡Oh pueblos nuestros! Juntaos en la esperanza, en el trabajo y en la paz. No busquéis las tinieblas, no persigáis el caos, y no reguéis con sangre nuestra tierra feraz".
Este canto es no solo vigente, sino atingente a las actuales partes en guerra:
“Un viento lleno de sollozos sobre el mar impasible / llega hasta aquí. La Francia escucha grave. Pues son las voces desoladas, el dolor terrible, / de las Hecubas que lloran, de las Américas de oro. / Allá en el horror y la injuria y el odio / los cazadores de la muerte han tocado el "halalí" / y soplando otra vez su venenoso aliento se creería ver la boca de Huitzilopoxtlí. / ¡Pareciera que todos los demonios del pasado acabasen de despertar, envenenando la tierra! / Si contra nosotros estandarte sangriento se ha levantado es el horrible estandarte de este tirano: ¡la guerra! / Gritemos: ¡Paz!, bajo los fuegos de los combatientes en Marcha. / ¡La paz que anuncio el alba y canta el Ángelus! ¡La paz que promulgó la paloma del arca / Y fue la voz del Ángel y la Cruz de Jesús!”.
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