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«El mundo editorial ha cambiado mucho desde que empecé a escribir»

Entrevista al escritor Chema Blanco, autor del libro de relatos «¿Santifornication?»
Eva Fraile Rodríguez
miércoles, 18 de diciembre de 2024, 09:57 h (CET)

Chema Blanco es un escritor peculiar al que no me gustaría perder de vista. Su primer libro se sale de la línea habitual de publicación, pues es un libro de relatos que algunas personas han catalogado como erótico, y que impacta con el título, ¿Santifornication?, pero que él defiende lejos de etiquetas.


Su deseo es no ser encasillado en ninguna temática concreta y sus planes futuros pasan por escribir desde teatro hasta novelas en gallego. Y, si estamos pensando que es un autor novel que acaba de aterrizar, nos estaríamos confundiendo. Su bagaje viene de mucho atrás, aunque como él mismo nos confiesa, parte de él se perdió.


Cubierta final ¿Santifornication 1 scaled


Vamos a comenzar por el principio. ¿Quién es Chema Blanco?

Toma ya, la primera en la frente. Pues soy:


Una de esas personas que leen y escriben desde que tienen memoria. También un apasionado del teatro y del lenguaje audiovisual. Porque hay vida, y buenas historias, más allá de los libros.


Alguien que echa el día delante del ordenador (y a veces en la aplicación de notas del móvil), rodeado de libros, murales y papelajos, creando historias para sí mismo y para otros. Y después abriéndose camino en el mundo editorial a partir de la guía de los que saben, creando y aprovechando oportunidades. A pesar de lo cual…


También el orgulloso propietario de una vieja máquina de escribir, restaurada con la ayuda de su mañoso padre, y un cuaderno de cuero, a los que visita algunas noches. Le ayudan a no perderse de vista en esa vorágine, manteniendo presente el simple placer de escribir. Aun así…


Alguien que entiende que la vida es mucho más.


En resumen; podríamos decir que soy ESCRITOR.


Teniendo eso claro, el QUIÉN es algo que seguiré descubriendo a pocos. No tengo prisa y acepto compañía.


¿Santifornication? es un título muy poco convencional. Un juego de palabras en otro idioma, al más puro estilo Red Hot Chili Peppers, y en clave de pregunta. ¿Qué me puedes decir de él como reflejo del libro?

A Benedetti me remito: "Una parte importante de un cuento es el título: lo ilumina".


Algo que tienen en común estos relatos es el escenario; diferentes historias en diferentes versiones de mi Santiago. Pero la elección de título fue puramente instintiva.


¿Santifornication? Suena raro, y (creo) a la vez evoca una idea, tal vez una sensación, de lo que podemos encontrar en sus páginas. Lo irónico del asunto, es que cuando terminé de montar el borrador aún no tenía título. Cuesta dar con uno que englobe un contenido tan ecléctico. Tampoco es que me preocupase; suelen aparecer cuando menos lo espero. ¿Santifornication? no fue distinto, surgió por sí solo durante el proceso de corrección. No recuerdo el momento exacto, únicamente que lo vi claro en cuanto apareció. No hizo falta darle vueltas. Salvo el detalle de escribirlo en clave de pregunta, añadido en el último momento como un guiño a todas aquellas personas que colaboraron prestando oídos y talento al borrador. Precisamente debido a lo poco convencional del título, la primera reacción, en casi todos los casos, era devolvérmelo como una pregunta, extrañados. Y, por lo que he visto desde la publicación del libro, tampoco deja indiferentes a los lectores. Atrae su atención.


¿Por qué un libro de relatos y no una novela para tu primera publicación editorial?

Cuando pensamos en escribir, lo primero que se nos viene a la mente es eso; una novela. Protagonizan el mundo de la ficción literaria, hasta el punto de que la asociamos automáticamente a la palabra escritor/a. Los escritores escriben novelas. Pero, al menos en mi humilde opinión, empezar con una novela es el equivalente a echarse a correr antes de haber aprendido a andar. Una novela es un trabajo complejo y muy exigente. Sé de lo que hablo, ahora mismo estoy metido en una, el primer intento fructífero en todos mis años de escritor.


Con esto no quiero decir que los relatos exijan menos del escritor. Y del lector. De hecho, es el medio predilecto de muchos grandes escritores. Pero tendemos a dejarnos llevar por el marketing editorial y se nos olvida que lo importante es la historia que queremos contar, no el medio.


En el caso de ¿Santifornication?, por ejemplo, los relatos cortos son como disparos directos a la mente y el corazón del lector.


El sexo, ¿un personaje más? (qué frase más manida, jeje)

En el caso de ¿Santifornication?, veo el sexo más como un canal directo hacia la verdad de los personajes (ahí, tirando de sinopsis).


En relatos tan cortos la concisión es importante; ir directo al tema y a los personajes. El sexo es un buen medio para llegar cuanto antes a sus interioridades. En 600 palabras (por ejemplo) no hay espacio para un desarrollo más tradicional, así que toca experimentar. Además, hay mucha poesía en el sexo. Y la poesía bien llevada puede ser mucho más elocuente, tan hermosa como sucia y cruda. Conecta directamente con las emociones del lector.


En alguna ocasión me has comentado que un amigo definió tu conjunto de relatos como nostálgico. Me queda la duda de si a título personal (una nostalgia propia del autor) o si como lectores también la vamos a sentir…

Está claro que es lo que le transmitió a él como lector. Y a la vez, aunque yo mismo no me di cuenta hasta que compartió esta opinión conmigo (de lo mejor que tiene escribir; descubrir tantas visiones de mi trabajo como lectores tiene), hay una nostalgia propia.


Cuando nos volcamos en un texto parte de nosotros queda impregnada en él. Es inevitable. Son las obras que más nos llegan como lectores. Y lo que las hace perdurables. En el caso de los textos recopilados en ¿Santifornication?, fueron escritos durante una época de cambio profundo en mi vida. Por lo visto, sin darme yo cuenta, algo de esa la nostalgia por lo que dejamos atrás en favor de un gran cambio, se ha colado en ellos. Es parte de la magia de escribir.


¿Cómo está siendo tu experiencia editorial?

Siendo sincero, diré que, por el momento, complicada (alerta eufemismo).


El mundo editorial ha cambiado mucho desde que empecé a escribir. Por aquel entonces (era yo joven y estúpido) tenía una carrera incipiente como escritor. Fluía con naturalidad, sin darme cuenta. Publicaba pequeños proyectos en diferentes medios (fanzines, radio, cortometrajes, algo de teatro…), se empezaba a escuchar mi nombre en los círculos editoriales, hacía contactos, se me abrían puertas. Pero me vi obligado a aparcar esa carrera por circunstancias personales. Y con el paso de los años todo lo que había ido logrando se perdió.


Ahora que vuelvo al ruedo desde cero, y con la intención de convertirlo en mi medio de vida, encuentro el mundo editorial muy distinto; como escritor se me exige dominar un montón de profesiones y anglicismos de moda a duras penas relacionados con escribir. Por conversaciones hablar con otros escritores en particular, y artistas en general, así son las cosas. Hasta que hacemos algo para cambiarlas.


Como agente literaria, me parece complejo comenzar a publicar con un libro de relatos. ¿Cómo has visto el panorama editorial con respecto a esto? ¿Y en general? ¿Has sacado algunas conclusiones sobre la industria hasta ahora?

Me resulta curioso cómo un comienzo que a mí me parece lógico (lo de andar antes de correr), se considera complejo hoy en día. Igualmente, curioso, y revelador respecto al estado del panorama editorial, es el hecho de que actualmente sea más fácil publicar pero más difícil vivir de escribir.


En cuanto a la situación del relato, creo, como lector al menos, que está reclamando el espacio que le corresponde en nuestras librerías, arrebatado por la vorágine corporativa de las últimas décadas, más enfocada hacia la novela. Aunque hoy en día nos ponen más las novelas, basta un mínimo vistazo a los catálogos de las editoriales para ver que los relatos no se han ido a ninguna parte, que siguen con nosotros, también de la mano de los más grandes novelistas (García Márquez, Cortázar, Fitzgerald… Así, a bote pronto. Pero ¿ha habido o hay algún escritor/a que no trabaje relato?). Desde el otro lado, como escritor, percibo un tímido repunte de este formato, más gracias al interés de los lectores que a la labor de las editoriales, algo reacias por el momento.


Vaya por delante que hablo en términos generales y que solo es mi opinión, basada únicamente en lo que he ido aprendiendo a lo largo de esta nueva relación con la industria.


¿Chema Blanco ha venido para quedarse? ¿Qué próximos proyectos tienes preparados?

Ojalá. Estoy seguro de que este es mi sitio y tengo toda la intención de quedarme. Para eso trabajo.

Por ejemplo, estoy rematando mi primera novela, que también es la primera en gallego. Una obra puramente narrativa, protagonizada por una mujer en busca de su auténtico YO, tras resolver el suceso traumático que ha definido su vida hasta el momento.


Le seguirá un guion teatral con tintes de tragicomedia, en el que cuatro personajes (dos parejas) van intercambiando sus roles a lo largo de las experiencias narradas en la obra, un cruce de conversaciones más o menos potentes.


Por supuesto, hay más. Docenas de historias en desarrollo, de las que voy y vuelvo en mis ratos libres. Pero es importante ir por orden, centrarse en los proyectos presentes, para que la creatividad sirva a un propósito real en vez de diluirse en el éter.

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