Con herramientas de bronce es imposible tallar la diorita. Keops reinó 23 años. A la muerte de éste, los trabajadores tendrían que haber movido 357 bloques diarios con pesos que oscilan entre 2000 y 40000 kilos para acabar su pirámide. Existe un papiro en el museo del Cairo llamado “La estela del inventario” que dice así: “El faraón Keops fundó la casa de Isis, señora de la pirámide, detrás de la casa de la Esfinge”. El escrito habla de la señora de la pirámide, de lo cual se deduce que la pirámide ya existía en tiempos de Keops. Otra prueba es el papiro llamado: “Canon de Turín”. Fue descubierto en 1822 por el viajero italiano, Bernardino Droveti, en la antigua ciudad egipcia de Tebas. El propio Champollión lo tradujo asignándole una singular importancia. Esta escritura hierática procede de la época de Ramsés ll (1290-1224 a. C.). ¿Qué dice este papiro? Sencillamente, que en un lejano pasado, Egipto fue gobernado por unos seres mitad hombres y mitad dioses, que recibían el nombre de “Sensuhor” (los compañeros de Orus). La lista de estos misteriosos habitantes los sitúa en el valle del Nilo. No durante el reinado del faraón Menes, hace 5.000 años como afirma la arqueología, sino hace 11.000 años. Esta historia queda ratificada por Manetón en el 240 a.C. y coincide con el Canon de Turín. La construcción de la Esfinge se le adjudica a Kefren, hace 4500 años. Pero, según los geólogos, la Esfinge ha sufrido una erosión considerable provocada por las lluvias. La única explicación hay que buscarla en un clima especialmente húmedo 7000 años atrás. Si 3 indicios constituyen una prueba, ¿Qué podemos pensar si se contabilizan más?...
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