Hace unos días subí a mi muro de Facebook una Carta al Director en apoyo a Israel. Al día siguiente me encontré debajo de éste dos comentarios: uno comentaba que un niño estaba jugando con el busca de su papá cuando, le explotó en la cara; el otro, en tono sarcástico, decía que eso le pasa por jugar con las cosas de papá. En ocasiones no asumimos que nuestros actos tienen consecuencias y cuando estas acontecen, infantilmente, le echamos la culpa al otro. La misma historia se repite hasta la saciedad. Cuando Dios le pregunta a Adán:” ¿Qué has hecho, Adán?” Y este le responde: "La mujer que me diste me dio de comer”. Como se podrán imaginar, la trampa en los buscas estaba preparada para los miembros de Hamás, no para los niños. Y esta fue una de las consecuencias del acto terrorista del 7 de octubre de 2023. ¿Acaso no se imaginaban que habría consecuencias? ¿Acaso pensaban que se iban a quedar de brazos cruzados? ¿Acaso calcularon mal sus fuerzas para hacer frente a las represalias de Israel? En cualquier caso, los responsables de las muertes infantiles y de las que vengan, son los terroristas por dar el primer golpe. Sin meternos en profundidades, los que critican a Israel por defenderse del terrible atentado que sufrieron el 7 de octubre, dejan claro su infantilismo. Y si me permiten un consejo: yo les diría que asuman las consecuencias de sus actos y dejen de culpar a los papás de la miserable vida que puedan tener...
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