Hoy, 4 de febrero, se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, cita en el calendario que el Grupo Siglo XXI ha querido convertir en su causa protagonista del segundo mes del año, para ir descubriendo diferentes aspectos del tema con el fin de sensibilizar sobre esta enfermedad, especialmente cuando afecta a los más pequeños.
Es indudable que el cáncer no discrimina por edad, y menos aún cuando se trata de los más vulnerables: los niños. El cáncer infantil siempre ha representado un área de creciente preocupación para los sistemas de salud, padres y profesionales médicos. A nivel mundial, se estima que cada año se diagnostican más de 400.000 casos de cáncer en niños y adolescentes menores de 20 años, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta cifra subraya la magnitud del problema y el desafío que representa para las familias y sistemas de salud en todos los continentes.
En España, los datos no son menos alarmantes. El Registro Español de Tumores Infantiles (RETI-SEHOP) señala que aproximadamente 1.100 niños son diagnosticados con cáncer cada año en el país. A pesar de los avances significativos en el tratamiento y las tasas de supervivencia, que alcanzan alrededor del 80%, el cáncer sigue siendo la primera causa de muerte por enfermedad entre niños y adolescentes de 1 a 19 años.
Leucemia, tumores cerebrales y neuroblastoma son los tipos más comunes de cáncer en niños españoles, constituyendo casi el 60% de todos los casos. La leucemia, por sí sola, representa cerca del 30% de los diagnósticos, destacando la importancia de la investigación y el acceso a tratamientos especializados.
El desafío se extiende más allá de las fronteras de cualquier país. En regiones de bajos recursos, las tasas de supervivencia pueden ser drásticamente menores debido a la falta de acceso a diagnósticos tempranos y tratamientos adecuados. Según un estudio publicado en 'The Lancet Oncology', menos del 30% de los niños con cáncer en países de bajos ingresos sobreviven a la enfermedad, en comparación con más del 80% en países de altos ingresos.
En respuesta a esta disparidad mundial, la OMS lanzó en 2020 la iniciativa CUREall, cuyo objetivo es aumentar las tasas de supervivencia del cáncer infantil al 60% para el año 2030, mejorando el acceso a cuidados esenciales en los países más afectados por la pobreza.
Los esfuerzos en España también están en marcha. El Plan Nacional de Cáncer, actualizado en 2024, incluye estrategias específicas para mejorar la detección, tratamiento y seguimiento del cáncer infantil. Además, organizaciones como la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) trabajan incansablemente para ofrecer apoyo a las familias afectadas y financiar investigaciones que puedan llevar a mejores resultados de tratamiento.
En esta serie especial de artículos durante el mes de febrero, veremos más a fondo los diferentes aspectos del cáncer infantil, desde innovaciones en tratamiento y cuidado post-diagnóstico hasta el impacto psicológico y emocional en pacientes y familias.
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