‘Cisco’. Según el contexto, el diccionario marca dos acepciones: Nombre masculino para un carbón vegetal menudo similar a carbonilla, picón y tizana. Coloquialmente, bullicio, reyerta y alboroto. Es difícil que al escribir el azar cambie la ‘s’ por la letra ‘r’ anterior en el alfabeto. Pero, allá el corrector de textos y sus hados, por una vez, el ‘cisco’ que podría existir en Podemos apareció, unido y con igual significado, a la acepción nueve de la palabra ‘circo’: coloquialmente confusión, desorden, caos. Lata, gaita, engorro, rollo...
Por amistad, quiero creer y no por mala uva o para obligarme a perder el tiempo, alguien me regaló el libro ‘Algo habremos hecho’ de Irene Montero, publicado por Navona Editorial. Curioso en la actualidad política de Podemos y afines y por consideración a la izquierda política y al regalo, leí el libro. Con recelo. Atento a lo que podría ser un amago de memorias parciales en favor o en contra de vaya usted a saber quién o quiénes. En la izquierda o fuera de ella. Por no pasarme, leí en diagonal. Rápido, de arriba a abajo y de izquierda a derecha, evitando los rollos, malquerencias y bazofias con las que se manipulan a los lectores que se ocupan de la política y de lo que dicen los políticos. Había poso. Irene Montero, a pesar de su edad y por su condición de ex de algo o alguien, en su libro, sin quererlo o adrede, ha intentado marcar postura y ajustar cuentas pasadas, presentes y de futuro. En Podemos, cerca de Sumar, alejada del PSOE y del gobierno en el que fue ministra; no muy alejada de los extremos de izquierda y derecha. Por eso, intentando separar el polvo de paja y granzas, releí el libro. Ajustes de cuentas. Celos políticos y de otro tipo. Resabios a montones. Y una jerga antigua y conocida, incursa en afectos juveniles, inmodesta y con otros débitos que cae en lo intrascendente pero no tapa lo importante.
Podemos fue un intento para poner en solfa problemas pasados. Pudo hacer algo pero naufragó en la realidad y en el galimatías que crearon al tocar poder. Con ‘Algo habremos hecho’ Irene Montero intenta contar, como cuento político y social, los afanes que, según ella, existieron en Podemos al llegar al gobierno y siguen existiendo fuera. Se ocupa de las menudencias e intereses que importan, solo, a una facción en la izquierda en la que dice está y quiere defender. Pero, si no pasa por alto porque lo deja al aire, no da la relevancia que merece a hechos y circunstancias que importan a futuro. A saber:
- Sumar, ‘yolista’ de Yolanda Díaz, apartada de ‘lo que se menea’ en la órbita del comunismo, no tiene otra opción que resistir, sin crecer ni medrar, a la sombra del sanchismo.
- Hay dos facciones en la izquierda que se benefician, en un entente entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Éstos, aislados a futuro, convierten al sanchismo en residuo socialista; y son la única solución de supervivencia de lo que quede de Sumar, si queda algo.
- El futuro de la izquierda radical, pura o extrema, nacional, autonómica, por comarcas o municipal, está en Podemos y lo que sus dirigentes actuales y próximos acepten cerca. De la misma forma, el PSOE inmediato, con Sánchez fuera, debe buscar una forma de supervivencia con ideologías actualizadas y dirigentes no contaminados.
- La derecha política, lastrada como extrema derecha y con tintes neoliberales para explotar a las clases con más dificultades, se convierte en la peligrosa opción inmediata.
Se pueden copiar frases, rebatir datos y previsiones de la autora y tratar de sacar conclusiones. Pero, afortunadamente para todos, el libro ‘Algo habremos hecho’ no da para más. Rechazado como circo, por consideración y respeto a la izquierda de cualquier clase y condición, parece lógico no suavizar lo que dice, ver lo que cuenta y oculta y tomarlo por lo que es: Cisco en Podemos, según Irene Montero.
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