Para conocer a alguien hace falta tiempo, momentos de calidad y compartir también determinados valores, ya que las parejas se forman porque dos personas en un instante determinado se sienten atraídas y piensan que es posible que puedan ser compatibles en el tiempo. El caso es que, a veces, las parejas se unen por situaciones de debilidad o por el mero hecho de no querer estar solas. Estamos acostumbrados a hacer todo en compañía y a estar rodeados de familias y amigos que, o van cambiando de pareja constantemente, o llevan ya años con la misma. Y eso a veces, empuja a que los que no tienen tanta suerte quieran buscar algo sea como sea y de cualquier manera.
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El amor para cada persona es diferente. Para los que están casados será el respeto que uno tiene al otro, para los más jóvenes será mantener esa pasión por tiempo indefinido y para los que cuentan con hijos, será equilibrar la crianza con respecto a las responsabilidades que supone. Cada etapa que uno vive y por la que pasa la pareja, supone un desarrollo.
Tenemos la tendencia a pensar que si uno está en pareja, tiene la obligación de enamorarse de esa persona desde el primer momento y hacemos lo imposible por aparentarlo. Pero lo cierto es que depende mucho de cómo hayan sido los inicios de la relación, ya que nada tienen que ver unos comienzos de hace años donde existía previamente una gran amistad a aquellos comienzos que son rápidos y fortuitos con personas que acabamos de introducir en nuestra vida. Dependiendo de la situación, tendremos diferentes sensaciones y emociones.
Los sentimientos se van formando y, cuando se crean, también van cambiando. Y es que estos sentimientos son ambivalentes. A veces, estamos bien y otras veces, no aguantamos a la persona que nos acompaña pero eso es completamente normal. Y es que aunque cueste reconocerlo, siempre hay una parte de la pareja que quiere más, que cede y que aporta un poco más a la relación.
Nos invaden constantemente con el día de los enamorados y esperamos que nuestras parejas nos deleiten con impresionantes planes donde se demuestre de forma evidente el amor que sienten pero es que, algunas parejas, muestran tanta superficialidad que por sólo ese simple hecho se nota que no son tan auténticas como ellos hacen creer.
El amor pasa por fases y cada persona tiene sus ritmos de compromiso y de seguridad en el otro. Habrá personas que se enamoren más fácilmente y otras, a las que les cueste más tiempo pero lo cierto, es que cuando estamos con alguien tiene que haber algún nexo de unión que nos ate a la otra parte porque en el caso de que aparezcan los problemas, que lo harán, esa atadura nos valdrá para superar los obstáculos de una forma conjunta. No existe el amor ideal donde todo es fantasía y diversión porque el amor es un día a día, es un trabajo constante donde la comunicación debe estar muy presente y en donde también, el orgullo y la rabia debe dejarse a un lado porque con eso podemos más perder que ganar. No hay que dejarse llevar por los prontos y los pensamientos que aparecen cuando nos enfadamos.
Es por todo eso, por lo que más importante que escuchar un “estoy enamorado de ti” es que exista el respeto, confianza y seguridad en el tiempo. Más importante que estar pensando cuando nos lo dirá es la atención que nos presta en todo momento. Más importante que estar dando una imagen perfecta ante los demás, es cómo nos trate en privado y en la intimidad. Más importante que preguntar una y otra vez cuando se enamorará, es valorar el tiempo que nos ofrece. Más importante que generar discusiones acerca de quién quiere más o menos, es darse cuenta que si sigue a nuestro lado es porque lo quiere estar realmente. Más importante que dudar una y otra vez, es tener claro que nos ha elegido por algo y que eso sigue manteniéndose pese al paso de los años.
El amor es un concepto demasiado amplio que varía en función de las experiencias vividas y las personas con las que hemos compartido parte de nuestra vida pero es algo que hay que vivirlo para entenderlo. Será entonces cuando podremos comprobar que existen diversas maneras de experimentar el amor.
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