Ricardo Zamorano Molina (Valencia, 1923-Madrid, 2020) fue un pintor, dibujante y grabador que destacó especialmente por su contribución a la estampa popular, cuya vida y obra están profundamente vinculadas con el compromiso artístico y social durante la posguerra española. Tras haberse formado en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, comenzó su carrera artística en los años cuarenta del siglo XX, continuando su formación en Madrid, especializándose en la técnica de la estampa, especialmente el grabado y la xilografía.
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En 1952 se trasladó a París, donde entró en contacto con los movimientos vanguardistas, profundizando en la técnica del cubismo y el collage, viéndose muy influido por autores como Pablo Picasso. De vuelta a Madrid, fue uno de los fundadores de Estampa Popular, un grupo de artistas antifranquistas que emergió a principios de los años sesenta. Este colectivo se caracterizaba por su arte comprometido con las causas sociales y políticas, utilizando técnicas como la estampa para hacer el arte accesible al pueblo. Participó en numerosas exposiciones en España, Europa y América Latina, mostrando su compromiso con la lucha contra la dictadura franquista a través de su arte. Su obra se caracteriza por un realismo crítico, reflejando la realidad social y política de su tiempo, demostrando una gran maestría en el dibujo y el grabado.
Uno de los aspectos más destacados de su obra fue su capacidad para fusionar la modernidad con las tradiciones populares. Su trabajo no solo reflejaba la vida cotidiana de la época, sino que también pretendía acercar el arte a la gente, hacer de la estampa un vehículo de comunicación accesible para todos. Su dedicación a las causas sociales lo convierte en una figura relevante no solo en el ámbito artístico, sino también en la historia cultural y política de España. Es recordado tanto por su habilidad técnica como por su compromiso social convirtiendo su arte en un poderoso medio de expresión y denuncia durante uno de los períodos más convulsos de la historia de España.
A lo largo de su vida, Zamorano Molina recibió diversos premios y distinciones, tanto nacionales como internacionales y su obra fue expuesta en prestigiosas galerías y museos. Su aportación al mundo del grabado es incuestionable y su contribución a la estampa popular ha sido fundamental para la preservación y renovación de esta técnica en el siglo XX. Su legado artístico se encuentra expuesto en varias instituciones como el Museo Histórico Municipal de Villa del Río y el Museo de Bellas Artes de Córdoba, de donde proceden los dibujos que se muestran en esta exposición, depositados en este Museo en el año 2022.
A través de su serie Suite Erótica Zamorano explora una faceta más personal de su arte. Creada en la década de 1970, el pintor explora el desnudo humano y las relaciones íntimas, mostrando una visión moderna y audaz del erotismo, sin caer en lo vulgar o lo obsceno. La serie no se presenta como una obra de provocación, sino como una exploración artística del cuerpo humano, la pasión y las emociones que surgen en los vínculos íntimos. Pueden encontrarse paralelismos con la Suite Vollard de Picasso, colección de grabados realizada por Pablo Picasso entre 1930 y 1937, considerada una de las series más influyentes del arte del siglo XX.
Aunque esta serie de Zamorano no se hizo tan famosa como otras obras de su carrera, mantiene un lugar importante dentro de su producción, representando una faceta más del polifacético Ricardo Zamorano Molina. Una selección de su obra donada a este Museo de Bellas Artes de Córdoba se muestra en la sala I desde el 11 de febrero al 27 de abril de 2025, en horario del museo.
Museo de Bellas Artes de Córdoba Plaza del Potro, 1. 14002 Córdoba
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