Nunca tuvo una nación a un presidente con la categoría que ha tenido y tiene desde que entró en el gobierno de España, las ventanas tan abiertas como las que tiene ahora el presidente del gobierno comunista social, el tal, Pedro Sánchez, el cacique de turno. Un hombre tan distraído en su quehacer diario que, cualquier día, mira para Cuenca, y dice: ¡"ojú, con er tio"!
Las manobras de este notorio ser, son simplemente groseras, de mala educación y adiestramiento en el buen quehacer. Mirándolo bien, los españoles, me refiero a todos, a los suyos y a los de al lado. Todos hemos caído en un sueño tan grande y enloquecedor que, si es otra nación, la espera que tenemos aquí, en nuestra tierra, llamada España, otro cantar se habría dado hace bastante tiempo.
Los españoles que han visto las uvas de fin de año, seguramente que no han dicho nada. Absolutamente nada. El cacique de turno, el dueño, el tirano para mí con el nombramiento del nuevo discípulo de la TVE, la de todos los españoles, las personas que han visto las campanadas en esa televisión, seguro que no habrán echado las vista hacía atrás, del bodrio, “una estampa del Sagrado Corazón de Jesús con la vaquilla del Grand Prix “como dice este periódico.
No voy a señalar las reformas que ha ideado el oportunista ministro, Feliz Bolaños. Aunque si me permito comunicarle que la cobardía de este ingrato ser, no hubiese sido capaz si hubiese sido con otras religiones. No quiero decirle lo que le hubiesen dado a todos los mediocres y oportunistas presentadores de ese esperpéntico programa. Me refiero, al movimiento de resistencia islámica. Los cobardes mueren muchas veces antes de morir, los valientes nunca prueban la muerte más que una vez. Así que todos vosotros sois unos muertos.
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