Mientras que la rutina de cuidado de la piel en la mañana se centra en la prevención y protección, la rutina de noche se centra en la reparación y la regeneración, para lo que en primer lugar, es importante eliminar todo el maquillaje que llevemos puesto. Especialistas nos explican en qué debería consistir esta rutina nocturna con el fin de lucir una tez más joven, tersa y luminosa pasados los 40 años.

Lo primero en la noche, antes de empezar con nuestra rutina, es desmaquillarse bien. Esperanza Sáenz, de la firma sevillana Nezeni Cosmetics, recomienda usar aceites naturales que eliminen el maquillaje (incluso el más resistente) y las impurezas profundas: “El pH natural de la piel lo debemos mantener entre 4,5 y 5,5 sin dañar la microflora bacteriana de la epidermis. Antes de limpiar, tenemos que lavarnos bien las manos para evitar que la suciedad entre en contacto con la piel, salpicando la cara con agua tibia previamente a la aplicación, para activar así los ingredientes limpiadores”.
El siguiente paso, la exfoliación. A partir de los 30 años, la piel comienza a envejecer y el colágeno se reduce, efectos que notamos al llegar a los 40. Las células muertas se desprenden de una manera más lenta y la acumulación provoca más sequedad y un tono apagado, haciendo que las manchas se acentúen así como las arrugas: “Por ello, una o dos veces a la semana es bueno usar un exfoliante suave que elimine estas células muertas y deje los poros libres, ya que potenciaremos la eficacia de los cosméticos que apliquemos después. Conviene tener a mano una completa gama de exfoliantes naturales para cada piel y necesidad, desde el clásico exfoliante físico, hasta los exfoliantes químicos más avanzados, pasando por el suave enzimático, aunque tampoco debemos hacerlo demasiado para no robar a la piel los ácidos grasos que protegen la barrera cutánea”.
La importancia del sérum y la crema antiarrugas
Los procesos de reparación y renovación cutánea tienen en los sérum antiarrugas uno de sus mejores aliados, con grandes beneficios concentrados y específicos que actúan cuando duermes: “Es importante que entre sus ingredientes esté el ácido hialurónico, ya que fortifica la barrera lipídica y evita la sequedad, y también la vitamina C, que potencia la producción de colágeno. Además, son ligeros y se absorben fácilmente, aptos para cualquier cutis”.
La aplicación del sérum antiarrugas debe realizarse siempre sobre una piel limpia y tonificada, antes de aplicar la crema de noche: “Aplica unas pocas gotas en la palma de la mano y distribuye uniformemente por todo el rostro, prestando especial atención a las áreas más propensas a las arrugas, como la frente, el contorno de los ojos y la boca. Un ligero masaje o toquecitos pueden ayudar a mejorar su absorción” – explica Filip Van, CEO fundador de la firma cosmética natural Di Oleo, que tras el sérum, recomienda aplicar la crema antiarrugas, el último paso para reforzar la estructura dérmica que evite la flacidez y el descolgamiento: “Busquemos también aquellas que contengan ingredientes no químicos y naturales, como el hidrolato de rosa mosqueta, el extracto de gingko biloba o el aceite de almedras, por supuesto también colágeno y ácido hialurónico, siempre priorizando lo que será mejor para nuestra piel. A la hora de aplicarla, no olvidarnos de repartir bien en las mejillas, la frente, la barbilla o nariz, frotando bien la crema con suaves movimientos circulares y ascendentes. Tampoco nos dejemos el cuello y el escote”.
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